"Vemos en nuestro obispo una persona entregada, sincera, sin doblez y muy entusiasmada por la evangelización y por la Iglesia" La "respuesta" de otro grupo de católicos a las críticas a Elizalde: "El que quiera que sume y que no divida"

Reflexión dirigida a nuestro Obispo, D. Juan Carlos Elizalde, y a las comunidades de nuestra diócesis, respondiendo al escrito de un grupo de cristianos que no nos representa.

Un numeroso grupo de católicos queremos manifestar nuestro agradecimiento por la labor pastoral que se está llevando a cabo en nuestra Diócesis de Vitoria. Nos mueve el poder responder a un escrito reciente que circula por las redes y que con total claridad no nos representa a la mayor parte de esta diócesis y mucho menos nos sentimos identificados con él. La visión que se refleja en tal escrito, provoca en todos nosotros vergüenza y rechazo.

Dudamos que esta carta haya sido enviada al Obispo, sabiendo que él recibe a cualquier persona o grupo que le pida entrevista, incluso cuando se hace sin mucha educación.

Esta labor pastoral que se está realizando en nuestra diócesis, que es un soplo de aire fresco y del Espíritu, precisamente es lo que nos estimula a vivir con fidelidad el mensaje de Jesús y no la ideología, y como no, nuestro compromiso en el anuncio del Evangelio, no de nuestra ideas y opiniones, en medio del mundo.

Nos anima también el ambiente Sinodal que se vive en nuestra diócesis y que el mismo obispo impulsa constantemente desde que llegó, de tal modo que ha creado un espacio concreto los martes, para tener con él reuniones sinodales para todos aquellos que lo deseen, y así está publicitado en la página web de la diócesis. De igual modo la fidelidad al Concilio Vaticano II al que se refieren pero no hay certeza que lo conozcan, y mucho menos que se dejen guiar por el espíritu que emana de él.

Un contexto diocesano en marcha, con vida y eclesial

En nuestra Diócesis se plantean y promueven múltiples actividades pastorales organizadas por diferentes grupos, delegaciones, movimientos, parroquias, grupos de jóvenes..., comunes a la Iglesia universal y que tiempo atrás, quizás, han estado silenciados, arrinconados y proscritos, sin dejar que florezcan los distintos carismas que aporta el Espíritu Santo.

En ningún momento vemos que lo que se oferta sea preferencias o gustos personales del Obispo, sino, medios eclesiales que tienen total vigencia en toda la Iglesia.

• Agradecemos profundamente que su propuesta sea siempre universal y abierta a todos sin excepción, dando oportunidad a quienes no la teníamos. Al abrirnos a la Iglesia Universal nos damos cuenta que se ha pasado de una dictadura férrea a una democracia plural.

• De igual modo agradecemos el que constantemente se esté invitando a celebrar los sacramentos de la Iglesia como la Iglesia propone que los vivamos y no basados en puras invenciones ideológicas y sesgadas al antojo del cura de turno. Basta recordar las celebraciones penitenciales que hemos tenido que soportar sabiendo que no eran aprobadas por la Iglesia, aunque nuestro párroco dijera que era lo que había que hacer. Igualmente la celebración de la Misa: estamos hartos de tener que tragar teatros, invenciones particulares, papeles gastados por el tiempo sin renovarse, sermones políticos y sin base de la Palabra.
• Respecto al tema vocacional, hay que agradecer el trabajo que el Obispo está llevando a cabo, aunque bien es verdad, que hay sacerdotes que ni rezan por las vocaciones, ni quieren seminaristas, había otros muchos sacerdotes y comunidades preocupados por las vocaciones aunque los frutos fueron escasos. Seguimos teniendo necesidad de sacerdotes, quizás los autores del escrito no vean esa necesidad, pero puede ser que venga dada por una confusión entre la relación de los laicos y el sacerdocio. Nos surge una pregunta: ¿Qué significa línea de formación conservadora?
Creemos que la Iglesia tendrá marcado los cauces formativos y que la facultad de Teología es un órgano aprobado por Roma.
• Alguno de nosotros, formamos parte del Consejo Diocesano de Pastoral, y somos testigos de las consultas y debate, sabiendo que nuestro papel es de aconsejar como bien dice la palabra y la decisión que tome el obispo después de escucharnos la acatamos como si fuera nuestra.
• Gracias a Dios vemos a muchos sacerdotes que trabajan en el evangelización al servicio de nuestra comunidades y que no tienen por qué avalar ningún tipo de línea, sino lo que brota de su sacerdocio y del encargo recibido. Vemos también un número significante de sacerdotes que no siguen lo que la Iglesia recomienda, aunque citen al Papa Francisco según sus intereses y de forma sesgada.
• En nuestras parroquias y comunidades estamos a gusto, trabajando y colaborando en el lugar que nos corresponde, y nos sentimos queridos y apoyados por nuestros sacerdotes.
• En el escrito se hace referencia a la Iglesia vasca. ¿Qué quiere decir esto? ¿Una Iglesia nacionalista? El Espíritu de la Iglesia de Jesús es más universal que lo recogido en el panfleto que se nos ha enviado que con aparentes y loables deseos, parece que sea más que un escrito eclesial, una artimaña política para derribar a los obispos que han sido legítimamente nombrados por el Papa Francisco.
• Aprovechando este tema de la Iglesia vasca, si nos gustaría que hubiera más sacerdotes que pudieran atendernos pastoralmente en euskera, porque si son pocos los sacerdotes de nuestra diócesis, los que nos atienden en euskera los podemos contar con los dedos de una mano. Gracias porque el Obispo es uno de ellos.

Consecuencias para la evangelización y vida diocesana

• Vemos también que en las celebraciones diocesanas, hay gran afluencia de fieles, recordamos por ejemplo la procesión del Corpus donde participábamos unos 250 fieles, y los últimos años hemos visto la Catedral sin huecos libres.
• No estamos de acuerdo con que ahora las personas se estén alejando de la Iglesia, es más incluso en colegios de nuestros hijos se ha empezado a promover actividades pastorales en las que también participamos los padres.
• Como hemos dicho anteriormente, se observa en las celebraciones diocesanas una mayor participación de diferentes grupos, movimientos y carismas que enriquecen las propias celebraciones. En numerosas ocasiones el Obispo ha hecho referencia a que la diócesis está abierta a todos y cada uno de los carismas.
• Nos causa dolor el que algunos hermanos nuestros se sientan mal, pero nos extraña que el obispo no los acoja, los comprenda y los valore. Creemos que es más por opción personal fruto de su amargura pastoral y ministerial.
• A nuestro entender, y según los documentos de la Iglesia, un obispo, une y no divide. Si alguien se siente alejado no le vendría mal hacer un poco de autocrítica.
• Nosotros vemos en nuestro obispo una persona entregada, sincera, sin doblez y muy entusiasmada por la evangelización y por la Iglesia, y por el rejuvenecimiento de la diócesis. Es cercano y a la vez el pastor que sabe la misión que ha recibo de la iglesia y por tanto, acoge y gobierna. Para nosotros es referente de Padre y Pastor.
• Para terminar queremos decirle al obispo que siga contando con nosotros, que somos muchos los que hasta ahora no hemos podido expresarnos con total libertad y sin miedos, de igual modo, sabemos que tenemos que seguir creciendo y así ser una ayuda y no un estorbo en la misión evangelizadora de la que todos somos responsables. El que quiera que sume y no que divida.

En representación de grupos de fieles de varias zonas pastorales de Vitoria y de la zona rural, firman esta carta

María Zubeldia Moneo 

Enrique Díaz Meléndez 

Ma Ester Lorca Esquiva

Asier Bello Ruiz de Apodaca 

Mariola Pinedo Briones 
María Enriqueta Benito Bengoa
Carlos Ruiz de Arcaute
Miguel Pérez Beruete,
Beatriz Rojo Barrios,
Enrique Orive Abad 
María Esperanza Basterra Pinilla
Oriol Caballé Guarinos 
Pilar Castello Turell