Otra vida más alta. Las bienaventuranzas (Vida Nueva, 3238)

Esta síntesis sobre las bienaventuranzas como estilo de vida reúne tradición cristiana, análisis actual y propuesta de futuro. (B. Pérez Andreo, Vida Nueva)  

 Bienaventuranzas

FELICES VOSOTROS

Desde sus primeras páginas, esta obra trasluce la experiencia gozosa de una persona que ha sabido asumir las circunstancias vitales como propuestas de amor que Dios lanza para una transfiguración de la existencia. Soy un teólogo feliz, enunciado que Xabier Pikaza toma prestado de la obra que explicaba a E. Schillebeeckx, es la expresión que mejor define a este teólogo de largo proceso reflexivo y amplia producción teológica.

En sus palabras, lo que hay en este libro está vinculado con su decurso vital:

"Todo lo que en él presento está tejido con el hilo de mi biografía, desde la infancia con mis padres, en un hogar de seis hermanos, pasando por un estadio posterior de religioso de la Merced y profesor de teología en la Universidad Pontificia de Salamanca, hasta desembocar en mi vocación definitiva, como esposo feliz de M. Isabel Pérez y escritor apasionado, en una aldea de Castilla”.

 La felicidad es la clave de la existencia de este teólogo feliz, felicidad que se vive más allá de las circunstancias, pues estas son ocasión para comprender, asumir y proyectar la propia existencia como feliz. La felicidad no tiene que ver con unas u otras situaciones, sino con la asunción de la vida como un don que debe ser puesto en práctica, vivido hasta el extremo de darla por aquello y aquellas personas a quienes se ama. Por eso, las bienaventuranzas de las que trata esta obra deben ser recibidas como “un mensaje para resucitados mesiánicos”.

 Las bienaventuranzas son el modo de ser persona en la estela de Jesús, quien dio su vida por otra forma de vida más alta, la de quienes se saben hermanos y comparten cuanto son. Por eso, y en un sentido histórico plenamente actual, “o subimos de nivel y empezamos a vivir la gratuidad, en la dirección de las bienaventuranzas, o acabamos matándonos todos”. Las bienaventuranzas son una forma distinta de ser personas, teniendo la certeza de que, insertos en la resurrección de Jesús, revivimos en él y en cuantos se comprometen por un mundo de misericordia, paz y mansedumbre. Felices los pobres, los que lloran, los hambrientos y los perseguidos, porque solo ellos pueden captar ese otro mundo verdadero eclipsado por un mundo de injusticia y sufrimiento.

La obra consta de seis capítulos, que desgranan el significado de las bienaventuranzas para el mundo de hoy, desde el sentido de la felicidad como tarea primordial del ser humano, creado por amor para el amor y, por tanto, para la felicidad.

Esta felicidad ha sido la propuesta de las grandes religiones: por eso, se aborda la “Felicidad de Oriente: camino de contemplación o no-deseo”, de la mano de Buda, quien entendió la felicidad como la liberación del dolor y el deseo mediante un proceso de iluminación.

Tras Oriente, viene la “Felicidad bíblica: la dura trama del judeo-cristianismo”. El judaísmo ha trazado su propio camino, entendiendo la felicidad como la presencia de Dios y el despliegue del pueblo elegido. A continuación, se aborda la “Felicidad de Jesús, experiencia y camino de los pobres”, que el autor sitúa en el texto de Lucas, con sus cuatro bienaventuranzas: para los pobres, los hambrientos, los que lloran y los perseguidos. Es una felicidad vehiculada por la presencia gratuita de Dios y que se opone al mercado del dinero, de ahí que surja la novedad escandalosa del amor creador de Dios por medio de la muerte y resurrección de Jesús.

Patrimonio universal La “Felicidad cristiana,

las ocho bienaventuranzas”, las sitúa el autor en el evangelio de Mateo, expresión ya de la apropiación que hace la comunidad de la propuesta de Jesús. Los ocho macarismos son el patrimonio universal del cristianismo, que recoge las vías anteriores del no-deseo de la India, pasando por la dura experiencia de Job hasta llegar a la Iglesia, portadora de las bienaventuranzas. Este capítulo nos deja ante el epílogo: “Apocalipsis y experiencia pascual”.

Un tema querido por Pikaza, pues el Apocalipsis es el libro clave para entender el cristianismo como oposición al mundo de injusticia del capital, pero, a la vez, como propuesta de felicidad que transita desde la muerte a la resurrección de Jesús.

Esta es una obra de síntesis, muy apretada, que reúne tradición cristiana, análisis de la situación actual y propuesta de futuro. En los próximos decenios, el tema clave para la humanidad es el mismo que lo fue en la época de Jesús: cómo ser felices siendo pobres, asumiendo los límites de este mundo y construyendo un mundo de misericordia.

Jesús hizo una propuesta de felicidad para los que sufren; la Iglesia, en esa línea, espiritualizó la pobreza y magnificó la mansedumbre. Hoy será necesaria, como propone Pikaza, una mutación antropológica que nos capacite para lograr la felicidad.

 BERNARDO PÉREZ ANDREO 

Bernardo Pérez Andreo | PPC Editorial

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Portada VN Nº 3238

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