❤¡María, esta noche he oído tu nombre!

¡María, esta noche he oído tu nombre!

Desde el altozano

en la soledad sonora

Sentado en tu regazo

Contemplaba lo grande y lo humilde

y me recreaba en ello.

Era avanzada la noche

El firmamento infinito de luces y estrellas cantaba tus glorias

Los grillos y luciérnagas estaban de mucha fiesta

Lechuzas, búho real, cantaban el aria de la creación.

¡Todos alabando al buen Señor.!

¡María!

Pronuncie tu nombre a media voz...

Entonces, vi pasar a mi lado

un ballet de Estrellas fugaces

Y con la gran luna

rápidamente cayeron del firmamento a los Cielos, una gran lluvia de estrellas.

¡María ya estaba aquí!

La reina de los cielos y de los Mares

Reina de los sencillos y humildes

La madre de Dios, y de la humanidad entera.

Entonces… Yo como niño sin miedo

Esta vez, te llame madre

Así me lo enseñaron de pequeño

Una madre que es para mí

Es para mí, mi madre.

Ella me eligió, Y en su sueño me puso mi nombre,

el de Jesús, que ella pone a todos,

y por apellido me regalo su nombre.

Y así cuenta los días de mi existencia.

Siempre me ve sentado en su regazo

como su niño, como su hijo.

Así nos ve siempre la madre.

Ella, no es una extraña.

Es una presencia real que se alegra con nuestras alegrías

Que se entristece en nuestras penas.

Que nunca falla y de ella me fio

Y si me fio, dejo a mi madre que sea.

Madre, me has dado todo lo tuyo, para compartirlo con todos.

Tu mirada

Valentía

Alegría

Humildad

Sencillez

Generosidad

Madre,

Volverías a desvelarte por todo lo mío

Y así lo haces cada día

Dándome un poquito más de tu vida

Volverías a negarte y morir si fuera preciso

Y así lo haces cada día

Sin preguntar nada.

Solo te importa que nada me inquiete

por lo que no es tuyo

Para siendo tuyo

me inquiete en todo lo tuyo.

Tú me has elegido y quieres ser madre de todos.

Y así me lo pides.

Quieres que todos te reconozcan como a una madre

La madre de Dios

Tu madre

La madre de todos.