Hace días, un diario de tirada nacional decía: vuelve lo católico y, entre otros, daba como prueba la supuesta conversión al catolicismo de una celebre cantante. Aunque así fuera, eso no quiere decir que los inquietos buscadores de espiritualidad y, de un acercamiento al misterio, a lo sagrado, a lo divino, a lo completamente otro, a lo sublime, lo hagan bajo el prisma del catolicismo, ni siquiera del hecho cristiano. La búsqueda espiritual del siglo XXI no es un acercamiento al cristianismo y menos aún al catolicismo sino una búsqueda de espiritualidad, en muchos casos sin apellido y en otros: cristiana, budista, mahometana. Muchos llegarán al hecho cristiano y algunos de ahí pasarán a la Iglesia. Otros se quedarán en lo cristiano, muchos sencillamente se interesarán por Cristo como por otros muchos maestros espirituales. Lo verdalmente interesante es ver como el mundo trata de reaccionar frente al vacío. Viendo lo que está pasando se puede decir que el novelista A. Malraux adivinó cundo dijo: “El Siglo XXI será religioso o no será”, y el teólogo K. Rahner cuando dijo: “El Siglo XXI será cristiano no será”.