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'Prueba de vida' del Papa en el Rosario de San Pedro: "Los acompaño desde acá"
Los fieles escucharon, tres semanas después, la voz de Francisco en la plaza
Una voz en español, de apenas 26 segundos, con dos frases, y algún momento de ahogo: "Agradezco de todo corazón las oraciones que hacen por mi salud desde la Plaza, los acompaño desde acá. Que Dios los bendiga y que la Virgen los cuide. Gracias"
Un mensaje, que fue leído al comienzo del rezo del Rosario y que, tal y como señala la Santa Sede, se produce después de que Francisco se haya mostrado "conmovido por los numerosos mensajes de afecto que le llegan a diario, y agradecido por las oraciones del pueblo de Dios"
Escucha la voz del Papa
21 días después, volvimos a escuchar la voz del Papa. Una voz gastada, cansada, a la que le costaba tomar aliento. Pero es su voz, la primera vez en tres semanas. El Papa Francisco quiso hacerse presente en el rezo del Rosario que, por undécima noche consecutiva, se celebra en la plaza de San Pedro, con unas palabras que fueron escuchadas con emoción indisimulada por los asistentes. Una "prueba de vida" muy necesaria.
Una voz en español, de apenas 26 segundos, con dos frases, y algún momento de ahogo: "Agradezco de todo corazón las oraciones que hacen por mi salud desde la Plaza, los acompaño desde acá. Que Dios los bendiga y que la Virgen los cuide. Gracias".
"Agradezco de todo corazón las oraciones que hacen por mi salud desde la Plaza, los acompaño desde acá. Que Dios los bendiga y que la Virgen los cuide. Gracias"
Un mensaje, que fue anunciado por Fernández Artime al comienzo del rezo del Rosario y que, tal y como señala la Santa Sede, se produce después de que Francisco se haya mostrado "conmovido por los numerosos mensajes de afecto que le llegan a diario, y agradecido por las oraciones del pueblo de Dios".
Por su parte, el proprefecto de Vida Religiosa, Ángel Fernández Artime (alguien no pensó bien que Simona Brambilla podría, y debería, haber presidido esta noche el rezo), señaló que "nos reunimos en oración por la salud del Santo Padre Francisco con María, Madre de la Iglesia y del Buen Consejo".
"El Señor colmó de dones a María de Nazaret, para que fuera digna madre del Redentor. Guiada por el Espíritu Santo, buscó en todo y siempre la voluntad del Señor y magnificando su misericordia se adhirió íntimamente a Cristo. A ella, constituida Madre de los creyentes, acudimos como a un refugio seguro", concluyó el purpurado salesiano.
