No nos engañemos. La llegada a Jerusalén no era una fiesta. ¿Éste quién es?

Jesús no llega a Jerusalén a demostrar que tiene "poderes".

Llega a confrontar directamente, sin ambigüedades ni prudencias, a la religión oficial, porque es una planta que no da ningún fruto a quien necesita comer de ella.

YES YOU CAN
A diferencia del Mesías de Netflix al llegar a Washington, Jesús no llega a Jerusalén a demostrar que tiene "poderes" ni a dedicar sus discursos - como hizo en Galilea - a la gente sencilla. Llega a confrontar directamente, sin ambigüedades ni prudencias, a la religión oficial, porque es una planta que no da ningún fruto a quien necesita comer de ella, y por eso casi que su saludo a Jerusalén es: "Que nunca jamás brote fruto de ti". Una palabra que no se dirige a la población de la ciudad, sino a lo que representa esa capital: el epicentro de la fe...

Sus palabras no van a ser amables en esta visita, pues al dirigirse a los líderes religiosos del pueblo: los aristócratas saduceos o los eruditos fariseos y escribas, les dirá cosas tan duras como: "Han convertido mi casa en cueva de bandidos".
Que no es decir poco.
O "Los publicanos y las prostitutas llegan antes que ustedes al Reino de dios" que son palabras extremas si consideramos que los publicanos eran odiados por los judíos al ser colaboradores de Roma...
Y las prostitutas, ¿cuándo no han sido odiadas por los puritanos?.
Pero va más allá y les dice: "Se les quitará a ustedes el Reino de dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos"que es como decirle a los suizos que ya no van a hacer queso, o a los argentinos que ya no van a asar carne. Un despropósito.

Jesús no fue aliado de Roma. Los romanos lo ejecutaron. No fue un sumiso a la dominación, ni un libertario violento. Fue un hombre con una dignidad extraña: "devuélvanle al César lo que es del César" dice, refiriéndose a las monedas que tenían la cara del emperador (vaya ego), y aunque hay cada cura y cada pastor que se apoyan aquí para decir que debemos ser ciegos obedientes a las autoridades, lo cierto es que es distinto decir "dadle al César" con voz elocuente, que decir "devuélvanle la César" con mirada de autonomía. Detallitos del griego bíblico.
Lo importante no es el César, sino dios. Y darle a dios lo que es de dios no es una cosa cualquiera, porque en la concepción judía de la vida, de dios viene todo... Lo alto, lo bajo, lo ancho, lo angosto, lo cute y lo ew. Todo.
#TodoVieneDeYhwh creían entonces.

Para el toque final de su expresión sobre lo que pensaba de la religión oficial, Jesús dedica un nada sereno discurso en el que seis (6) veces les dice a los Fariseos: "Ay de ustedes, hipócritas" y 1 vez más (para completar 7, lindo número) "Ay de ustedes, guías ciegos". RAZA DE VÍBORAS les dijo (no se calmaba este hombre). Y ¿por qué fue a Jerusalén a decir todas esas cosas? Simple, porque había encontrado que dios, era totalmente distinto de lo que la religión decía, y que esa imagen deforme y mezquina debía ser desterrada y destruida. ¿Por qué?

Porque era simplemente una manta para cubrir la incoherencia y la doble moral de una casta religiosa que estaba tan sucia como cualquier mortal pero que estaba dispuesta a todo para ocultarlo, con lo que la religión era una gastada excusa para esconder su miseria, pero además porque era una pesada carga, imposible de llevar sobre los hombros, que hacía imposible la alegría de las personas sencillas, esas que buscaban con ansias algo que comer en esa planta que era la religión oficial, una planta de ya no daba fruto alguno.

Imagine usted ser pobre, huérfano, viuda, forastero, separado, mujer, afro, gitano, gay, indígena, en un mundo que lo excluye y le niega derechos y posibilidades, y que buscando alivio en la religión ésta venga a decirle que todo ese sufrimiento es culpa suya por no ir a misa. Jesús sabia que tal cosa no era posible. Y había gastado muchos días con sus noches diciéndoles a esos marginados que podían ser felices, que dios no era un cobrador de deudas, y que entre todos podían hacer del mundo algo distinto porque ellos eran los realmente importantes...
Pero tenía que enfrentar también a la oposición, al fanatismo fundamentalista que reducía a dios a una miserable ley capaz de ahogarlo todo. Por eso dice en el evangelio de Juan, ya a punto de ser capturado: "No conocen al Padre" Quizá la palabra más dura de todas.

No nos engañemos. La llegada a Jerusalén no era una fiesta. Nadie parece notar lo que está a punto de suceder.
Los que van con Jesús y le gritan "Hossanah" - que es una especie de "Yes You Can" judío - creen que este es su caudillo invencible y no. Los que se asoman a mirar no saben que pasa ni de qué se trata ese alboroto, y por eso solo preguntan: ¿éste quien es?...

Quizá una semana santa de puertas cerradas y templos vacíos sea la mejor oportunidad para que creyentes y no creyentes se pregunten:
¿Este quién es?
Y que la pregunta tenga por sujeto a Jesús, pero también a su dios.
Al fin de cuentas fue por creer en ese dios, que lo mataron.

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