X. Pikaza, un ministerio cristiano (K. Aldai)

Hace ya nueve años, Koldo Aldai, colega y analista religioso, con un precioso "portal" en RD, me hizo una entrevista "inteligente" (por su parte, no por la mía), para Fundación Ananta.

Aquella entrevista puede leerse aún, y yo la sigo suscribiendo, a diferencia de otras, que cambian matices y tonos de la conversación, pues K. Aldai transcribió y comentó fielmente mis palabras y sentimientos, una tarde gozosa de encuentro en el alto y frío Burgos, en Madrigalejo del Monte.

Pero, releyendo el texto antiguo y queriendo rescatar para este blog su contenido, he querido precisar algunos de sus rasgos.Conservo para ello (con algún retoque) las antiguas preguntas, pero introduzco algunas reflexiones que me parecen significativas en este momento teológico-eclesial, sobre todo en lo relacionado a los ministerios cristianos de la Iglesia católica, en los que quiero aportar mi colaboración, mano a mano con otros muchos, como dije al final de la entrevista.

Kaixo, Koldo. Sé que no te enfadarás porque actualice y publique en mi blog tu entrevista". Sabes que te leo y aprendo... y que Mabel y yo te seguimos esperando, pero no en Madrigalejo, sino junto al maizal de San Morales, cerca de Salamanca, un buen sitio para pasear con Zury encontrarnos.


Yo he pasado alguna cerca de Estella, y he querido subir a tu refugio del Urbasa, pero no he podido, aunque sigo teniendo la intención de hacerlo, para contemplar contigo (y con Mabel) la pared quieta de rocas, el fragor de la cascada de Urederra, los hayedos, la pradera, las ovejas...

Un beso de Mabel, un abrazo mío.
K. Aldai en RD http://blogs.periodistadigital.com/tierraliberada.php.
Texto original de la entrevista: http://www.fundacionananta.org/web/ http://unarealutopia.blogspot.com.es/2009/03/entrevista-xabier-pikaza-koldo-aldai.html


Así me presentaba Koldo:

Atiende al llamado incesante de la Tierra, según el libro de sus Siete Palabras (PPC, Madrid 1996). Quien escribió “Si me quitan la libertad, me quitan el evangelio” sale a correr todas las tardes por los campos de Castilla. Tiene 76 años, pero le gana corriendo a “Zury” su inquieta perrita negra, cuando abre las puertas de su casa.

Corre con vaqueros y camiseta caqui en mitad del invierno por los campos del pueblo donde vive. Corre también con sus sentires y reflexiones de futuro. Por eso un día tuvo que dejar la vida religiosa oficial, para ser fiel a su camino, en las nuevas circunstancias de su vida, sin una protesta, sin asomo de acusación. Todo le parece bien, todo le parece "gracia".

Xabier Pikaza tiene el valor de quienes van más allá de una ortodoxia cerrada en el tiempo, y a fuerza de kilómetros a campo abierto va descubriendo caminos de ortodoxia superior, vinculada a la historia de Jesús, no para imponerla a nadie, sino para tomarla como punto de partida de un futuro más fiel al pasado de Dios que es todo tiempo.

Su Dios es movimiento, comunión y libertad: “No me gustan las imposiciones superiores, las victorias decididas de antemano, las manos que dominan a las manos”. No legustan las victorias de nadie sobre nadie. Quien gana imponiéndose pierde siempre. Quien humilla al vencido se destruye a sí mismo.

No en vano afirma que siempre le ha movido un gran deseo de libertad, incluso por encima de una experiencia religiosa impuesta por oficio, incluso por encima del gozo de saber que le ha movido desde sus años juveniles.

Un nuevo ministerio, el ministerio de siempre

Crecido en la cultura del esfuerzo, cada mañana se vence a sí mismo. Con esos ojos brillantes, con ese espíritu dinámico se hace difícil imaginarlo quieto, parado escribiendo extensos tratados bíblicos y de teología. Horas al ordenador no le faltan.

Su mujer, Mabel, le acompaña. Ella tiene su pantalla junto a la de Xabier. Ella corrige libros, los mejora al recrearlos. Él escribe, con algún libro de referencia delante, con os ojos más allá de la ventana, hacia el infinito. No comparten monitor pero sí ventana, frío castellano y un mismo universo de esperanza y de fe.



Dejó un tipo de sacerdocio o, mejor dicho, un tipo de ministerio instituido, porque sacerdotes somos todos por bautismo o, quizá mejor, por creación: Creando vida en manos del Dios de la Vida. Precisamente ahora, me dice, se siente más sacerdote que nunca, en la línea de Jesús, sabiendo que el verdadero sacrificio es la vida entendida como don, vivida en agradecimiento, en comunión con los demás.

Se casó con esta extremeña dentro de la Iglesia, pues cree en el sacramento del amor que es la expresión de la vida, la bendición del riesgo y gozo de la existencia a dos, en compañía.

¿Piensas que no son ya necesarios los ministerios?

Claro que lo son, y más que nunca. Es necesario recuperar el sacerdocio universal de la creación. Por ser hombres (varones y mujeres) somo sacerdotes del Dios de la vida, todos juntos, cada uno con su vocación y carisma. Sacerdotes del mesías Jesús, mensajeros de su voz, su mano sobre el mundo...

Pero ¿son necesarios unos ministerios especiales?

¡Claro que sí! En un primer momento todos somos especiales, somos "columnas" del templo de Dios que es la vida, en la línea de Pedro, Santiago y Juan, que fueron, como dice Pablo en Gálatas "columnas de la Iglesia de Jerusalén"... Y en ese templo de la creación hay algunos que asumen por don de la comunidad y gracia de Dios ministerios especiales de unidad, de organización, al servicio de la Palabra y Sacerdocio de todos...

Y ¿qué hacemos con los presbíteros, los obispos y el Papa?

Déjalos, que están bien ahí, y además hacen una gran función, en línea de tradición, de recuerdo, de pasado... y también en línea de comunión presente de la Iglesia. Ellos son sacerdotes, como todos los cristianos... Pero han recibido en esta Iglesia concreta un "ministerio clerical/oficial" de unidad, y están bien ahí como signo de unidad de la Iglesia.

Pero ¿no crees que mandan mucho?

No lo sé, quizá sí. Son buena gente, la inmensa mayoría... Han buscado a Jesús, se han encontrado en ese lugar... y tienen una responsabilidad, no la única, pero importante. Yo me siento ligado a ellos. Gran parte de los obispos mayores, casi todos los cardenales de la Iglesia de España han sido compañeros mío. Te repito que son buena gente. Pero por ellos no viene la reforma y actualización de la Iglesia. Pienso que, sin negar la función "oficial" que ellos tienen, resultan necesarios nuevo ministerios de la Palabra, de la Celebración, del Servicio.

¿Por donde viene, pues la renovación cristiana...?

Viene por todos los que llevamos en el corazón y en las manos el recuerdo de Jesús como recuerdo de Dios, la tarea de Jesús como tarea creadora de Dios... Ellos son los primeros que tienen que aprender de toda la Iglesia, de todos los creyentes, de los teólogos... tiene una gran tarea que cumplir, y espero que la cumplan, pero al lado de ellos y con ellos han de surgir nuevos ministros de la Palabra, la Caridad y la Celebración cristiana, de manera que todas las comunidades que lo quieran puedan celebrar la eucaristía de Jesús.

¿Eso crees?


Eso creo. La misión de los Presbíteros oficiales y de los Obispos no es la única en la Iglesia de Jesús, ni quizá la más importante. Pero es muy significativa. Ellos tienen en concreto una inmensa tarea de evangelio..., en sentido oficial, estructural, y en esa línea son los primeros han de cambiar, en clave de evangelio...

¿Por qué no te quedaste, pues, en esa jerarquía...?

Eso no es jerarquía... es un servicio. No me quedé porque encontré a Mabel, y en este momento no se admite en la Iglesia oficial la existencia pública de sacerdotes casados.... No me quedé porque me di cuenta (¡quizá tarde!) de que esa "función oficial". que ya conocía muy bien...no era lo mío. Me di cuenta, por Mabel y también por las grandes dificultades que tuve en la enseñanza de la teología (¡por dos veces me echaron...!), de que Dios me llamaba a otra cosa, en el campo de la libertad y de la teología. Y creo que así he podido aportar mucho más, en estos últimos catorce años (desde el año 2003), en paz, en comunión, en profundización teológica...

Veo que tú has cambiado... pero ¿crees que cambiarán también los ministros oficiales?

Les va a costar, pero tienen que cambiar, sí o sí. No tienen más remedio. Un tipo de "clero oficial" se acaba, al menos en el mundo occidental, y pienso que eso es bueno. En lenguaje coloquial te diría que se están "quedando sin clientes...". Y eso es bueno, porque en la iglesia no hay patronos y creyentes, sino hermanos. Pero no me gusta ese lenguaje. Prefiero decir que van a cambiar por impulso interior de evangelio, por la necesidad de una re-evangelización...Y ellos van a descubrir que tienen que ser hermanos, que no son sacerdotes sobre nadie ni para nadie, sino con todos...

¡Y de esa forma desaparecerán!

De ninguna manera. No se trata, a mi juicio, de des-aparecer, sino de aparecer y actuar de forma nueva, siendo lo que tenían que haber sido siempre, sin subirse a la peana de mon-señores y ex-celencias... Estarán en el campo abierto de Jesús, en el corro de los amigos del evangelio, con una tarea especial de coordinar, de aprender, de impulsar... en una iglesia que sea fraternidad y comunión real, todos iguales desde el Cristo, como dice Gal 3, 28... Que no tengan que decir que son iguales y hermanos, que lo sean, que lo seamos todos. Porque lo que importa no es la forma externa de los ministerios, sino la re-evangelización.

Hablas de re-evangelización. Pero ¿es eso posible a estas alturas?

Pienso que es necesario... y por lo tanto es posible. Creo que algunos no se han enterado. Veo que en la CEE no hay ni una comisión de re-evangelización, de buscar y trazar nuevas formas de evangelizar, como si todo tuviera que seguir lo mismo, con las parroquias clericales de siempre... En la línea actual, en lugares como el Estado Español... a esta iglesia clerical, en su forma presente, le quedan poco más de diez años de vida, no por teología, sino por biología.

Pero tú estás fuera...

De ninguna manera. Me siento más dentro que nunca, comprometido a encontrar formas de re-evangelización. ¿Por qué otra cosa crees que estoy implicado en esta labor teológica...?

Entonces, te sientes ligado a la Iglesia concreta...

No solamente ligado, pues "soy iglesia concreta", con Mabel, con las gentes de este pueblo que el domingo celebran la eucaristía con su "cura" como signo de Jesús en el pan y el vino... Estoy en esta iglesia donde está en el pueblo grande el obispo y en Roma el Papa, porque es bueno y necesario el signo de la comunión concreta, precisamente porque todos somos sacerdotes...

Pero, en conclusión ¿no es necesario el cambio, la renovación en los ministerios?

¡Claro! El tipo de ministerios de la Iglesia Católica actual tiene un fondo de evangelio, pero, al mismo tiempo, lleva las marcas del imperio romano, del feudalismo medieval y, sobre todo, del absolutismo moderno, del barroco en adelante... Todo es bueno, como recuerdo, pero no es la esencia... Hay que volver al ras de tierra de Jesús, del mano a mano. ¿Sabes que a Jesús le gustaba tocar, animar, sanar...?

De un modo más concreto ¿qué hacemos para que venga esecambio de ministerios del que hablas?

Vivir la espiritualidad, en hondura. Vivir el Evangelio, buscar el Reino... y lo demás vendrá por añadidura, como dice Mt 6. Pero no te preocupes, que está viniendo... Por otra parte, el cambio no empieza desde los altos ministerios, sino desde el Sacerdocio Común de todos los creyentes, desde la creatividad
ministerial de las iglesia... con la aportación de lo que actualmente seguimos llamando "jerarquía"... El cambio está viniendo desde la vida, desde los excluidos y los pobres, desde los que contemplan el misterio de Dios y aman, como Jesús, creando espacios de sanación y comunión.


Entonces, tú ¿te sientes ministro de la Iglesia?


Es así. Dejé uno ministerios... para ser más ministro. Ministro es el "minus", el que se cree y es pequeño, pero acompaña, ayuda. Yo, ahora, con Mabel, en un pueblo de la honda Castilla estoy acompañando con mi ministerio de teólogo al camino de la Iglesia...

Un católico sin más...

A Xabier le gusta decir que ahora es “un católico sin más”, esto es, un cristiano, mesiánico y cristiano universal, en un mundo donde el mesianismo es utopía de paza y de reconciliación, para seguidamente añadir: “No creo que la distinción de laicos y sacerdotes sea esencial en la Iglesia. Todos los cristianos formamos parte del llamado ‘pueblo de Dios’, aunque podemos y debemos ejercer funciones distintas”.

La mía, me dice, es el amor buscado, agradecido, compartido con Mabel... y el trabajo teológico, al servicio de la mejor comprensión del evangelio... Ahora soy más ministro de iglesia que antes, aunque muchos no lo vean así... pues dedico más tiempo y corazón, con Mabel, al servicio de la teología. Sin ella no podría ser lo que soy, ni trabajar como trabajo desde la raíz del evangelio.

Teólogo de referencia

En el pequeño pueblo castellano no saben que es uno de los teólogos progresistas de referencia, que ha escrito más de treinta libros. Tampoco saben que hubo de dejar a los mercedarios tras tres decenios de magisterio en la Universidad de Salamanca. En el pueblo no saben que sus trabajos han sido traducidos a diferentes idiomas, que su obra se distribuye por todo el mundo. Para los aldeanos es el que escribe y escribe, el que desembarcó hace unos años con un camión cargado de libros.

Enraizado en la tradición... La abuela, la madre

Una fría tarde de invierno llamamos a la puerta de este vasco tozudo que fue cesado por diferencias doctrinales con la jerarquía (gracias a Dios, dice, me hicieron un favor...), mejor dicho, nos hicieron un favor, pues estábamos ya para declararnos uno al otro, Mabel y yo. Si, me cesaron de la Universidad y la enseñanza, pero, en sentido más profundo, me cesé yo mismo, por claridad de evangelio, por seguir mi vocación, por ser coherente con mi llamada compartida (con Mabel) al amor y al estudio del Nuevo Testamento.

Así es, este vasco de Orozco que en el 2003 inició una nueva vida privada ... No, me dice, inicié nueva vida privada y pública, pues públicamente nos casamos, y públicamente publico libros de teología y doy algunas clases, cuando me llaman y me dejan, en universidades católicas (más en América que en España, porque en España la política oficial de la Iglesia ha tenido miedo).

Su vida en la infancia fue una continua superación de esfuerzos y vencimiento de riesgos... Pero eso es la vida de la mayoría de las personas. Sólo arriesgándome sentía mi valor, me podía valorar como persona: “Aquí estoy yo, lo he conseguido”. Pero también podía añadir: “Ha estado Dios, estoy acompañado”.

¿Apegado a la cultura del esfuerzo?

No nacíamos ya hechos, teníamos que hacernos, naciendo del esfuerzo. La vida es para mí continua superación, un juego fuerte en el que debo superarme para conseguir aquello que deseo.

¿Y a la del riesgo?

La vida lo implica. Sólo arriesgándose y “jugando” a fondo puede conquistarse su tesoro. Yo jugué y así he seguido viviendo desde entonces, con la sensación de que la gracia de Dios ha venido acompañando y sosteniendo la jugada.

El recuerdo de su madre siempre ha estado latente…

Era maestra. Le hicieron un juicio militar por ser nacionalista y aceptó el castigo: fue a la escuela de montaña más montaña de la actual Cantabria. Era una ley de cañones, imposición de vencedores. Vivir supone aguantarse, llorar en silencio, morar fuera de casa. En mi entraña creció una sed de libertad para mi pueblo y para todos los hombres derrotados de la tierra. Supe que Dios es libertad en medio de opresiones, supe que era tierra en un mundo hecho destierro y verdad en una escuela oficial que presidía el crucifijo y donde sólo se aprobaba diciendo mentiras.

Dios, la libertad. Dios, el amor

Sartre decía: ¡Si hay Dios yo no soy libre!...

Yo en cambio formulo que sólo si hay Dios puedo ser libre... Creo que eso me lo enseñó mi padre, marino de cien mares... aunque no pude disfrutar mucho de su amor y de su guía, pues murió siendo yo niño... y nada ni nadie ha tapado su ausencia. Creo que por él se que Dios es la verdad y la hondura de la comunicación, es la fuente de verdad y de la radical comunión interhumana, es la misma libertad original, hecha vida en Jesucristo, en contra del fascismo anticristiano entonces imperante (y aún ahora).

¿Valoras mucho la comunicación?

No es que la valore mucho o poco... Es que creo que la Comunicación (así, con mayúscula) es el mismo Dios, que se va diciendo, va hablando, compartiendo su misma vida en nosotros. Creer es comunicarse en palabra de diálogo gratuito, abierto hacia todos los humanos, y abierto en hondura hacia el misterio y abismo de la propia interioridad. La comunicación no vale para otra cosa, ella misma es el valor, es el Espíritu de Dios en nuestro espíritu.

¿De dónde viene esa fe?

Como San Juan de la Cruz podría afirmar: “Ya no guardo ganado, ni tengo otro oficio, que ya sólo amar es mi ejercicio…” En el fondo de mis quehaceres voy descubriendo un manantial de amor, la posibilidad de vivir en transparencia. Hago muchas cosas pero en el fondo sólo me importa el amor, y eso lo he sabido siempre, y ahora lo sé de un modo especial por Mabel y con Mabel.

¿Qué es Mabel para ti?

No es qué, sino quién... Ahí está. Es ella, sin más... Un día me vino a la vida como regalo, ella se dio, yo me di. Somos un regalo de cada noche y cada mañana. Es la voz directa, inmediata de Dios... Por ella y con ella conozco el universo, pues ella es Cristo para mí, como dice la Carta a los Efesios (invirtiendo y completando su referencia al varón...).

Pero se dice que la mujer es imposición, no sirve para la libertad de los ministros, que han de ser célibes...


Yo creo en un celibato de Reino, en libertad contemplativa, en interioridad desbordante, en servicio universal... He sido célibe cuarenta años... y me ha ido muy bien, he sido fiel. Pero soy ahora más fiel, con ella y en ella, por el mismo Cristo que es fidelidad concreta. Imponer un celibato me parece desafortunado. Ha terminado siendo muchas veces un tema de poder, de falta de claridad...

¿Te parece esencial la claridad?

Sin duda. Jesús decía ya, en Mt 23, 1-11, que el mayor pecado es la hipo-cresía, decir una cosa y ser/hacer otra. Lo que importa es que cada uno sea claro y fiel en el amor... Casado o soltero, homo- o hétero... En fidelidad, en claridad, en ternura...Mano con mano, ojos con ojos, como Jesús, por los caminos de la vida...

Pero una mujer concreta, dicen, impide la universalidad

Eso es una tontería. Lo universal sólo se da en lo concreto, Dios en Jesús de Nazaret, la Iglesia universal de los hombres en iglesias concretas... Una mujer no es sólo todo el universo en general... Es mucho más. Una mujer, un hombre es "todo Dios" en Cristo. Y vivir con ella y por ella es vivir en el Cristo de todos los hombres y mujeres...

Estoy enamorado de ella y con ella estoy enamorado de la vida universal en Cristo, y de la vida en ella, una mujer muy concreta, ella, sin más, siendo de algún modo todo el Universo que es Dios. Estoy convencido de que el hombre es ante todo un animal de amor, un viviente hecho para querer y ser querido.

¿Cómo se concreta esto?

Amando cada día. Dejando que ella sea mi palabra... que podamos ser Palabra juntos, en el amor del Cristo de Dios, que es la Palabra y la comunión universal...

¿No te cansa?

Nada de eso. Me estimula cada día, mientras llega la plenitud de la vida en la muerte. Dejar la vida en manos de Dios, dejándola en manos de este universo de Vida.

Me han dicho que eres melancólico, como buen vasco.

Creo que lo soy, pero procuro que el camino de amor/amistad no se me vuelva pura melancolía (¡tengo ya años para la melancolía), sino que sea vida de mi vida, desde la mañana a la noche. Soy un hombre seglar (soy del siglo), siendo por tanto simplemente humano. Soy religioso con Mabel; pero ser religioso no es ya otra cosa. Es la misma Vida en mi vida, en nuestra vida. En ese sentido soy Iglesia, en la línea de Jesús, pues Iglesia es la comunión de aquellos que se encuentran en la vida, que comparten recuerdos y esperanzas...por Jesús (en mi caso, en nuestro caso), pero abiertos a todos los que de un modo o de otro aman y creen, sufren buscan.

Diálogo de religiones

¿De dónde viene ese entusiasmo por el diálogo interreligioso?

Hay una gran capacidad religiosa en el ser humano, pero sabiendo que la religión es la misma savia de la vida, no algo añadido, no algo superior a la vida. Religión es dialogar todos, escuchar y comunicarnos, sin perder nuestras identidades. Puedo pensar que tengo razón, pero no puedo decirlo así, ni menos aún imponer esa razón. Sólo tengo razón en el momento en que creo que también el otro la tiene, y que la tenemos al dialogar, al aprender uno del otro y con el otro, especialmente ahora con Mabel, pero sabiendo que éste es un camino que se abre hacia todos.

Pero hay varias religiones.

Claro, es bueno que las haya, no sólo porque hay otros que así me comunican su experiencia interior, su visión del cosmos, para que yo pueda aprender y sentir de otra manera. Sería aburridísimo el andar buscándome siempre y sólo en mi mismo... Pero hay más, en cada uno de nosotros hay algo de otras religiones. En un plano tengo que dialogar con el budista, el musulmán, el hinduista… que llevo en nuestro interior.... y luego dialogar con ellos mismos, con el musulmán y el budista de fuera, y con el agnóstico, y con el ateo... Porque Dios, el Dios de Jesús, es de todos.

Pero quizá relativizas el Evangelio

Sí, quizá lo relativo... pero en el sentido más hondo posible, porque el evangelio es relativo porque es relación de vida, no sólo con otros cristianos, sino con todos los hombres y mujeres de todas las religiones, en especial con los expulsados de la sociedad... Esto es creer en la comunión no sólo de los santos (personas), sino de las realidades santas... Se ha dicho que lo santo es lo separado, lo cortado... cuando es todo lo contrario. Lo santo es lo que me vincula, lo que me introduce en la savia universal de vida de eso que el evangelio llama la "gran viña" de Dios que es Jesús (=que se expresa en Jesús). En esa línea, en la comunicación es lo más hondo y transformante de todo el evangelio. Es creer en la palabra que se dice y se escucha de forma encarnada, en el gesto de los ojos, en la fuerza del trabajo y el cariño de las manos.

¿Cómo se articula esto?

Una fe, una experiencia profunda y muchas religiones. El diálogo hay que hacerlo desde el respeto al espacio propio de cada grupo (abriendo que no puedo invadir el espacio de los otros...), pero, al mismo tiempo, creando espacios comunes de encuentro.

Hay diferentes teorías al respecto del diálogo interreligioso. Hay quienes apuestan por la mística como vínculo universal, hay otros que ponen el énfasis en el acercamiento entre las bases religiosas, entre los seguidores de unas y otras religiones. En cualquiera de los casos es preferible evitar la discusión teológica. Es muy rico añadir al diálogo interreligioso una mutua fecundación cultural.

El dogma no ayuda en este reto…

El dogma nos ayuda a centrarnos en lo esencial. En ese sentido, dogma significa lo que brilla, lo que luce... sin imponerse, sin cerrarse en sí mismo. En esa línea es bueno el dogma... pero al mismo tiempo se corre el riesgo de que un tipo de dogma mal entendido absolutice un tipo de religión frente a las otros. En esa línea, un mal dogma, o mejor, un dogma mal entendido, puede fosilizar la religión, perderla. Las tradiciones se mantienen en la medida en que se recrean. Las grandes religiones han sido casas grandes en las que ha habido de todo. Cuando se ejerce un dominio excesivo es peligroso.

De nuevo la Iglesia

¿Un ideal de Iglesia?

Comunidad responsable y gozosa que comparte la Palabra. Revelación de Dios en nuestros caminos, institución del amor hecho servicio. La Iglesia como estado general del amor es el lugar donde amo y soy amado; es el conjunto de lazos que por Cristo y desde Cristo me unen con los hermanos... Creo en mi iglesia concreta, que empieza en y con Mabel... en la Iglesia de los cristianos, para hacer así iglesia universal.. Ella es el lugar, donde en confianza y apertura de Dios, los hombres de este mundo intentan hacer suyo el cumplimento del mensaje de Jesús: “Amaos los unos a los otros…”

¿La religión es preciso organizarla?


Ha habido personas muy espirituales que han sentido sin más la necesidad de comunicar lo que han vivido, que les ha llegado simplemente la llamada a ofrecerla. La Iglesia ha querido organizar la espiritualidad hasta el milímetro. Vivimos en la patología de una religión que desea controlarlo todo. La religión es un lenguaje. La espiritualidad no sólo me une a la vida y a la naturaleza, también me une a los otros. He de encontrar elementos que me vinculen, signos que otros entiendan.

¿Qué le pediría a la Iglesia cristiana de hoy?

Que exprese y actualice entre los hombres el amor de Jesucristo, que empiece cada día su camino desde la experiencia interior y social de Jesús, que abra espacios para los excluidos, pero sin forzar nada, sin imponer. Iglesia es sabes que estamos "convocados" (de kalein...) a la vida que se comparte y abre, siendo, al mismo tiempo, cada uno de nosotros, un auténtico solitario... un viviente de misterio. Casi todo lo que voy pensando, todo lo que he escrito está fundado en esta experiencia y exigencia de liberación cristiana.

¿Falta libertad en la institución?

Ciertamente, ha habido una religiosidad dominante y una institución que se ha creído en el derecho de imponer, de afirmar lo que está limpio y lo que no, lo que es verdadera y falsa espiritualidad. Ha hecho servicio, pero también ha generado males. Dentro de una Iglesia organizada es muy difícil que haya autonomía espiritual. Hay ejemplos tristes que conoces, y que no es preciso repetir.

¿Necesitamos de las raíces para poder avanzar hacia el futuro?

La tradición nos proporciona raíces, pero en nuestro caso, la Iglesia católica ha ahogado demasiado la espontaneidad. Vivimos un momento de espiritualidades unidas.

¿Vigencia al día de hoy de las religiones?

Las religiones son válidas en la medida en que nos alimentan y nos ofrecen estímulos, sin embargo debemos recrearlas y podemos incluso sobrepasarlas, al menos en su forma actual. Esto es evidente en un tipo de iglesia católica (y en general en un tipo de iglesias cristianas): Sólo en la medida en que las religiones mueran en un tipo de forma podrán renacer de nuevo, en otro plano, en más profundidad. La religión mantenida en sí misma, sin recreación puede ser también repetición vacía, un sepulcro sin vida. Hoy una parte considerable de la expresión católica del cristianismo tiene que morir... para nacer de un modo distinto, desde Jesús resucitado.

Las tradiciones no se pueden imponer. Es preciso ver las aportaciones de las demás tradiciones a nuestra propia tradición. La raíz común se puede manifestar en formas distintas. No es preciso romper con la tradición, pero tampoco conviene absolutizarla. La clave es el encuentro, el diálogo entre las tradiciones, sin cada una perder sus identidades.

¿Se puede ser de diferentes religiones al mismo tiempo?

Yo no sé si se puede ser varias cosas al mismo tiempo. En mi interior albergo la influencia de otro tipo de credos. En un sentido sigo siendo pagano. Mi verdadera y profunda religión es la de mi amama (abuela en vasco vizcaíno). He aprendido a ser cristiano, pero aquello me surgía espontáneo... y después he comprendido y asumido el valor de otras experiencias y caminos religiosos, aunque siempre vuelvo a la historia de Jesús, que me sigue fascinando, no para negar otras experiencias, sino para vivirlas mejor...

La abuela, la vida, Jesús

¿Qué recuerdos guarda de aquel tiempo de tu abuela?

Enseñanza muy profunda y oración verdadera fue la de bendecir con mi amama los campos sembrados... ella me habló con su vida de la sintonía del cielo y de la tierra, de la vida vegetal y animal... siendo como era, al mismo tiempo, una gran cristiana. Nadie tuvo que enseñarme nada, no hubo necesidad de catequesis. Del fondo de los siglos llegaba el sacramento del niño y de la abuela con la tierra. Tengo vívidos recuerdos religiosos ante los fenómenos cósmicos, al orar cuando se metía el sol, cuando la tormenta…

¿Cómo nos habla Jesús hoy?

Nos habla viviendo en nosotros. Yo he dicho muchas veces que lo propio de Jesús a diferencia por ejemplo de Mahoma es que Él ve que le van a matar y no huye a Medina, la Provincia, y no organiza un movimiento armado, sino que él mismo va a Jerusalén, exponiéndose a la muerte, pero esperando también que pueda actuar Dios y convertir a los de Jerusalén. Él se arriesga. Hoy no estoy tan seguro de es diferencia entre el Jesús asesinado y el Mahoma/Muhammad que conquista la Meca... pero pienso que ése es un tema que debe profundizarse. Los evangelios recogen elementos importantes de cómo actuaba Jesús, pero es preciso actualizarlos. No quiero con eso minusvalorar a Mahoma, pero creo que se sitúa en otro espacio y proyecto de vida, porque su tiempo y circunstancia era diferente.

¿Mejor a solas con Dios…?

En el encuentro con Dios, en un plano, no interviene nadie. Cada uno vive su experiencia... Pero al mismo tiempo, cada uno anima a otros con esa experiencia, la comparte. La estructura posterior es secundaria. Se puede pertenecer a una institución grande, siempre que ella garantice espacios de libertad. Pero, al mismo tiempo, mi experiencia es auténtica en la medida en que me libera de un yo cerrado, y me hace transparente a los demás, en comunión de libertad.

Aún sacerdote Vd. escribió: “Quiero descubrir esta frágil carne como lugar teológico supremo, es decir como revelación del Dios de Cristo.

Ya, creo que sí. Ser carne significa aceptar mi propia debilidad, haciéndola principio de comunicación y de esperanza…”. En esa línea quiero subrayas de la comunión de un varón y de una mujer, que se saben y se dicen cuerpo compartido, sangre común, allí donde el uno descubre, en gozo pleno y en dolor total de muerte, que está dando su propio ser al otro, que no se pertenece. Y digo esto sin negar en modo alguno el valor y el impulso de otros amores, en línea homo-sexual..., en forma de profundidad personal, de libertad, de gratuidad.

Ya recuperó la salud de sus ojos, ¿cómo andamos de corazón…?

Tengo un corazón frágil, pero lo descubro latiendo cada día, renaciendo de sus ruinas, brotando milagrosamente de sus propios inviernos y temores... Tengo un corazón que ha crecido con Mabel, y creo que seguirá creciendo...

Últimas preguntas, cuestiones centrales

¿Otros latires…?

Entusiasmo por la vida, evocación de muerte, sensación de libertad, gozo por la tierra que me acuna, caricia de colores y de aromas, bienestar tras el esfuerzo…

¿Verdad?


La verdad es algo que no se puede imponer. Una verdad que se impone no es la verdad.

¿Dios?

Principio, camino y meta del amor. Dios es el amor concreto que está al fondo y en el centro de la pobre carne humana.

¿Tentación de silencio, de cerrar los libros?

No sé lo suficiente como para callar. No tengo la madurez necesaria para quedarme quieto. Por eso sigo escondiendo mi ignorancia y miedo en mil escritos. Ahora estoy empeñado en comentar los evangelios, no desde el pasado, desde el día de hoy, 2009, 2017... en esta iglesia del camino, desde el fondo de mi tierra vasca, en la llanura de Castilla, para el mundo... Cada año hago uno o dos viajes a América, para aprender, para compartir.

Imagine la inmortalidad…

No quiero (ni creo que pueda existir) una inmortalidad aislada, sólo mía. La inmortalidad está en que Dios me acoja y quiera, resucitándome en el Cristo universal. Creo en la resurrección compartida, que consiste en recibir y culminar la vida como don y de gozarla en compañía, como regalo de Dios, pues nada se pierde en el camino, sino que todo culmina se acoge en el Cristo resucitado.
Creo en la resurrección de la carne, no sólo del puro espíritu, en el encuentro de mi mano con la mano de otros muchos (¡todos!), en el gozo de mis ojos que verán como son vistos, que conocerán como son conocidos en Dios en el Cristo (1 Cor 13), en la Resurrección de la Vida que empezó en el Cristo Universal que sigue siendo Jesús de Galilea.…

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