Dejarse hacer, para vivir cada día. (¡Y qué día, Señor!)¡Bah! Ya nada cuenta de veras.
Nada de lo que nos agobia importa
en este reloj nuestro,tan lleno de prisas.
Señor, si soy tu bufón, ¡qué honor!
Haz que cada mañana,
con un salto de corazón,
me lance sin pensarlo
a ese Abrazo que es mi Casa.
Toma estos sueños míos, que son trampas.
¡Que sean los Tuyos!
Mi cuerpo,que sea instrumento tuyo.
Mi aliento,¡que sea tu Espíritu mismo!
Para pensar como Tú,sentir como Tú, amar como Tú.
Haciendo solo lo que a Ti te gusta:
que los que me encuentren crean en Ti
y vean,en este pobre hombre que sonríe,
al Hermano Jesús,pobre y lleno de Vida.
¿Preocuparme? ¿Yo? ¡Si no sirvo para nada sin Ti!
¿Enorgullecerme?¡Si hasta este latido es regalo tuyo!
¿Vivir?¿De qué? Si Tú eres mi aire.
¿Para qué quiero los días,
si no son para reír a tu lado,
y si voy por ahí,con el alma vendada,
haciendo el ridículo por mis caminos?
Vamos, hermano, vamos, hermana:
¡Déjate hacer!
Espera y confía…¡pero con una sonrisa!
Como el gusano,que no presume de ser águila.
Como la paloma,que no sabe de mentiras.
Como el barro en manos del Alfarero.
Como el agua clara que corre,sencilla y contenta.
Para que el alma, ¡ligera!,
juegue a tocar las estrellas.
Para ser,no un violín serio, sino una pandereta
en la fiesta de tu Creación.
Para cantar,como la cigarra, sin miedo al qué dirán.
Y para abrazar a cada hermano,a cada hermana,
con esos mismos brazos abiertos y fuertes de Cristo,
¡y que ese abrazo sea mi mejor oración!
¡Alegría, hermano! ¡Siempre alegría!
Me tienes en jsanson351@gmail.com