💙 ¡Oh Madre, luz de nuestra hermana Noche oscura, claridad de nuestro hermano Sol y de nuestra hermana Luna!
En esta penumbra que nos abraza, reconozco tu rostro.
¡Una talla de madera viva, que guarda el aliento de los Tiempos,
que la carcoma no ha osado morder y que la oscuridad no ha logrado vencer!
¡Cuántos de nuestros hermanos, cuántas de nuestras hermanas,
han plantado aquí sus sueños y sus lágrimas!
Cuántas madres descalzas te han traído el dolor de sus hijos.
Cuántos padres,con las manos calladas, te han entregado el peso de sus familias.
Cuántos niños,con su verdad descalza, te han contado sus juegos y sus miedos.
Cuántos hombres, rotos por el camino, en ti encontraron un puerto.
En las penurias que nos escuecen, en los gozos que tú siembras a diario.
A quien se acercó con el corazón en la mano, le regalaste tu mirada de Madre.
A quien en ti confió sus miserias, le mostraste tu corazón de pobre, humilde y libre.
A quien te amó con sencillez, le diste el Amor que no tiene medida.
A todos, sin preguntar ni nombre ni procedencia, los consolaste con la dulzura de tu Paz.
A todos, sin señalar el camino errado, les aconsejaste por la Senda del Bien.
A unos pocos, los más pequeños de tu reino, te entregaste por completo, sin guardar nada para ti.
¿Y a mí, hermano mío, ¿a quién me entrego cada día?
¿A la hermana Humildad,que se hace carne y palabra en mis pasos,
o a mi Ego,ese soberbio que todo lo desea y nada hace por Amor?
¡Bienaventurados los pobres de espíritu, los que son como niños!
¡Ellos, que todo lo entienden sin juzgar, ya poseen el Reino!
Porque aman sin medida,
rezan con el corazón sencillo,
y viven del amor de Madre que tú les das en el pan de cada día.
De la Vida al Evangelio,
del Evangelio a la Vida.
¡Loado seas, mi Señor, por nuestra Hermana María, Madre de los que luchan y esperan!