Celebra su XXXIX Asamblea General de Militantes del 24 al 30 de julio en Mollina (Málaga) La Juventud Estudiante Católica debate sus prioridades y desafíos apostando por la cultura del cuidado

Miembros de la Juventud Estudiante Católica (JEC)
Miembros de la Juventud Estudiante Católica (JEC)

La asamblea general de este movimiento de Acción Católica reunirá, durante una semana, a jóvenes comprometidos de entre 15 y 30 años, para abordar la importancia del cuidado personal, el cuidado del prójimo y el cuidado de la casa común para responder a los desafíos actuales; buscar nuevas formas de ejercer la militancia, además de renovar el equipo de responsables

(Noticias Obreras).- La asamblea general de este movimiento de Acción Católica reunirá, durante una semana, a jóvenes comprometidos de entre 15 y 30 años, para abordar la importancia del cuidado personal, el cuidado del prójimo y el cuidado de la casa común para responder a los desafíos actuales; buscar nuevas formas de ejercer la militancia, además de renovar el equipo de responsables.

La Juventud Estudiante Católica (JEC), movimiento de Acción Católica especializada en el ambiente estudiantil, se prepara para celebrar su XXXIX Asamblea General de Militantes, convocada para la semana del 24 al 30 de julio en Mollina (Málaga).

La asamblea representa el momento comunitario más relevante que, cada tres años, “nos brinda la oportunidad de decidir el rumbo, las opciones y los énfasis que el movimiento debe considerar en el próximo periodo”, apunta su presidenta, Clara Fernández-Merino.

Celebración en la JEC
Celebración en la JEC

Con la realización de asamblea, concluye un camino de preparación que se ha realizado durante un año en las diócesis dónde la JEC tiene implantación. Este proceso ha requerido de una preparación específica que permitiera abordar los desafíos actuales y “enfocada –destaca su presidenta– en asegurar que todos los participantes estén informados, capacitados y motivados para abordar los retos del presente y construir un futuro” para el movimiento.

Este encuentro es de suma importancia, ya que convoca a los miembros de este movimiento de la Iglesia, reuniendo alrededor de 150 personas, entre jóvenes militantes de edades comprendidas entre los 15 a los 30 años, acompañantes y consiliarios procedentes de todo el país.

La cultura del cuidado

El tema central de diálogo y decisión es la cultura del cuidado. Su lema Somos templo. Cuidemos y cuidémonos, con el que la JEC aborda cómo ser Iglesia comprometida en el ámbito estudiantil y en el “cuidado de las personas y los espacios que nos rodean”, enfatiza Fernández-Merino.

En los últimos años, la militancia de este movimiento ha experimentado un período de reflexión interna, con el horizonte de sentar “las bases necesarias para nuestra próxima proyección hacia el exterior”. Una dinámica que, en opinión de su secretaria general, Teresa Gutiérrez, “no se limita exclusivamente a la JEC; cada vez más jóvenes están dando voz a temas que antes permanecían ocultos o relegados al ámbito privado, y abordarlos requiere tiempo”.

Gutiérrez se refiere “a cuestiones como la educación emocional, la salud mental y el cambio de paradigma que se está produciendo a nivel global. Estos aspectos ponen de manifiesto una notable fragilidad que debe ser valorada de manera positiva y acompañada por la comunidad”. En este sentido, la Juventud Estudiante Católica “quiere cuidar y cuidarse”, sintetiza.

Además afrontarán “nuevas formas de ejercer la militancia que respondan a las necesidades de los jóvenes en la actualidad, buscaremos respuestas a los cambios que se están produciendo en este proceso histórico, que nos permita fortalecer nuestra labor evangelizadora y nuestro compromiso con la sociedad”, aseguran.

Durante el desarrollo de la asamblea, que promete ser intensa en debates y decisiones esenciales para la JEC, se llevará a cabo una formación y reflexiones específicas en torno a la cultura del cuidado, mediante charlas, talleres y dinámicas de trabajo, y en una triple dirección: cuidado personal, el cuidado del prójimo y el cuidado de la casa común.

Forjar lazos

Estos espacios están orientados a cada una de las etapas educativas: secundaria, universidad y graduados, para abordar de manera adecuada las realidades y necesidades específicas de cada grupo “aprovechando para conocerse mejor y forjar lazos entre los militantes y las nuevas incorporaciones”, subraya Fernández-Merino.

En el ecuador de la asamblea se dialogará sobre el autocuidado “como paso fundamental para estar presentes y comprometidos” y sobre “cómo cuidar al prójimo desde una perspectiva evangélica” que combinarán con una “yincana por Málaga”, completa Gutiérrez.

Los militantes en la asamblea continuarán sus trabajos abordando el cuidado de la casa común, desde la luz que aporta el Evangelio y en el magisterio social del papa Francisco sobre ecología integral, justicia social y la construcción de paz.

El equipo permanente y expertos invitados serán los encargados de dinamizar los temas de trabajo. Asimismo, habrá una participación explícita de las diócesis de Palencia, Mérida-Badajoz, Cartagena-Murcia y Salamanca, que tienen un mayor número de militantes comprometidos, que asumirán la preparación de momentos de formación: toma de decisiones, sobre el papel de este movimiento de la Acción Católica Española, en este momento histórico; oración; celebración y ocio durante los cinco días de la asamblea.

“Como movimiento social y eclesial, nos vemos afectados por los signos de los tiempos, y es por eso que resulta tan necesario llevar el mensaje del Evangelio a las aulas de institutos, universidades, centros educativos superiores y espacios laborales”, subraya Fernández-Merino.

Líneas de orientación y trabajo

En la asamblea se redactarán las líneas de orientación para los cursos 2023-2026 y se someterá a diálogo y aprobación. En este documento se establecen los objetivos generales, específicos y los medios para alcanzarlos, en relación a las tres dimensiones de la JEC: militancia, espiritualidad y organización. Estas líneas de orientación serán la guía para el trabajo y el crecimiento del movimiento para el próximo trienio.

“Queremos que la cultura del cuidado sea transversal a las líneas de orientación. Por lo tanto, esta temática va a estar presente en ellas. Responderá a la realidad de cada etapa”, asevera la presidenta de la JEC.

La asamblea será el espacio para dialogar y evaluar sobre la vida, trabajo y economía, –comunión de vida, de acción y de bienes–, que el equipo permanente actual de la JEC somete a su deliberación.

“Esta rendición de cuentas permitirá evaluar el trabajo realizado y brindar transparencia sobre la gestión del movimiento”, explica la secretaria general.

La mayor parte de la financiación de la asamblea se realiza con la aportación económica de la militancia y de las personas animadoras de este movimiento de Acción Católica especializada. Aunque también se han recibido contribuciones para becar a jóvenes con mayores dificultades económicas.

En este sentido, Gutiérrez destaca todas las muestras de solidaridad que están recibiendo, concretamente “de la Conferencia Episcopal, de socios de la JEC, de antiguos militantes, de Fiare Banca Ética y a través de una dinámica de cercanía con personas amigas e instituciones que, mediante donaciones por Bizum al número 07591, nos está ayudando a recibir financiación para este encuentro de jóvenes y para publicar el proyecto pastoral”, enfatiza.

Nuevos materiales

La última jornada de la asamblea será la sesión estatutaria que aventura ser muy sentida y a flor de piel. El equipo permanente compartirá el Informe de Gestión y el Económico de los últimos tres años, así como las Líneas de Orientación para el siguiente trienio, que se debatirán y aprobarán.

Asimismo se presentarán y votarán los nuevos Estatutos “lo que permitirá adaptar y mejorar el marco normativo que rige el funcionamiento del movimiento” y el Proyecto Pastoral que es el reflejo de “nuestro ser y nuestra identidad”, es decir, una compromiso explícito de acercar el evangelio “de una manera transformadora a jóvenes estudiantes”.

En este propuesta pastoral se recogen los testimonios de toda la JEC, “de anteriores y actuales militantes, animadores, animadoras y consiliarios, que, partiendo de su experiencia de fe vivida desde el movimiento, profundizan en el sentido de ser lo que somos y en la validez de nuestra propuesta en la sociedad actual, así como en la Iglesia”.

Una de las novedades de esta asamblea es la presentación de nuevos materiales que serán utilizados en la labor evangelizadora de la JEC, en concordancia con las realidades actuales y las necesidades de los jóvenes estudiantes. En este sentido, se presentará un prototipo del juego llamado RdV; Juega con tu grupo de Revisión de Vida y transforma tu mundo, diseñado para dar a conocer la metodología del movimiento y sus implicaciones en los entornos educativos.

“Es una herramienta formativa hecha por y para militantes y jóvenes en iniciación de la JEC. El objetivo es acercar de forma activa, divertida y creativa qué es el movimiento, qué herramientas utilizamos y cómo nos organizamos además de familiarizarse con nuestro vocabulario”, aclara Fernández-Merino.

Renovación de responsabilidades

La asamblea además de ser un espacio privilegiado de reflexión, discernimiento colectivo, para compartir experiencias, debatir ideas y recibir formación compartida para los jóvenes estudiantes cristianos comprometidos de este movimiento, será también lugar para vivir un momento sentido ya que se renovará el equipo permanente.

Se elegirán a dos jóvenes militantes para la responsabilidad de presidencia y de secretaría general, que cogerán el relevo a Clara Fernández-Merino y a Teresa Gutiérrez, respectivamente, y se sustituirá a Jesús Manuel Herreros, actual consiliario, que igualmente finaliza su servicio a la Iglesia y al mundo estudiantil. Además se incorporará una militante más al equipo, al desdoblarse el servicio de secretaría general y de economía.

“El mayor lujo del que he podido disfrutar ha sido ser portavoz de las personas jóvenes en diferentes  espacios y trabajar mano a mano junto con otras personas de raíz diferente, pero con un mismo fin,  hacer un cambio real de esta sociedad injusta al estilo de Jesús”, asevera Clara Fernández-Merino.

“Para mí –añade Teresa Gutiérrez– estos tres años han sido como ese regalo que nunca habías pensado pedir, pero que cuando te lo hacen te das cuenta de cuánto lo necesitabas. Lo mejor ha sido poder acompañar a tantas personas y procesos de sitios diferentes y darme cuenta de cómo a través de un mismo movimiento, Jesús toca el corazón de las personas de formas tan diferentes”.

La propuesta para recoger el testigo, animar y dinamizar la misión de la JEC en el equipo permanente son Rubén Serrano Jiménez, para la presidencia, Raquel Mena León, para el servicio de ecónoma, ambos de la diócesis de Salamanca; y Julia Monrobel López, de la diócesis de Madrid, para la secretaría general, jóvenes comprometidos en seguir el llamamiento de Francisco de “haced lío”, profundizando en el encuentro con Dios y en el crecimiento del amor fraterno, en la vida comuni­taria, y en el servicio para la misión. Además se incorpora como consiliario Manuel Fernández Rico, de la diócesis de Mérida-Badajoz.

Además, está previsto que acompañen este importante momento de la vida de la Juventud Estudiante Católica (JEC) el obispo Antonio Gómez Cantero, responsable de la Acción Católica Española; la presidenta del Consejo de la Juventud de España (CJE), Andrea Henry; el director de la Comisión Episcopal de Laicos, Familia y Vida, Luis Manuel Romero; la presidenta de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Maru Megina; la presidenta del Foro de Laicos de España, Dolores García Pi; Angelines Morales, responsable de Adultos de la Acción Católica General; el secretario general de la Juventud Obrera Cristiana (JOC), Alex Gea; el secretario general de la Juventud Estudiante Católica Internacional (JECI), Roy Ibrahim; y la coordinadora europea de JECI-MIEC, Anna Holtkamp.

Volver arriba