Hoy los contertulios decían: “La única reforma justa, necesaria y urgente de la Constitución es la de añadir un artículo que diga explícitamente que los políticos y empleados públicos que roben, defrauden, mal gasten o permitan que subalternos desvíen y despilfarren dinero público no salgan de la cárcel hasta que devuelvan el último céntimo a las arcas de las que lo sacaron, y no puedan volver a ocupar un cargo público. Ésta y no la que quieren hacer los políticos para su uso, abuso y disfrute, es la necesaria reforma de la Constitución”. Uno de los contertulios remató: “Los mafiosos legalizados utilizan el poder para dictar leyes que les permitan hacer lo que quieran sin por ello tener que rendir cuentas a nadie”. Otro, ya después del último sorbo, comentó: Hablando no se pueden mezclar churras con merinas, políticos con mafiosos. Alguien puede malentender