Llevo casi siete años –legislatura y media en cualquier democracia– oyendo que con el papa Francisco ha llegado por fin la primavera de la Iglesia católica, y que esta vez será irreversible. Con perdón, yo no lo veo
Porque vivimos una época posreligiosa, las reformas son necesarias
Francisco pone a los pobres sobre el desarrollo, la política sobre la economía, la justicia sobre la doctrina... pero sigue predicando a un Dios que interviene cuando quiere
"No dejéis que la utopía o el alma de Europa se desvanezca enredada en ese laberinto de parlamentos, consejos, comisiones y tratados, en esa red de intereses, transacciones, servidumbres y mercadeos en que vemos atrapada a Europa la rehén"
"Mientras tanto, sesudas comisiones cardenalicias del Vaticano, con teólogos y expertos asesores, llevan meses discutiendo si procede la ordenación de mujeres como diaconisas, y si dicha ordenación, en caso de que se aprobara, sería o no un sacramento. Ni falta que hace, monseñores, ni importa a casi nadie"
"Obligar a alguien, por acción u omisión, a vivir sufriendo lo insufrible, pudiendo evitarlo, eso sí es inmoral"
"Me fío más del consenso mayoritario que de la convicción absoluta de quienes se creen depositarios exclusivos de la verdad"
"Cuidar la vida es el criterio, pero sin reducir la vida a esta vida física visible ni absolutizarla. Cuidar la vida, pero sin imponer a nadie la vida a toda costa"