La resurreeccionb del virus

Los balcones son palcos de aplausos de reconocimiento del inmenso privilegio de teneros, de mareas que salen del fondo de las entrañas, inundan los espacios limpios, alegremente surcan la inmensidad profunda del corazón, exhalan un soplo de vida, inyectan en el alma coraje.  Los balcones son altares de un ritual sagrado, belleza sin tacha, que ayuda a arrostrar las penas donde cientos exhalan el último suspiro y la muerte sella sus labios. Los que tienen la experiencia de la vida se estremecen ante la experiencia de la muerte. Gracias, grita nuestro corazón dentro del pecho. La resurrección de Cristo es el fundamento de la fe cristiana, "si Cristo no hubiera resucitado vana sería nuestra fe" (San Pablo), y el virus puede ser un aldabonazo que despierte sentimientos nobilísimos que la humanidad tenía en el baúl de los recuerdos olvidados, soterrados, aletargados: caridad, solidaridad, humildad, agradecimiento; tal vez reanimará nuestras espaldas insensibles a ¡tantas cargas! Felices Pascuas de RESURRECCIÓN

Volver arriba