El cardenal de Valencia, junto a Mario Iceta Cañizares: "La eutanasia es gravemente inmoral, una forma de homicidio"

Cañizares, con Iceta
Cañizares, con Iceta

El "suicidio asistido" y la eutanasia "no aportan soluciones a la persona que sufre"

"Toda persona tiene derecho a morir con dignidad"

El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, asegura que la eutanasia es una "forma de homicidio" y "gravemente inmoral" y su objetivo es "causar la muerte de un ser humano para evitarle sufrimientos".

Cañizares realiza estas reflexiones en un libro titulado Sembradores de Esperanza. Acoger, proteger y acompañar en la etapa final de la vida que se ha repartido este viernes durante la apertura del Año Judicial del Tribunal Eclesiástico de Valencia, un documento episcopal que, afirma, "hará un gran bien y abrirá un camino de esperanza ante esa realidad de la última fase de la vida".

El Arzobispo explica que "toda persona tiene el derecho a morir con dignidad, pero no es admisible que se propicie la eutanasia como una acción que causa la muerte con el fin de eliminar cualquier dolor o desgracia", ya que considera que dicha actuación "es siempre una forma de homicidio que nadie por sí aceptaría".

Apertura del Año Judicial en Valencia

Iceta: "La vida no está en nuestras manos"

Tanto el Cardenal como el Obispo de Bilbao, Mario Iceta, se han centrado durante la apertura en la eutanasia, en el matrimonio y en la familia, respecto a lo que el Obispo ha explicado que "la hiper modernidad provoca que la gente se considere un solo individuo y no haga nada por el bien de los demás".

Iceta ha dicho que "la vida es primero para Dios, porque nos ha creado, y luego para los demás", en referencia al "sacrificio que se debe hacer por la familia", poniendo como ejemplo cuando alguien está enfermo y su familia le acompaña en la enfermedad, lo que considera "necesario" porque "la vida no está en nuestras manos, sino en las de Dios".

En dicho libro, el Arzobispado de Valencia explica que el "suicidio asistido" y la eutanasia "no aportan soluciones a la persona que sufre", que la Iglesia ofrece "varias formas de acompañar a los enfermos y a quienes sufren" y que "nunca es lícito causar la muerte de un enfermo, ni siquiera para evitarle el dolor y el sufrimiento, aunque él lo pida expresamente".

Volver arriba