El arzobispo de Madrid ordenó a los 8 jesuitas en la iglesia de San Francisco Javier y San Luis Gonzaga Cardenal Osoro, a los nuevos diáconos jesuitas: "Nunca os desentendáis de las situaciones de los hombres"

Ordenaciones en la iglesia de San Francisco Javier y San Luis Gonzaga, en Madrid
Ordenaciones en la iglesia de San Francisco Javier y San Luis Gonzaga, en Madrid

«Sed servidores, nunca os desentendáis de las situaciones de los hombres». Esta es la invitación que hizo este sábado, 8 de febrero, el cardenal Carlos Osoro a los ocho jesuitas a los que ordenó diáconos

Osoro también lanzó u apregunta a los presentes:"¿Somos Buena Noticia nosotros los creyentes para los hombres?"

(Alfa y Omega).- Íñigo H. Alcaraz Torres, SJ, Antonio F. Bohórquez Colombo, SJ, Isaías Abilio Caldas, SJ, Daniel Cuesta Gómez, SJ, Fransiskus Pieter Dolle, SJ, Nubar J. Hamparzoumian Herrero-Botas, SJ, Francisco Mendes Cortês Ferreira, SJ y Álvaro Lobo Arranz, SJ. son los ocho nuevos jesuitas a los que el cardenal Osoro ordenó diáconos.

En una abarrotada iglesia de San Francisco Javier y San Luis Gonzaga, el arzobispo de Madrid los animó a vivir «ese servicio con la sabiduría que viene de Cristo». «Conoced a Cristo», abundó, pidiéndoles que sean «contemplativos y santos», como «nos decía el padre Arrupe».

Aludiendo al Evangelio proclamado, el purpurado les recordó que van a «ser servidores de los hombres en nombre de nuestro Señor» y que, por ello, están llamados a ser sal y luz. En la misma línea, lanzó una pregunta a los presentes: «¿Somos Buena Noticia nosotros los creyentes para los hombres?». En la empresa, en la cultura, en la política, en los medios de comunicación o en la Iglesia, detalló, tendremos que «revisar nuestros comportamientos y hacernos presentes», llevando «la sal del Evangelio» y eliminando «oscuridades».

Imposición de manos y entrega del Evangelio

Poco después, el cardenal Osoro impuso las manos sobre la cabeza de cada ordenando. Con este signo les transmitió un oficio y les comunicó la fuerza y el don del Espíritu Santo para desempeñarlo debidamente.

En uno de los momentos más emotivos de la celebración, a los recién ordenados se les impuso la estola, al modo diaconal, y la dalmática. Fueron entregadas por los padrinos de cada diácono. Además, el arzobispo les dio el libro de los Evangelios, del cual han sido constituidos mensajeros.

Como diáconos, los ocho jóvenes jesuitas asistirán al obispo y a los sacerdotes, y podrán bautizar, presidir en la celebración del Matrimonio, celebrar exequias, leer el Evangelio y predicar en la Misa, distribuir la Comunión y dar la bendición con el Santísimo Sacramento.

Entre los numerosos concelebrantes estuvieron el prefecto de la Secretaría para la Economía de la Santa Sede, Juan Antonio Guerrero, SJ, el provincial de la Compañía de Jesús en España, Antonio España, SJ y el vicario para la Vida Consagrada de la diócesis de Madrid, Elías Royón, SJ.

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