El P. LUIS EN ÁFRICA

            Este es el testimonio de un bellísimo testimonio misionero, titulado Por el camino de la paz. Testimonio de un fraile misionero en África. El libro no está en venta, pero se puede adquirir acudiendo o escribiendo a Carmelitas Descalzos, C/ Zamora 59 (37002 Salamanca). Es  un libro se entiende si va unido a la persona, si vienes y preguntas por el P. Luis, si hablas con él, si le escuchas y cuenta lo que él ha visto en África, lo que ha vivido, lo que sabe de aquellas gentes que le han hecho cristiano. Fue a evangelizarles, pero han sido ellos los que le han evangelizado, los que le han terminado de hacer cristiano.

(Presentación del libro "Por los caminos de la paz", testimonio de la misión del P. Luis en África).
  Y de esa manera, sin habérselo propuesto, el P. Luis es un misionero de África en el corazón de Salamanca, a un tiro de piedra de la casa de reformadas que fundó la M. Teresa, a dos tiros de piedra de la Universidad y Colegio donde Juan de la Cruz aprendió lo que tenía que aprender antes de lanzarse a la aventura universal de la misión contemplativa, en Castilla y en la cárcel de Toledo, terminando en Andalucía, cerca de África.

            No puedo ni quiero resumir el argumento de este libro, dedicado a la vida del P. Luis en África, y al impacto de África en la vida del P. Luis. Sólo diré que es un bellísimo “libro de su vida y fundaciones”, al estilo de Teresa de Jesús, uniendo contemplación y presencia cristiana, enseñando con el testimonio de vida y aprendiendo con el corazón ensanchado, desde el latido evangélico y humano de África.
Me limito a poner algunas fotos, una del P. Luis con un niño de África, otra con el P. Luis en la sala de conferencias de la casa de Carmelitas de Salamanca, diciendo a unos jóvenes lo que significa la misión de África: No podemos ir a enseñarles; son los africanos los que pueden enseñarnos. Así lo he sentido, así lo he pensado, con mi melancolía y esperanza de teólogo, curtido en cien batallas, pero sin haber aprendido aún lo suficiente

Estoy convencido de la Iglesia de Europa podrá decir de nuevo algunas cosas, pero ya no puede misionar de verdad (si es que no cambia del todo), pues está demasiado cerrada en su verdad (que no es el evangelio). Europa sabe demasiadas cosas. Sólo si “olvida” lo que sabe, lo que tiene (toda ciencia trascendiendo), si  va con humildad para escuchar y aprender, podrá seguir diciendo algo. Pero ante tiene que aprender y cambiar muchísimo.

 He tenido necesidad de leer, por cuestiones académicas, hace muy poco, un documento muy erudito, de preparación del 2º Milenio, titulado Ecclesia in Africa, Exhortación post-sinodal de Juan Pablo II (1995:) He vuelto a aprender muchas  cosas de programas misioneras. Pero este libro personal del P. Luis me ha llenado más  He vuelto a saber la palabra esencial, la que dice: “los pobres os evangelizan”.

2.EL PADRE LUIS,LOS BELENES Y LA MISIÓN DE ÁFRICA

(El P. Luis, con autoridades de la Diputación, inaugurando la exposición de Belenes que ha preparado para esta Navidad)

Están de moda los Belenes de África… En muchas ciudades de España y del mundo occidental se han hecho exposiciones con “belenes de África”,  que nos ayudan a volver a la esencia de la Navidad, a la encarnación de Dios en el camino de la vida humana, en sencillez, volviendo a lo esencial de la vida, que es el gozo de nacer, desde la pequeñez, siendo acogidos unos por los otros.  

    Estamos corriendo el riesgo de perder la esecia de la Navidad, en un mundo donde parece que sólo importa la riqueza externa, el puro comercio por el comercia, en contra del don central de la vida, celebrada en amor, en sencillez, descubriendo y aprendiendo los valores más profundos de la Navidad.
En esa línea, con toda sencillez, el P. Luis ha publicado un bellísimo litro titulado: Africa, mira, piensa, aprende…, un libro acompañado por una exposición de belenes de África (también en Calle Zamora 59, tlf. 923.21.43.46), abierta hasta el día 9.01.2022). Es como si toda su labor en África fuera una experiencia de "Nacimiento",  de vuelta a la humanidad originaria, a la alegría de la vida, desde los niños, en comunicación directa de amor.

  Ir al África significa volver al origen de la vida humana, que posiblemente comenzó allí, pues allí surgieron los primeros seres humanos, capaces de quererse, de crear comuniades de amor y de servicio mutuo, como en la Navidad. 

    El munco rico de occidente busca demasiadas cosas, quiere seguridades de dinero y de poder. En contra de eso, en África encontramos nuevamente el valor de la humanidad, la Navidad como familia, amor mutuo, alegría.

Ésta es una exposición donde podemos descubrir la esencia de la la Navidad, tal como era, en los beneles de nuestros pueblos de España y de América Latina…  Una Navidad recreada desde África, para que podamos volver a nuestros orígenes, a la esencia y camino de la vida humana

    En ese sentido he dicho y quiero repetir que la Navidad del Cristianismo es África… Mirando hacia el cristianismo europeo nos entra cierta melancolía, como si el cristianismo se fuera perdiendo, como si estuviéramos olvidando la raíz de la Navidad. Pues bien, en ese contexto nos consuela y anima esta mirada desde África, que nos ofrece la certeza de que es posible volver a la Navidad, a los principios de la vida, en servicio mutuo, en sencillez, en oración, en cariño y justicia.

En general (como sociedad), en conjunto, parece que los europeos (y en especial los españores) no creyéramos ye en el Nacimiento de Dios, viviendo como vivimos inmersos en luchas de poder, en fuerte deseo de dinero, desentendiéndonos unos de los otros.   Pues bien, en contra de eso, esta vuelta a la Navidad de África nos permite mantener la esperanza en el futuro de la vida, en la capacidad de volver a la oración, a la admiración, a la ayuda mutua. 

En esa línea, debo recordar que la misión el P. Luis en África, su labor en torno a los "belenes" está acompañada de un fuerte compromiso de solidaridad con los pobres no sólo de África (del Congo donde él más ha trabajado, sino de otros países como el Salvador, donde ha promocionado y sigue promocionando obras muy comprometidas de presencia y de ayuda "navideña" al servicio de los más vulnerables, de los amenazados por el hambre y la guerrilla, por el terrorismo, por la amenaza de muerte cercana (como en tiempo de Jesús, con Herodes matando a los niños inocentes).

   En esta situación, desde el centro de una Europa Rica, que tiende a desentenderse de los pobres, tenemos que pedirles a los africanos que se mantengan fieles a su Navidad, es decir, a su compromiso a favor de la vida, de la solidaridad, del cuidado y acogida de la vida etc. Pero, al mismo tiempo, el P. Luis, con el grupo del Carmelo Misionero que ha fundado y que anima en Salamanca, sabe que sigue siendo muy importante la ayuda que podamos ofrecer muy en concreto a los más pobres y amenazados de África y de otros lugares, haciéndonos soldarios con ellos.

   En esa línea, como sigue diciendo el según libro de P. Luis, es muy importante que miremos hacia África (hacia el Salvador, hacia otros países) y que aprendamos a vivir de un modo más solidario. Por eso, esta "Navidad" de África implica por nuestra parte un tipo de más honda solidaridad espiritual, económica, humana, en sus varios niveles.

 Así lo hace el P. Luis y su grupo de "misión carmelitana", acogiendo en España a personas más amenazadas de lugares llenos de conflictos y, al mismo tiempo, promocionando obras de alimentación, de educación y de servicio social, principalmente en Angola, pero también en otros paises.

  No se trata de una obra "grandiosa" en sentido externo (con millones de euros puestos al servicio de los pobres), pero es una obra muy produnda, muy concreta, muy cordial, persona a persona, grups a grupos, vinculando el compromiso espiritual con el social, utilizando unos métodos "artesanales", como sigue diciendo el Papa Francisco: Exposiciones misioneras,  mercadillos sociales (con ayuda de productos donados por comunidades religiosas, con volunarios que emplean muchas horas al servicio de la comunión interhumana, de la acogida, de la educación.

   Esto es algo de lo que hace el P. Luis con su grupo de misión carmelitana, desde Salamanca. Esto es lo que nos dice dice (nos enseñadice) no sólo la exposición de los belenes, sino toda la acción del grupo de misión carmelita, vinculado por medio del P. Luis a la comunidad de Salamaca. 

   Ha sido para mí un gozo recordar esta misión, que me permite afirmar que la Navidad empieza en África y en todos los lugares donde personas como el P. Luis y su grupo de Misión abren caminos de oración y esperanza compartida, de solidaridad social, humana, de acogica y de animación de grupos en riesgo en el Congo, en otros lugares de África y de América.  Podría citar uno a uno a los colaboradores del P. Luis en este misión. Pero no es necesario: Dios les conocer, y les conocen muchos pobres y grandes cristianos de África y América. Gracias a todos ellos y en especial al P. Luis, con quien me atreve a posar en la imagen que sigue, a la puerta del "mercadillo" de misión al comienzo de la Navidad 2021, en el convento del Carmelo de la Calle Zamora de Salamanca. 

   Así puedo  terminar esra pobre exposición sobre "La Navidad es África",  agradeciedo al P. Luis por su siempre gozosa amistad. Gracias a tí y tu grupo de "misión carmelita", Gracias por permitirnos creer en la Navidad,