12 feb 2025
Dios no permanece indiferente a la situación de los pobres
Con el clásico esquema de “dos caminos” señalados como maldición y bendición y recurriendo a imágenes vegetales, el profeta remarca la relación entre el ser humano y Dios en relación a dónde se pone la confianza.
La resurrección de Cristo no es un hecho “para él” sino el primero de una sucesión. Negar la resurrección “de los muertos” es negar también la de Cristo con lo que nada habría cambiado en nuestra historia.
Jesús felicita la situación de unos y se lamenta por la situación de otros puesto que estas son transitorias y cambiarán invirtiéndose las realidades presentes. Así los que ahora lloran, reirán, mientras que los que ríen, llorarán. Y Dios no es ajeno a todo esto.