La verdad del evangelio, conforme a San Pablo, no es sólo dar de comer al hambriento (Mt 25,31-46), ni comer  todos, pero cada uno por su lado, sino vivir en libertad y comer juntos.

Fue la primera disputa eucaristica, quizá la más grande de la Iglesia. ¿Comer juntos o cada uno por su lado, para no mancharse, judíos "puros" por una parte y gentiles "peligrsos" por otro? Esta fue la razón de la disputa que san Pablo tuvo con San Pedro en Antioquía,  después del llamado Concilio de Jerusalén, en Gal 2. Leed, por favor, Gal 2 fijándoos en 2, 15 y 2, 14: La verdad del evangelio es la libertad y comer juntos nada más, pero tampoco nada menos.

Esta es nuestra disputa, en el siglo XXI. Tenemos eucaristía,pero cada uno por su parte, sin crear comunidad de mesa, de diálogo... Tenemos eucaristía, pero sin crear comunión de vida y mesa.

A Pedro le bastaba que comieran todos pero sin juntarse para formar una comunidad de mesa,,cada uno en su casa, los judíos por un lado, los gentiles en otros, rezando unos por otros.

Pero Pablo le contestó diciendo que eso no era eucaristía, pues la verdad del evangelio es comer juntos (Gal 2, 14). Ésta es quizá la discusión mayor que se ha dado en la historia de la Iglesia Así lo quiero recordar este jueves 11.06.20, día clásico del Corpus en la liturgia cristiana.  

((Imágenes de la disputa de Pedro y Pablo, por el Greco y Rembrandt, geniales, aunque poco agresivas; están ellos solos, disputanto sobre la Biblia, aunque la disputa era sobre el pueblo: "comer juntos"... Ni ortodoxo/católicos ni protestantes se han atrevido a entrar en el tema. Cuento esta historia en el libro de una imagen de abajo, pero la cuenta de un modo mucho más extenso y razonado mi amigo. J. J. Bartolomé, en su tesis del Bíblico de Roma, y la cuenta mejor Mino Cerezo, en su cuadro)).

La Eucaristía no es "comer" el par de Cristo, sino comerlo juntos (Gal 2, 14)

 ‒ Así le corrige Pablo a Pedro cuando viene a Antioquía y, dejándose llevar por algunos integristas, crea dos comunidades separadas, una para los judeo‒cristianos y otra para los pagano‒cristianos.  Pablo le responde diciéndole delante de todos que la “verdad del Evangelio” (Alêtheia tou evangeliou) es la Eucaristía: Comer juntos, crear una comunidad en torno a la comida, en recuerdo de Cristo.

  Esta experiencia y tarea de “comer juntos” (synesthien)  constituye para Pablo la esencia irrenunciable del mensaje mesiánico de Jesús. Sin comida compartida no se puede hablar de libertad cristiana, ni de verdad del evangelio (cf. Gal 2,5.14).

(a) Dogma petrino. Dar de comer a los pobres, tal como  lo establece el artículo final  del Concilio de Jerusalén, cuando los "padres sinodales" (Santiago, Cefas y Juan) le dan la mano a Pablo y le dicen "pero no te olvides de los pobres (cf. Mt 25, 31‒46).

(b) Dogma paulino:  No sólo comer, sino comer juntos. No se trata simplemente de dar a los pobres, para que coman luego separados unos de otros, sino de “comer con los pobres”, compartir el pan, en conversación, en reconocimiento mutuo. No se trata pues de que los pobres coman en su gueto, separados…  En ese sentido, la palabra clave del cristianismo es synesthiein, comer juntos.

 (c) Comer juntos, principio de toda conversión, esencia del evangelio. Vengamos al caso de Gal 2. Comer juntos significa hacerse hermanos, unos y otros, judeo‒cristianos y pagano‒cristianos.  Los judeo‒cristianos tienen que superar sus pretensiones de verdad, sus normas y tabúes de limpieza, sentarse con gentiles a los que juzgaban pecadores… Por su parte, los cristianos de la gentilidad tienen que ceder también, acogiendo su mesa,  a los judíos. Comiendo juntos aprenderán a ser  hermanos.

¿Cada cuánto tiempo  tienen que comer juntos? 

Una comunidad se establece “comiendo juntos”. Una comunidad cristiana se funda y ratifica en el hecho de que creyentes en Jesús pueden comer y comen juntos, en ciertos momentos, para recodar a Jesús, celebrar su memoria y vincularse en comunión unos con otros. Cada familia cristiana tiene su casa. Pero hay además una casa común “una casa del consejo/concello”, un “ayuntamiento”, una casa del “consistorio”, udaletxe/udala donde se reúnen todos para compartir la palabra y la comida. Los textos de Nuevo Testamento no resuelven el tema en forma legal, sino que lo dejan abierto, conforme a lugares y tendencias. De puede hablar de dos modelos:

(a) Hay un modelo paulino, que puede llamarse antioqueno, pues Pablo parece haberlo tomado de la comunidad de Antioquía, donde estaba en vigor (años 40-50 del I d. C.). Había, según ese modelo, dos tiempos. Primero se juntaban y comían todos por grupos de familias o de afinidades. Pero después, en un momento, se juntaban todas las familias y grupo menores para recordar a Jesús y celebrar su presencia en el pan y vida compartido por todos.

(b) Hay un modelo más jerosolimitano, de la primera comunidad, en el que no se establecen separaciones, de manera que la misma comida de todos es comida eucarística… Todos se vinculan comiendo, y en un momento dado, en la misma comida, recuerdan y celebran la presencia de Jesús. Sea como fuere, en un modelo o en otro, se trata de compartir tanto el pan de la comida diaria…, como el pan‒vino del recuerdo de Jesús.  De todas forma, en un momento dado, la Cena del Señor, tomada en sentido estricto, tiende a formar una unidad, distinguida de la comida diaria…  Como muestra 1 Cor 11,17-34 (aunque para Pablo, la esencia de la eucaristía sigue siendo la comida compartida. 

Pueden variar los ritmos, pero sin comida compartida no hay eucaristía, ni fe cristiano, ni iglesia

– La eucaristía es memoria/presencia de la Entrega de Jesús,que está presente donde  dos o tres  se reúnen para orar y comer (Mt 18, 15-20). En esa línea se puede llamar “sacrificio”, pero no en sentido de muerte de animales, ni de oblación cruenta de la vida, ni de “satisfacción” a un Dios airado. El “sacrificio”, lo sagrado es la vida entregada, regalada, compartida.  El único "sacrificio" cristiano es comer junto, compartir el pan, sentarse a la mesa, dialogar... recordando aCristo.

‒ La eucaristía es la formación comunitaria del Cuerpo de Cristo, es el hecho de “synesthiein”, es decir, de comer juntos, no sólo en el sentido de compartir los mismos alimentos (en plano económico‒gastronómico), sino de hacer los unos alimento de y para los otros.  Comer juntos es compartir la vida, expresada en los “símbolos” (especies sacramentales) del pan y del vino que, en aquel contexto de Jesús y de la primera iglesia era los signos especiales y más importantes de la comunicación personal

–  Toda  la comida compartida es “sacramento” (es presencia de Jesús, como alimento, como comunión de vida…); pero dentro de ella hay un momento especial para recordar juntos a Jesús y para amarse unos a otros ante el pan y vino compartido. No se trata sólo de tomar el pan y vino de Jesús, sino de hacerlo dentro de una comida fraterna.

   Desde este fondo se entiende la palabra de Pablo, la palabra que le dijo a Pedro: No te olvides... La verdad del evangelio no es un dogma separado, sino la comida compartida (synestyien) recordando a Jesús y descubriendo, celebrando, juntos su presencia.  Sin la presencia de los hermanos... no hay presencia de Cristo.