La diócesis presenta 50 propuestas en la Asamblea diocesana del Sínodo 2021-2023 Joan Planellas: "El Espíritu rejuvenece a la Iglesia y hoy se palpa en Tarragona"

Iglesia de Tarragona
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Este sábado día 7 de mayo, el Centro Tarraconense El Seminario ha acogido la celebración de la Asamblea diocesana del Sínodo 2021-2023, en el que participan más de mil personas

Este encuentro, que también ha contado con la asistencia de los representantes de diversas confesiones cristianas presentes en el territorio, ha comenzado con una celebración eucarística presidida por el arzobispo Joan Planellas, que se ha mostrado contento de la convocatoria

La presentación de las cincuenta propuestas ha estado a cargo de Mn. Joan Àguila: "Que todo el mundo entienda que el Espíritu nos está llevando hacia una sinodalidad real que nunca debería haber dejado de estar presente en la vida de la Iglesia"

Del conjunto de propuestas, Mons. Planellas ha destacado tres palabras que sobresalen: "Laicado, corresponsabilidad y formación"

El arzobispo Joan ha querido remarcar, también, los conceptos de acogida y de diálogo: "Debemos hacer más comunidad y saber acoger unos a otros"

Este sábado día 7 de mayo, el Centro Tarraconense El Seminario ha acogido la celebración de la Asamblea diocesana del Sínodo 2021-2023. El acto ha reunido a un centenar de personas, entre miembros del Consejo Pastoral Diocesano, del Consejo Presbiteral, del Consejo de Arciprestes y los delegados, directores y comisionados de los organismos diocesanos, además de los representantes de los arciprestazgos. Este encuentro también ha contado con la asistencia de los representantes de diversas confesiones cristianas presentes en el territorio: el reverendo Narcís de Batlle, de la Iglesia Evangélica de Cataluña; el pastor Rafael Arencón, de la Iglesia Anglicana; y el padre David Baltaretu, de la Iglesia Ortodoxa Rumana.

El encuentro ha comenzado con una celebración eucarística en la capilla mayor del Seminario, presidida por el arzobispo Joan y concelebrada por el vicario general, Mn. Joaquim Fortuny; los vicarios episcopales y otros presbíteros de la archidiócesis. Durante la homilía, Mons. Planellas se ha mostrado contento de la convocatoria: «Hoy aquí nos encontramos reunidos una preciosa representación de nuestra Iglesia particular» con el objetivo de «hablar con el corazón, para que quienes hoy nos reunimos podemos palpar el Espíritu del Pentecostés».

El arzobispo Joan ha recordado que este Sínodono se trata de un parlamento o de un debate, sino que «es escuchar cómo el Espíritu Santo se mueve entre nuestras comunidades y en el corazón de nuestros hermanos y hermanas cristianos. Y con la ayuda del Espíritu, discernir y decidir». En este sentido, ha pedido que «el aliento del Señor nos impulse a profesar una misma fe ya trabajar unidos para el presente y el futuro de nuestra querida Iglesia que peregrina a Tarragona».

El documento conclusivo con las cincuenta propuestas

Seguidamente, los participantes han asistido a la presentación del documento de las conclusiones de la fase diocesana del Sínodo. Se trata de un conjunto de cincuenta propuestas repartidas entre los diez bloques temáticos oficiales y que son resultado de la síntesis del trabajo que se ha realizado en grupos de parroquias, comunidades religiosas y otras de la archidiócesis.

Previamente, Marcel Pallejà, miembro de la comisión diocesana, ha dado a conocer los datos más relevantes de esta etapa diocesana. Así, un millar de personas, distribuidas en 85 grupos, han participado en el trabajo sinodal en nuestra archidiócesis.

La presentación de las cincuenta propuestas a cargo de Mn. Joan Àguila, coordinador de la fase diocesana, que ha destacado que es necesario «cambiar las mentalidades de todos, clero, miembros de la vida consagrada y laicado, en el sentido de que todo el mundo entienda que el Espíritu nos está llevando hacia una sinodalidad real que nunca debería haber dejado de estar presente en la vida de la Iglesia».

Entre estas propuestas, se ha afirmado que hay que considerar a compañeros de viaje colectivos que a menudo son ignorados, como «divorciados, LGTBI, jóvenes, inmigrantes, mujeres, etc.». También se ha hecho notar la falta de escucha que sufren los laicos y los miembros de la vida consagrada, proponiendo que se fomente «el diálogo de toda la Iglesia con la cultura actual».

Se pide que la Iglesia tome parte «en aquellos ámbitos no estrictamente de la cultura y de la sociedad, para anunciar el evangelio y denunciar las injusticias». Por otra parte, se ha propuesto la celebración de «asambleas parroquiales, en las que se traten temas propios de la vida comunitaria y se tomen decisiones sinodalmente».

También se ha reclamado «el reconocimiento de los laicos y de la vida consagrada en la toma de decisiones, fuera de todo clericalismo». En este sentido, se ha pedido «facilitar que el laicado asuma un rol activo en la gestión de la parroquia […] formando a los agentes de pastoral en la gestión de las reuniones y el trabajo en equipo y […] mejorando el sistema de relevos de los miembros de los equipos y de los responsables». Por eso, también se ha pedido «mejorar la formación de manera permanente en sinodalidad por parte de todo el pueblo de Dios» para que «toda la dinámica que se ha generado en este proceso se convierta en una dinámica de trabajo y perdure en el tiempo en todos los niveles».

Seguidamente, se ha abierto un turno de palabra a los miembros de la Asamblea para que pudieran añadir algunas aportaciones o modificaciones.

La votación final y la valoración del arzobispo Joan

Las cincuenta propuestas han sido sometidas a votación por los miembros de la Asamblea. El resultado favorable de todas las votaciones ha permitido aprobar su totalidad.

Al finalizar, el arzobispo Joan Planellas ha realizado una valoración final de este proceso que ha vivido la Iglesia local de Tarragona, mostrando el agradecimiento para todas aquellas personas que han participado, especialmente a los miembros de la comisión.

«El Espíritu rejuvenece a la Iglesia y hoy aquí se palpa y demuestra que creemos en la sinodalidad y nos sentimos a Iglesia a pesar de las dificultades que tenemos», ha asegurado. Por otro lado, ha mostrado como ese impulso que ha tenido el proceso sinodal «lo hace muy feliz y con ganas de seguir adelante con todos vosotros».

Del conjunto de propuestas, Mons. Planellas ha destacado tres palabras que sobresalen: «Laicado, corresponsabilidad y formación». En este sentido, ha afirmado que «el laicado es el presente y futuro de la Iglesia» y que los laicos deben convertirse en «verdaderos miembros de los equipos pastorales y no meros colaboradores de los sacerdotes».

El arzobispo Joan ha querido remarcar, también, los conceptos de acogida y de diálogo: «Debemos hacer más comunidad y saber acoger unos a otros». A partir de ahora, ha concluido que el trabajo sinodal debe seguir por dos líneas de comunión: una hacia la Iglesia universal, «a la que ofrecemos nuestras ideas y se nos devolverá con aún más ideas»; y la otra hacia la Iglesia diocesana como «base de actuación y trabajo del Consejo Pastoral Diocesano».

Para terminar su intervención, Mons. Planellas ha presentado el trabajo que se está desarrollando desde el Consejo de Arciprestes en una propuesta para «fomentar la sinodalidad y configurar la territorialidad de la archidiócesis en diversas unidades pastorales». Por último, ha alentado a los presentes a «no tener miedo y saber escuchar al Espíritu».

El canto del Regina Coeli ha concluido esta Asamblea diocesana del Sínodo 2021-2023.

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