Nueva etapa en el 'caso Rupnik': el Papa podría expulsarle del sacerdocio

"Francisco se juega su credibilidad en la lucha contra los abusos en la Iglesia". La sentencia de Il Sismógrafo revela hasta qué punto es relevante el nuevo proceso que este viernes anunció el Vaticano contra Marko Rupnik, acusado por decenas de mujeres de abusos sexuales y de poder, y del que se supo la pasada semana que había sido incardinado en una diócesis de su país natal, tras ser expulsado de la Compañía de Jesús.

Un proceso, que como señala el blog especializado, podría acabar con la expulsión de Rupnik del estado clerical, y que debería arrojar luz a la revocación de la excomunión que se produjo en mayo de 2022. Lo cierto es que Francisco dio orden al dicasterio de Doctrina de la Fe, dirigido por Víctor Manuel Fernández, de renunciar a la prescripción del caso para celebrar un nuevo juicio canónico en la Sección Disciplinaria de la antigua congregación.

Y es que la revocación de la excomunión supone un golpe, y muy serio, a la credibiliad de la lucha del Papa contra los abusos en la Iglesia. Algo que había que cortar de raiz, como también sucede en el caso de la respuesta al cardenal Ricard. Aunque el escándalo Rupnik sea infinitamente más grande, y con más implicaciones personales, eclesiales y mundiales que el del anciano purpurado francés.

La 'herencia envenenada' de Ladaria

Como ya sucediera en el 'caso Gaztelueta', de lo que se trata ahora es de 'enmendar la plana' a la actuación del anterior prefecto, Luis Ladaria, quien absolvió a Rupnik de "absolución de cómplice de un pecado contra el sexto mandamiento", esto es: que Rupnik confesó, y absolvió, a una de sus víctimas, pese a que los jueces señalaron por unanimidad que Rupnik era culpable y, por ello, fue excomulgado.. Un mes después, otro decreto de la congregación revocaba la excomunión.

Este proceso, añade Il Sismógrado, "está definitivamente cerrado, y no puede ser reabierto", con lo que, en puridad, el nuevo juicio es por la implicación de Rupnik en casos de abusos, y no la excomunión. Aunque la potestad del Papa es absoluta, y seguramente también se revise este primer caso. En la nota de este viernes, el Vaticano aseguraba que "el Papa Francisco ha decidido examinar el caso del padre Marko Rupnik, el conocido mosaiquista y predicador acusado de abusos psicológicos y sexuales por parte de algunas consagradas mayores de edad y apartado el pasado mes de junio de la Compañía de Jesús de la que era miembro".

"El Pontífice ha confiado al Dicasterio para la Doctrina de la Fe la tarea de examinar el caso y ha decidido derogar la prescripción para permitir que se desarrolle un proceso", según una breve nota del director de la Oficina de Prensa vaticana, Matteo Bruni.

La decisión, explicaba el comunicado, llega tras los informes enviados en septiembre por la Pontificia Comisión para la Protección de Menores al Papa sobre "graves problemas" en la gestión del caso Rupnik y "la falta de cercanía a las víctimas". Ahora, se requieren respuestas radicales, y urgentes. Y todo parece indicar que, si bien la revocación de la excomunión plantearía una posible batalla legal, la expulsión del clero sería una opción más que plausible. Y necesaria.