Primeras palabras del nuevo obispo de Alcalá de Henares Antonio Prieto: "Caminemos juntos, como nos pide el Papa, en sinodalidad, aportando cada uno nuestros dones y carismas"

Antonio Prieto, en sus primeras palabras como obispo de Alcalá
Antonio Prieto, en sus primeras palabras como obispo de Alcalá

"Me presento con toda humildad, con su saludo de paz. Ojalá nunca sea un estorbo para vuestro encuentro con Cristo, sino que podáis descubrir al Señor a través de mis acciones, palabras y decisiones"

El nuevo obispo se ofrece a las autoridades para "trabajar juntos, cada uno desde nuestro ámbito, en la defensa de la dignidad humana, la búsqueda del bien común y la construcción de una sociedad cada día más fraterna"

"Más que una ideología o un sistema ético, el Cristianismo es una plenitud de vida, recibida en la amistad con Cristo. Una vida que se comparte en la comunión de la Iglesia, y que se convierte en testimonio para el mundo"

Tras ser consagrado obispo, Antonio Prieto se dirigió, por primera vez, a los fieles de Alcalá. En sus primeras palabras, y con una profunda emoción, el prelado agradeció la presencia de los cardenales Osoro y Rouco, así como la del Nuncio (que hoy cumplía años, por cierto). Y un especial saludo al obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, a quien agradeció "ser para mí un padre, un maestro y un amigo". Cuarenta obispos presentes en una ceremonia que no se repetía en la diócesis complutense desde hace doce siglos.

Antonio Prieto aseguró, ante los fieles complutenses, que "os siento ya como a mi familia, y como un enorme regalo que Dios me hace. Tengo un gran deseo de iros conociendo, poco a poco, y de poner toda mi persona y mis pobres recursos a vuestro servicio". Su familia, en especial su madre, quien siguió la ceremonia en silla de ruedas, en primera fila, y no dejó de sonreir, aplaudir y lanzar besos a su hijo, también fueron protagonistas de sus prrimeras palabras.

Prieto también quiso saludar a las autoridades reunidas en el templo, a quienes "quiero ofrecerles mi cercanía y colaboración, para trabajar juntos, cada uno desde nuestro ámbito, en la defensa de la dignidad humana, la búsqueda del bien común y la construcción de una sociedad cada día más fraterna".

Antonio Prieto, junto al cardenal Osoro
Antonio Prieto, junto al cardenal Osoro

"Me presento con toda humildad, con su saludo de paz. Ojalá nunca sea un estorbo para vuestro encuentro con Cristo, sino que podáis descubrir al Señor a través de mis acciones, palabras y decisiones", clamó Antonio Prieto, quien se mostró "orgulloso de venir a vivir a la ciudad de Cervantes, foco incomparable de cultura, convertida por el Cardenal Cisneros en una auténtica Civitas Dei, cuna de santos, de humanistas, de científicos y literatos. Una ciudad en la que la fe se ha hecho cultura, y la cultura se ha convertido en un camino privilegiado de acceso a la fe".

"Trabajemos juntos para seguir haciendo de nuestra diócesis una Iglesia alegre y misionera", pidió el obispo de Alcalá, quien reconoció que "tenemos por delante grandes retos y desafíos, pero también contamos con enormes posibilidades. Pongámoslas al servicio de la caridad y de la nueva evangelización".

Al tiempo, invitó a "un fuerte sentido de comunión". "Caminemos juntos, como nos pide el Papa, en sinodalidad, sacerdotes, consagrados y laicos, aportando cada uno nuestros dones y carismas", apuntó Prieto, quien insistió en seguir "priorizando la pastoral familiar, de la que depende el futuro de la Iglesia y de la sociedad, como ya enseñaba San Juan Pablo II; y sigamos cuidando la pastoral vocacional, especialmente en nuestros Seminarios Diocesanos, que son el corazón de nuestra Iglesia particular".

Antonio Prieto, en la imposición de manos
Antonio Prieto, en la imposición de manos RD

"Más que una ideología o un sistema ético, el Cristianismo es una plenitud de vida, recibida en la amistad con Cristo. Una vida que se comparte en la comunión de la Iglesia, y que se convierte en testimonio para el mundo", recordó el nuevo obispo de Alcalá, quien pidió a los fieles "que sigáis rezando por mí, para que pueda ser el buen pastor que la iglesia de Alcalá necesita".

"Muy pronto empezaréis a constatar mis errores e inexperiencia. Tened paciencia y misericordia conmigo. Espero mucho de vosotros para que me enseñéis a ser Obispo", culminó.

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