Sentencia de la Corte Constitucional obliga a entregar información. El Silencio de la Iglesia colombiana y la bóveda de omertá de la jerarquía ante los requerimientos de la Justicia

Arzobispo de Tunja
Arzobispo de Tunja

Se encienden los altavoces para defenderse, se apagan para defender a las víctimas

En los días posteriores al comunicado, distintos obispos, presbíteros y católicos 'de toda la vida' han levantado su voz en contra de los periodistas, de la corte constitucional, de los medios que han replicado la información

El arzobispo de Tunja apuntó a dos nuevos pretextos: La protección de datos personales y los prejuicios o estereotipos que se estarían arrojando sobre los curas

En un comunicado de 3 párrafos, firmado el 27 de mayo, el Episcopado de Colombia respondió a la sentencia SU-184/25 de la Corte Constitucional en la que falló distintas acciones de tutela interpuestas por los periodistas Juan Pablo Barrientos @JPBarrientosH y Miguel Estupiñán @HaciaElUmbral del portal independiente Casa Macondo, en las que se solicita a diócesis, arquidiócesis, órdenes, congregaciones y comunidades del país la información sobre presbíteros que permita identificar informes, casos, acusaciones o investigaciones por crímenes de abuso. Estas acciones de tutela surgen por la reiterada negativa de distintas jurisdicciones eclesiásticas de entregar dicho archivo.

Apenas el 13% de la información ha sido recibida, y con ella se han establecido alrededor de 600 casos, publicados en el libro 'El Archivo Secreto'.

Consigue el libro despedida al papa Francisco

Tolerancia Cero

En su comunicado, el COM-CEC-033/25, los obispos colombianos se sostienen del par de magistrados que votaron en contra de la decisión final, para argumentar su desacuerdo e insinuar su desatención a la decisión que les obliga a romper con las prácticas de encubrimiento:la “pretensión es desmesurada” por la cobertura temporal y porque “la solicitud de entregar las hojas de vida de todos los sacerdotes vivos o muertos pertenecientes a las diócesis, arquidiócesis e instituciones de la Iglesia Católica en toda su historia, y no solamente las de aquellos sobre los que recayeron o recaen actualmente investigaciones por presuntos actos de abuso sexual respecto de menores o condenas por la misma razón, se funda en una presunción generalizada de mala fe contraria a la de inocencia,  constitutiva de un estereotipo que implica en sí mismo un acto de discriminación”.

En los días posteriores al comunicado, distintos obispos, presbíteros y católicos 'de toda la vida' han levantado su voz en contra de los periodistas, de la corte constitucional, de los medios que han replicado la información cuestionando la respuesta del episcopado, y contra toda persona que públicamente ha expresado su expectativa de que esta sentencia signifique al menos el inicio del desmantelamiento del sistema de encubrimiento que se ha construido en la iglesia católica en el país, siguiendo las prácticas y estrategias de tantas otras iglesias en el mundo, y que en Colombia se ha mantenido intacto, tras más de una década de directrices vaticanas, vademécum, instrucciones, estrategias aparentemente innovadoras que resultan siendo reencauches dirigidos al laicado, e incluso participación en la comisión pontificia para la protección de los menores. Nada ha logrado romper la bóveda de omertá de la jerarquía.

Una de las más resonadas reacciones fue la de el arzobispo de Tunja, que en plena homilía de una fiesta de precepto aprovechó el púlpito para arremeter contra la decisión de la Corte Constitucional. Sumado a los argumentos trasnochados y antievangélicos de gritar a los cuatro vientos todo el bien que el catolicismo haría en cada rincón del mundo - como si tal actitud no estuviera explícitamente prohibida por Jesucristo, o como si una acción de caridad en un lugar hiciera desaparecer un crimen en otro lugar - o la comparación, a todas luces desproporcionada, de la solicitud de información con el martirio, el prelado apuntó a dos nuevos pretextos: La protección de datos personales y los prejuicios o estereotipos que se estarían arrojando sobre los curas. Esa será la narrativa del episcopado para intentar controvertir la decisión en lugar de acatarla. Si no acataron al Vaticano, quizá las posibles consecuencias legales de intentar lo mismo frente al poder judicial tengan un mejor resultado.

Teniendo en cuenta esos argumentos y las preocupaciones que evidencian, dejo aquí algunas dudas que pueden ayudar al discernimiento de los señores obispos, los señores presbíteros, y demás feligresía defensora a toda costa de la estrategia que han adoptado:

1.¿Qué hacemos con los sermones, homilías, predicaciones o formaciones DIARIAS que explícitamente alimentan prejuicios o discriminación por identidad de género, preferencia sexual, afiliación política, estado civil, religión o condición de migrante?

2. ¿En verdad consideran que la gran amenaza al buen nombre de su vocación es la entrega de unas carpetas con informes hechos por sus colegas y superiores, y no la práctica sistemática de abuso por parte de algunos de esos colegas o de encubrimiento por parte de esos superiores?

3. ¿Si en verdad el clero colombiano tiene la intención de solidarizarse con las víctimas y colaborar con la justicia, por qué tantos y tantos presbíteros suscribieron una carta oponiéndose a que se conozca la información de los casos de abuso?

4. ¿No saben o no les importa que en Colombia los derechos de la niñez prevalecen sobre los derechos de todas las demás personas y que todas las instituciones que tienen contacto con menores deben garantizar el interés superior de las niñas y niños?

5. ¿No saben o no les importa que en el evangelio las niñas y niños son puestos en el centro de la comunidad y que atentar contra ellos es una de las acciones más reprochadas de todo el nuevo testamento?

Libro de Barrientos y Estupiñán



6. ¿Si en verdad quieren proteger la confianza de la ciudadanía en general y de su feligresía en particular para acudir a ustedes como guías espirituales, no podrían dejar de tolerar - con silencio y omisión - las conductas de abuso de las que han tenido conocimiento?

7. ¿Si en verdad quieren proteger la confianza de la ciudadanía en general y de su feligresía en particular para acudir a ustedes como guías espirituales, no podrían dejar de tolerar - con silencio y obediencia - las acciones de encubrimiento de las que han tenido conocimiento?

8. ¿Notan la escandalosa incoherencia del movimiento pro-vida y pro-familia 'tradicional' que tantos presbíteros alientan y protagonizan, advirtiendo a gritos: "vienen por tus hijos", como si esa frase no pudiera aplicarse a los abusadores de su propio gremio eclesial? 

Volver arriba