" ¿Dónde están los demás pastores? ¿Por qué no acuden en bloque a salvarlo y a salvarnos?" "El rebaño protegerá con uñas y dientes a Rafael Vez Palomino, el pastor que cuida a sus ovejas"

Cuando un lobo ataca un rebaño de ovejas, no sólo el pastor acude a salvarlas, acuden todos los pastores de la zona para ahuyentar al lobo y salvar el rebaño y al pastor en apuros.

El rebaño de nuestra Diócesis lleva nueve años sufriendo el acoso de un lobo y de la manada que lidera. Nueve años donde un Pastor lucha por proteger a sus ovejas. Este Pastor ha pedido ayuda cuando el lobo atacaba a su rebaño, ha gritado cuando el lobo dejaba caer su zarpa sobre alguna oveja y la dejaba malherida. Ha buscado entre sus compañeros pastores apoyo, cuando el lobo mordía incluso a otro pastor… y todo ello como el que grita en el desierto y solo el eco le responde.

Y yo me pregunto. ¿Cómo es que este pastor está sólo? ¿Dónde están los demás pastores? ¿Por qué no acuden en bloque a salvarlo y a salvarnos? Poco favor hacen a sus rebaños, y es escandaloso que ninguno alce la voz públicamente, con fuerza, para salir en su defensa. En nuestra defensa. En defensa de la Diócesis.

Porque ninguno está libre de sufrir el ataque de este lobo que amenaza, desde hace ya nueve años, a todas las ovejas de la Diócesis y a sus pastores también. Porque las injusticias hay que denunciarlas, vengan de donde vengan, las orqueste quien las orqueste y las ejecute quien las ejecute. Porque un pastor que no da la vida por sus ovejas no sirve para nada.

Hemos sido las propias ovejas quienes hemos gritado para ahuyentar al lobo, sin éxito, cuando ha atacado a alguno de nosotros. Pero seguimos gritando. Las ovejas estamos balando, insistentes. Todo el rebaño bala a pulmón. Chillamos, berreamos sin parar pidiendo que nos salven de la amenaza del lobo y ayuden a este Pastor que nos cuida, este Pastor que sufre las dentelladas incluso de las fieras que rodean al lobo, este Pastor que está entregando su vida por ayudarnos y que deja sus fuerzas en el intento, con tal empeño que es digno de elogio y de ser señalado como ejemplo de lo que un SACERDOTE debe ser.

Es inmoral que en estos casi nueve años ya que el obispo Zornoza tomó las riendas de esta Diócesis, los frutos del árbol que plantó en medio del jardín sean tan amargos y sepan a despidos, desahucios, amonestaciones, ceses, reprobaciones, burofaxes, juicios,… y una huerta sembrada de desconfianza, dolor, lágrimas, daños al honor, a la honorabilidad, desacreditacion es, injurias, enfrentamientos …

Esos son los frutos que conocemos de la gestión Zornoza y muy a su pesar, muy al pesar de quienes se esconden en la madriguera, el rebaño protegerá, protegeremos siempre, sin descanso, con uñas y dientes, a Rafael Vez Palomino el Pastor que cuida a sus ovejas.