Bajo los acordes del himno nacional, la reina se ha dirigido al altar para besar el pie izquierdo de la figura La reina Sofía cumple la tradición de venerar al Cristo de Medinaceli

La reina Sofía, en Medinaceli
La reina Sofía, en Medinaceli

Al igual que el pasado año, Felipe VI ha delegado en su madre para acudir a la iglesia de Jesús de Medinaceli, situada cerca del Congreso de los Diputados

Tanto a su llegada como a la salida la reina ha recibido aplausos y vítores de los ciudadanos y fieles que esperaban en el exterior de la iglesia

La novedad de este año es que se ha vuelto a permitir el besapiés del Cristo una vez suprimidas las restricciones sanitarias por la pandemia

En la sacristía, la reina emérita también ha saludado al arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, quien acababa de oficiar la misa solemne

La reina Sofía ha cumplido este viernes la tradición de la Corona de venerar la imagen del Cristo de Medinaceli en la basílica de Madrid que alberga la talla de madera, a la que la madre de Felipe VI ha vuelto a besar, lo que no se permitía desde antes de la pandemia.

Al igual que el pasado año, Felipe VI ha delegado en su madre para acudir a la iglesia de Jesús de Medinaceli, situada cerca del Congreso de los Diputados, por donde miles de devotos desfilan cada primer viernes de marzo para adorar la figura de Jesús después de esperar una larga cola, si bien este año ha sido más reducida respecto a otros.

Tanto a su llegada como a la salida la reina ha recibido aplausos y vítores de los ciudadanos y fieles que esperaban en el exterior de la iglesia, algunos en la cola para entrar en ella y otros curiosos apostados detrás de las vallas.

Reina, en Medinaceli

Bajo los acordes del himno nacional, la reina se ha dirigido al altar para besar el pie izquierdo de la figura, se ha santiguado y luego ha permanecido ante ella en señal de recogimiento hasta que ha finalizado de sonar el órgano.

La novedad de este año es que se ha vuelto a permitir el besapiés del Cristo una vez suprimidas las restricciones sanitarias por la pandemia.

Doña Sofía ha sido recibida a la entrada de la basílica por el ministro provincial de la Comunidad de Padres Capuchinos, Carlos Coca, y por el guardián de la Fraternidad de la congregación, Benjamín Echeverría, así como a Flavia de Hohenlohe-Langenburg, en representación de la Fundación Casa Ducal de Medinaceli.

En la sacristía, la reina emérita también ha saludado al arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, quien acababa de oficiar la misa solemne.

Reina, en Medinaceli

Doña Sofía ha permanecido en el templo durante unos quince minutos.

La tradición de que un miembro de la Familia Real venere este popular Cristo con fama de milagroso, tallado por encargo del duque de Medinaceli, se remonta a finales del siglo XVII, después de que la imagen fuera recuperada de manos de los musulmanes.

En 2021, debido a la pandemia, no hubo ningún miembro de la Corona, mientras que el año anterior, pocos días antes de que se decretase el estado de alarma por la pandemia, doña Sofía acudió a la iglesia, aunque sin tocar, ni besar la figura para evitar el contagio del coronavirus.

Desde que es rey, Felipe VI ha venerado el Cristo de Medinaceli en una ocasión, en 2018, y en 2004 lo hizo como príncipe junto a doña Letizia dos meses y medio antes de su boda. 

Reina Sofía, en Medinaceli

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