Aunque no solo, vivir es decidir

Vivir es decidir: aceptar a cada momento una posibilidad y renunciar a otras. Mucha gente impone el veganismo, el vegetarianismo, una militancia política o ser fan de equipo de futbol a sus hijos, pero no permiten que sean bautizados o hagan la primera comunión ni reciban educación religiosa. Dicen hacerlo en aras de la libertad de los infantes.  Es ley de vida que los padres decidan por los niños, lo malo está en que aquellos confundan lo que ellos creen con libertad e identifiquen lo que creen los demás con tiranía e ignorancia porque, en la mayoría de los casos, confunden lo nuevo con lo bueno por ser nuevo y lo viejo con malo por ser viejo, sin pararse a pensar en la esencia de las cosas. Olvidan que, a no ser cuestiones científicas, nada nuevo bajo el sol, y que lo nuevo de hoy será viejo mañana y que mañana podrás volver a ser nuevo lo viejo de hoy. Quien cree que hasta que él ha llegado el mundo estuvo habitado por una pandilla de necios es ciego o no quiere ver.Hay quien decide que otros decidan por él, aunque lo más frecuente sea que estos otros le impongan sus decisiones.

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