El arzobispo de Santiago presidió un funeral por las víctimas del coronavirus en Galicia Julián Barrio: "Fueron arrancados de nuestro lado por este torrente de muerte que nos sorprendió"

Funeral por las víctimas gallegas del COVID-19
Funeral por las víctimas gallegas del COVID-19

"Trivializar la muerte es trivializar la vida, y quien sabe dar razón de la muerte y dar amor a los muertos, sabe dar razón de la vida y amor a los vivos"

El prelado pidió orar al Apóstol Santiago para proteger a las personas que sufren las “consecuencias sociales” de esta crisis sanitaria

“Me quiero dirigir, de manera especial, a todos los que han perdido a sus seres queridos por la pandemia del coronavirus o por otras causas, y no pudieron honrar a sus difuntos como se merecían humana, religiosa ey socialmente. Desde el momento estuvimos a vuestro lado, compartiendo vuestro dolor". El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, presidió un solemne funeral por las víctimas de la COVID-19 en la iglesia de San Francisco, en compañía de todos los obispos de la Provincia Eclesiástica de Santiago, así como el arzobispo emérito de Tánger, Santiago Agrelo.

Entre las autoridades civiles presentes estaba el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; el presidente del Parlamento, Miguel Santalices; el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada; así como el alcalde de la ciudad, Xosé Sánchez Bugallo, quienes previamente habían participado en un acto civil de homenaje a las víctimas y sus familias.

En su homilía, Barrio recordó que “hoy, en la comunidad gallega, creyentes y personas de buena voluntad pedimos juntos por las víctimas". Para el prelado, los “difuntos no son un número más de frías estadísticas” dado que “trivializar la muerte es trivializar la vida, y quien sabe dar razón de la muerte y dar amor a los muertos, sabe dar razón de la vida y amor a los vivos”.

Aliviar el dolor

“Con este convencimiento quisiera aliviar tanto dolor, pidiendo el descanso eterno para los que murieron y el consuelo para los que peregrinamos aún en este mundo, percibiendo que no tenemos dominio absoluto de la realidad para determinar el bien y el mal, y decidir el presente y el futuro, saliendo de nuestra burbuja en la que parecía que teníamos todo controlado”, culminó Barrio, quien pidió orar al Apóstol Santiago para proteger a las personas que sufren las “consecuencias sociales” de esta crisis sanitaria.

"Dios no nos abandona nunca", dijo el arzobispo a las familias de las víctimas. También quiso agradecer "profundamente la "generosa y eficaz colaboración del personal sanitario, los capellanes de hospitales, la oración silenciosa de los monasterios, los que tuvieron que tomar decisiones en la vida pública, los que garantizaron los servicios esenciales, los voluntarios, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y tantas personas que no ahorraron esfuerzos, hasta perder incluso la vida ayudando y acompañando a los contagiados y fallecidos".

"Fueron arrancados de nuestro lado por este torrente de muerte que nos sorprendió", señaló, emocionado, recordando a las 619 víctimas del coronavirus en la comunidad gallega.

Antes de la Eucaristía, se rindió un homenaje a los 619 fallecidos por covid-19 en los últimos tres meses. La Xunta de Galicia había organizado un sencillo acto en un patio del Hotel Monumento San Francisco, en Santiago, con un escenario en el que eran protagonistas una placa en memoria de las víctimas y 619 rosas blancas. El acto civil, organizado por la Xunta y presidido por Alberto Núñez Feijoo, tan solo contó con la interpretación de los himnos de España y Galicia y una actuación en directo de Luz Casal y Carlos Núñez, quienes, junto a un pianista, interpretaron una versión de Negra sombra, el poema de Rosalía de Castro.

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