Editorial PPC, Madrid 2019 (172 y 172 págs.). Ariel Álvarez, Nuevos enigmas de la Biblia I-II

La revelación como enigma

'Nuevos enigmas de la Biblia'

Álvarez Valdés, Ariel (1957- ). Exegeta y teólogo argentino (de Santiago del Estero), ha estudiado en la Escuela Franciscana de Jerusalén (Israel), y en la Universidad Pontificia de Salamanca, doctorándose en Teología Bíblica con una tesis sobre la historia, teología y actualidad del Apocalipsis (La nueva Jerusalén, ¿ciudad celeste o ciudad terrestre? Estudio exegético y teológico de Ap. 21, 1-8, Estella 2005).

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Ha sido profesor en la Universidad Católica de Santiago del Estero y ha impartido e imparte cursos de actualización y profundización bíblica en toda América Latina, especialmente en Chile.

Es uno de los grandes investigadores de las Escrituras judías y cristianas, pero  ha optado por dedicar su estudio y su vida a la alta divulgación bíblica, de tipo científico y carácter popular a favor de los que tienen menos recursos o medios para cursar estudios regulares de tipo técnico universitario o clerical. Le ha importado y la importa la Biblia como libro religioso y eclesial (cristiano), fuente de la vida y cultura de Occidente, y en esa línea ha querido insistir en sus aspectos más paradójicos y extraños, en aquellos que cierta tradición “canónica” o regular de la Iglesia y la cultura en general valora menos o desconoce, en la línea de eso que él llama “enigmas”.

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Los enigmas no van en contra de los grandes dogmas bíblicos (expresados en el credo y liturgia de la Iglesia), ni de los misterios religiosos venerados por los fieles (como en el rosario católico), sino todo lo contrario, ellos están al fondo de ese libro sorprendente (libro de los libros) que es la Biblia, pero expresan un matiz distinto, en la línea de las “paradojas” y extrañezas (rompedoras, luminosas, siempre esperanzadas) de la vida, que se vinculan con aquello que pudiéramos llamar el “secreto” sorprendente del Dios que ama a los hombres y se expresa en su misma vida diaria, en aquello que Santa Teresa de Jesús decía al afirmar que “también entre los pucheros anda Dios”.

Ciertamente, el Dios bíblico anda entre las místicas del Coro y la Liturgia de las Monjes,  en las cátedras episcopales y en las facultades teológicas de la Iglesia, bien sentadas en el dogma y la buena moral tradicionales. Pero hay también una “trastienda”, una cocina en la que Dios se manifiesta entre enigmas, sorpresas y pucheros, al otro lado de la realidad, allí donde, pudiendo pensar que todo está resuelto para siempre, atado y bien atado, salta con frecuencia la sorpresa, que es por un lado una revelación cultural humana y, por otro lado, un destello del Dios que camina “a paso de hombre”, como solía decir San Juan de la Cruz.

Caminar a paso de hombre (de varón y mujer, de migrante y pobre rey, de niño y anciano, de agricultor, soldado, profeta…), ése es el “enigma” de Dios, que actúa siempre como protagonista de la Biblia, por caminos poco atrochados, a veces a monte, otras veces en la misma puerta o plaza de la aldea, hasta llegar y centrar en Jesús que enseña junto al lago de Galilea y muere (es asesinado por la justicia de emperadores y sacerdotes) a las afueras de la ciudad, pero siempre cerca de su templo.

En esa línea ha querido ir rastreando Ariel Álvarez los caminos de Dios, a lo largo de más de treinta años de docencia abierta, publicando siempre (a excepción de su tesis y de algún otro libro más extenso, de tema unitario) trabajos cortos, de tema independiente, cada uno de diez o doce páginas, para que pueda leerse, entenderse y asimilarse en el tiempo de una clase escolar (en torno a una hora).

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Porque Ariel es un sabio erudito sorprendente (nadie conoce más “historias” de la Biblia que las que él conoce), pero es, ante todo, un “pedagogo”, un hombre que cuentas historias con principio, con nudo‒enigma y siempre con desenlace, abierto a la “retórica buena” (muchas veces anti-cultural) de la Biblia, que nos conduce al aprendizaje personal y  a la madurez creyente, situándonos siempre ante las puertas del Dios enigmático y bueno de la Bíblico, que fue haciendo y diciendo que las cosas eran buenas (Gen 1).

Cada una de las historias/enigmas de Ariel (publicados unas veces por separado, en revistas de diverso tipo, luego reunidos en libros, que son como “misceláneas”) tienen un argumento independiente, son como una “lección” magistral y dialogada, para sorprender al lector, para dialogar con él, y para abrirse luego juntos, desde el fondo del enigma, al misterio velado y patente de la Biblia como palabra de Dios en la historia y vida de los hombres.

Ariel ha publicado, que yo sepa, más de 300 trabajos (unos 10 por año, durante más de 30 años), de investigación y hermenéutica de la Biblia, de geografía e historia, trabajos que pueden parecer curiosidades que llaman la atención del lector, para engancharle..., pero que pronto se convierten en lecciones de sabiduría de la vida, en Argentina, en España, en México…, traducidos a más de doce lenguas, siendo uno de los biblistas/exegetas actualmente más leído en el mundo de los estudios de la Biblia.

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Ha vinculado el rigor científico y la curiosidad histórica, la claridad expositiva y la preocupación de fondo cristiano, de alto humanismo, por llevar el evangelio (la Palabra de Dios) a todos los que quieran profundizar en el gran enigma de la Biblia, que es signo y destello del enigma de la vida humana, tanto en Argentina como en Roma, Jerusalén o China. Se ha esforzado siempre por mantenerse en diálogo con la ciencia y con la fe, en un ejercicio encomiable de radicalidad científica y de claridad expositiva.

De un modo normal, algunas de sus proposiciones suscitaron en su tiempo el rechazo de la Congregación de la Doctrina de la Fe (de Roma) que le acusó de negar o malinterpretar temas como la existencia de los ángeles, las apariciones físicas de la Virgen María, el pecado original o el sentido sacrificial del dolor…

Esos y otros temas se encuentran en el fondo de una polémica exegética y magisterial que duró varios años y que ha sido, afortunadamente, resuelta por la nueva andadura de la Iglesia Católica, de manera que el mismo Papa Francisco le ha escrito y animado a seguir estudiando y publicando temas como los de estos dos nuevo libros, con libertad y responsabilidad, dentro de la Iglesia católica, ejerciendo de esa forma el “ministerio” de la enseñanza más que el de un tipo de “sacerdocio” ministerial.

Entre los libros que empezó publicado hace ya casi treinta años quiero citar algunos más significativos ¿Qué sabemos de la Biblia? I-V (Buenos Aires 1992-1996); ¿Quién tentó a Jesús? (Buenos Aires 1995); ¿Existen las apariciones de la Virgen? (Buenos Aires 1996); ¿Prueba Dios con el sufrimiento? (Buenos Aires 1996); Lo que la Biblia no cuenta (Buenos Aires 1997); Enigmas de la Biblia I-X (1998-2008); ¿Qué sabemos de la Biblia? Antiguo Testamento (Buenos Aires.1999); ¿La Biblia dice siempre la verdad? (Buenos Aires 2002); Enigmas de la vida de san Pablo (Buenos Aires 2009)...

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En los últimos años ha seguido escribiendo y publicando nuevas colecciones de enigmas en editoriales españolas, como en Verbo Divino (¿Por qué Dios permite los males y la muerte? (Y otras 19 preguntas sobre la Biblia); ¿Quién era la serpiente del Paraíso? (Y otras 19 preguntas sobre la Biblia), en la colección El Mundo de la Biblia (Estella 2017‒2018) y en PPC, de España y de diversas naciones de América Latina (México, Colmbia, Argentina…), donde acaban de aparecer estos dos nuevos volúmenes de sus Enigmas de la Biblia.

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El primer volumen empieza con Lilit, una de las figuras más enigmáticas de la Biblia, que fue experimentando, a lo largo de los siglos, diversas transformaciones: Comenzó como una habitante del desierto, compañera de chacales y reptiles; más tarde, debido a la imaginación popular, se convirtió en un demonio seductor; fue considerada la primera esposa de Adán, antes de que apareciera Eva; le crecieron alas y se volvió una asesina de bebés y en los tiempos modernos, ha sido reivindicada como emblema feminista. El libro sigue presentando después decena de preguntas sobre personajes y situaciones de la Biblia: ¿Cómo nació el relato del éxodo? ¿Por qué la Biblia cuenta tres muertes del rey Saúl? ¿Cuál es el libro más triste del Antiguo Testamento? ¿Predicaba Jesús con parábolas o alegorías? ¿Cuándo se escribió el episodio de la adúltera? ¿Estuvo la Virgen María junto a la cruz de Jesús?

El segundo volumen empieza contando la historia de Débora, juez y profetisa de Israel, en el siglo XII a.C., cuando un rey cananeo llamado Yabín decidió expandir sus fronteras y apropiarse del territorio perteneciente a las tribus de Israel. Desde su capital, Jasor, a 15 kilómetros del lago de Galilea, comenzó a saquear y oprimir a los hebreos. Surgió entonces Débora, mujer de historia y leyenda, enigma vivo (y actual), en el comienzo de la Biblia. A partir de aquí desarrolla Ariel otros enigmas, abiertos al misterio de la Biblia, como cuál es el salmo más triste de la Biblia, o dónde está la ‘carta con lágrimas’ de san Pablo; interesantes como qué sucedió durante la transfiguración; o tan escabrosas como si el rey David era homosexual, o por qué María no acompañó a Jesús durante su vida pública.

Quiero terminar esta reseña recordando mi primer encuentro con Ariel. Era a primeros de octubre de 1999, en la primera clase de un curso de especialización bíblica que yo impartía para alumnos de post‒grado en la Universidad Pontificia de Salamanca (España). El curso trataba del Apocalipsis, y empecé presentado algunos libros como bibliografía. Dije al final: “Hay un autor al que no ubico, pero que dice cosas muy interesantes sobre este libro…Cuando lo sepa os diré quién es, pero ya desde ahora os invito a leer sus trabajos…”. Para gran sorpresa mía y de la clase, del centro de la sala, se alzó una mano diciendo “ése soy yo”. Ése era y sigue siendo Ariel, a quien agradezco su buen trabajo exegético, y sobre todo su amistad, en estos últimos veinte años.

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