"Nuestra misión no es trabajar para suprimir a los malvados, sino para salvarlos" Francisco vuelve a reclamar un "alto el fuego global inmediato" por la pandemia del coronavirus

Ángelus del Papa
Ángelus del Papa

"La intención de los siervos es la de eliminar enseguida el mal, es decir a las personas malvadas, pero el amo es más sabio, ve más lejos: estos deben saber esperar, porque soportar las persecuciones y las hostilidades forma parte de la vocación cristiana"

"La intención del diablo es obstaculizar la obra de salvación, para que el Reino de Dios sea obstaculizado por trabajadores injustos, sembradores de escándalos"

"Será Dios, y sólo Él, quien premie a los buenos y castigue a los malvados"

"Sigo con preocupación el aumento de las tensiones en las regiones del Caúcaso, Armenia y Azerbaiyán, y espero que con el compromiso de la comunidad internacional, a través del diálogo y la buena voluntad, se pueda llegar a una solución duradera, que tenga como interés principal el bien de aquellas amadas poblaciones"

El trigo y la cizaña, una parábola para "conocer la paciencia de Dios", y "abrir nuestro corazón a la esperanza". Este fue el eje de la reflexión dominical del Papa Francisco, que pronunció el Angelus en la plaza de San Pedro ante cada vez más fieles, y en el que volvió a pedir a Naciones Unidas que comande la campaña por "un alto el fuego global inmediato" por la pandemia del coronavirus. 

"No colabora bien con Dios quien se pone a la caza de los límites y de los defectos de los otros, sino más bien quien sabe reconocer el bien que crece silenciosamente en el campo de la Iglesia y de la historia, cultivándolo hasta la maduración. Y entonces será Dios, y solo Él, quien premie a los buenos y castigue a los malvados", apuntó.

En sus palabras, el Papa recalcó cómo "en el campo en el que se ha sembrado la semilla buena, brota también la cizaña, un término que resume todas las malas hierbas, que infestan el terreno", algo que, añadió, también sucede en nuestros días. Frente a los que quieren arrancar de inmediato la cizaña, "es necesario esperar el momento de la cosecha: solo entonces se separan y la cizaña será quemada", para no arriesgarse a arrancar el trigo frente a las manos hierbas. 

Francisco, en el Angelus
Francisco, en el Angelus

El opositor por antonomasia

"En esta parábola se puede leer una visión de la historia. Junto a Dios - el amo del campo - que esparce siempre y solo semilla buena, hay un adversario, que esparce la cizaña para obstaculizar el crecimiento del trigo", apuntó Francisco. Un adversario que tiene un nombre: "es el diablo, el opositor de Dios por antonomasia. Su intención es obstaculizar la obra de salvación, para que el Reino de Dios sea obstaculizado por trabajadores injustos, sembradores de escándalos. De hecho, la buena semilla y la cizaña no representan el bien y el mal de forma abstracta, sino a nosotros los seres humanos, que podemos seguir a Dios o al diablo". 

"La intención de los siervos es la de eliminar enseguida el mal, es decir a las personas malvadas, pero el amo es más sabio, ve más lejos: estos deben saber esperar, porque soportar las persecuciones y las hostilidades forma parte de la vocación cristiana", añadió Bergoglio, quien insistió en que "el mal, por supuesto, debe ser rechazado, pero los malvados son personas con las que hay que tener paciencia".

Sólo Dios premia y castiga

Esto es: "Si Jesús ha venido a buscar a los pecadores más que a los justos, a curar a los enfermos antes que a los sanos, también nuestra acción como sus discípulos debe estar dirigida no para suprimir a los malvados, sino para salvarlos". Porque hay "dos modos de actuar y de vivir la historia: por un lado, la mirada del amo; por otro, la mirada de los siervos. Los criados se preocupan por un campo sin malezas, el amo por el buen trigo".

El Papa insta a la comunidad internacional que “se tome en serio” el drama de los refugiados sirios
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Y una llamada a los rigoristas: "No colabora bien con Dios quien se pone a la caza de los límites y de los defectos de los otros, sino más bien quien sabe reconocer el bien que crece silenciosamente en el campo de la Iglesia y de la historia, cultivándolo hasta la maduración. Y entonces será Dios, y solo Él, quien premie a los buenos y castigue a los malvados".

Pandemia y Cáucaso

En sus saludos tras el rezo del Angelus, Bergoglio hizo un llamamiento a un "alto el fuego global inmediato" en un tiempo en que "la pandemia no se detiene", con un pensamiento particular "a aquellas poblaciones cuyos sufrimientos se han agravado".

En particular, Francisco señaló cómo "sigo con preocupación el aumento de las tensiones en las regiones del Caúcaso, Armenia y Azerbaiyán, y espero que con el compromiso de la comunidad internacional, a través del diálogo y la buena voluntad, se pueda llegar a una solución duradera, que tenga como interés principal el bien de aquellas amadas poblaciones".

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