“Vengo dispuesto a escuchar y conocer", dice el el administrador apostólico de Cádiz y Ceuta Valdivia: “El recibimiento está siendo extraordinario, tengo que agradecer a toda la diócesis su acogida"

Visita del obispo a Medina Sidonia
Visita del obispo a Medina Sidonia DdCyC

“Vivo la esperanza, no me quiero encerrar en mi cuartel de invierno. Quiero vivir y contagiar a todos los que están a mi alrededor, crean o no crean", señala el obispo auxiliar de Sevilla

 “El recibimiento está siendo extraordinario, tengo que agradecer a toda la diócesis su acogida. Los sacerdotes, religiosos y laicos han dado todo de sí para esta maravillosa acogida. Estoy más que encantado”. Tomar el mando de una diócesis conmocionada aún por el caso Zornoza, su anterior obispo, no es poca cosa, Sin embargo, su administrador apostólico, el obispo auxiliar de Sevilla, Ramón Valdivia, desborda ilusión en una entrevista con Cope y La Voz.

“Vengo ilusionado y dispuesto a escuchar y conocer. Son muchas personas y muchos problemas, pero me gustan los problemas porque la vida es eso. Si no tuviéramos problemas estaríamos descansando a la vera del Señor”, reconoce el pastor quien, enseguida añade un elemento diferenciador: “No obstante, hay que tener en cuenta que esta diócesis no es compleja, es rica”.

Creemos. Crecemos. Contigo

“Tiene muchos matices y el reto es evangelizar –añade–, transmitir a los jóvenes algo que es un tesoro. Tenemos que creernos ese tesoro y destacar por supuesto el valor de los ancianos. Educar nuestra mirada a aquellos que lo han dado todo. La Diócesis de Cádiz y Ceuta es muy rica, hay que tener los horizontes muy grande y la mirada amplia”

Una mirada que pasa, por ejemplo, por la acogida a los inmigrantes que tomado esa tierra como puerta de entrada a Europa. “El desafío de toda Europa es el concepto de migración. Qué es lo que necesitamos y qué necesitan esas personas que no tienen nada y deciden peregrinar a un sitio donde no saben qué pasa y en el que quieren crecer. Tenemos que ser ese cauce de acogida de ayuda, de sentido común. Saber cuáles son los retos, entender que seguramente tenemos que potenciar más los lugares de salida”.

“Si la Iglesia no existiera, sería muy complicado gestionar estas situaciones porque el Estado no ha invertido lo suficiente para paliar estos problemas.

En este sentido, Valdivia destaca la aportación que hace la Iglesia para afrontar este desafío de las migraciones: “Si la Iglesia no existiera, sería muy complicado gestionar estas situaciones porque el Estado no ha invertido lo suficiente para paliar estos problemas. La conciencia de apertura de corazón que nos da el Evangelio nos permite mirar a la verdad de la migración con una mirada más allá de lo que dice la economía y los flujos migratorios de ámbito político, que son forzadas por cuestiones de política”. 

Sobre sus retos más inmediatos en la diócesis de Cádiz y Ceuta, asegura el administrador apostólico que “vivo la esperanza, no me quiero encerrar en mi cuartel de invierno. Quiero vivir y contagiar a todos los que están a mi alrededor, crean o no crean. Dios nos ha concedido el mismo tiempo y hay multitud de temas en los que podemos hacer un servicio enorme a la sociedad. No nos podemos quedar en nuestra tiendecita, entonces el mundo se pierde lo que dice el Señor: Luz del mundo y sal de la tierra”.

"Todos vamos en la misma barca"

Tampoco ve con buenos ojos que otras entidades, en la Iglesia, se queden en su parcelita. Por ejemplo, las cofradías, que, señala el pastor, “no dejan de ser asociaciones públicas de fieles que están al servicio de la Iglesia” y que “no pueden quedarse encerrados en sí mismas, todos vamos en la misma barca”. 

Y a las puertas de la Vavidad, Ramón Valdivia expresa un deseo: “Me gustaría que viviéramos en paz, no solo en los lugares de guerra, sino en nuestras lenguas y familias en las que no se vive en paz. Pido paz para las familias de Cádiz, pido ese don”.

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