Inauguración del seminario 'Una Iglesia sinodal: de Pablo VI a Francisco' en la Fundación Pablo VI Cardenal Osoro: “La Iglesia no es una organización burocrática, sino una historia de amor”

Rafael Luciani, Cardenal Osoro y María Teresa Compte, en la inauguración del seminario
Rafael Luciani, Cardenal Osoro y María Teresa Compte, en la inauguración del seminario

Monseñor Semeraro: “la reforma no es simplemente algo bonito, sino una dimensión constitutiva de la Iglesia”

Dario Vitali: “La sinodalidad es lo que Jesús espera de la Iglesia del segundo milenio”

Santiago Madrigal: “Los dos ejes del Papa Francisco son la conversión misionera de la Iglesia y la sinodalidad”

Como una coda tras el 'Tercer Encuentro iberoamericano de Teología' celebrado en Puebla, el cardenal Osoro, arzobispo de Madrid, inauguró ayer por la tarde el seminario 'Una Iglesia sinodal: de Pablo VI a Francisco', organizado por la Fundación Pablo VI en Madrid. En la presentación del evento, el purpurado aseguró que “la Iglesia no es una organización burocrática, sino una historia de amor”.

Para el prelado madrileño, la sinodalidad es “un concepto fácil de entender, pero difícil de poner en práctica”, a pesar de que el Papa pide, en la Evangelii Gaudium, “que contemos con los jóvenes y con las familias”.

Y, de hecho, Osoro atendió ese consejo y, de cara al Sínodo de la juventud, convocó 8 parlamentos de jóvenes y llevó al Sínodo “lo que los jóvenes aportaron, no lo que yo pensaba”. Por eso, se congratuló de que, en la Exhortación papal “aparezcan expresiones de las aportaciones de los jóvenes madrileños”.

Y es que, para Osoro, “una Iglesia sinodal es una Iglesia que escucha, con la conciencia de que escuchar es más que oír”. Algo que el cardenal sabe por experiencia propia, tras cambiar el funcionamiento de los Consejos episcopales, para “que todos sus miembros se sientan protagonistas y caminemos juntos”.

A su juicio y como recuerda el Evangelio de ayer, “a veces, en la Iglesia ponemos en el centro nuestras opiniones en vez de a Jesús, cerramos las puertas a los diferentes, no confiamos en Cristo y tenemos miedos que nos paralizan”.

Ahora bien, para vivir la sinodalidad en la Iglesia es necesario, según el cardenal de Madrid, “estar atentos a las heridas de Cristo hoy, metiéndose en la vida de la gente”.

Luciani, Osoro y Compte
Luciani, Osoro y Compte

Tras el saludo del cardenal, intervino María Teresa Compte, una de las organizadoras del evento por parte de la Fundación Pablo VI, que dio la bienvenida a los participantes del encuentro y subrayó que uno de cuyos objetivos es “facilitar un espacio de reflexión teológico-pastoral y de diálogo”.

El otro organizador del evento, por parte de los teólogos iberoamericanos, Rafael Luciani hizo un breve recorrido por el camino ya recorrido por el grupo, que pretende, entre otras cosas, “integrar a la comunidad de teólogos hispanos”, “encontrarnos para escucharnos” y “aprender a caminar en espíritu de reciprocidad”.

Osoro escucha a Vitali
Osoro escucha a Vitali

Con esa dinámica, el grupo fue creciendo y dando espacio a “una teología hecha, pensada y escrita desde el español”.

La primera ponencia del seminario corrió a cargo del secretario del C6 y obispo de Albano, Marcello Semeraro, que disertó sobre 'Las claves para comprender la reforma a la luz del pontificado de Francisco”.

El prelado italiano comenzó sentando esta primera tesis: “Como institución humana y terrena la Iglesia necesita siempre reforma”. Por eso, “la reforma no es simplemente algo bonito, sino una dimensión constitutiva de la Iglesia”.

A su juicio, al Iglesia necesita la reforma de sus estructuras, porque “hay estructuras eclesiales que en vez de ayudar, obstaculizan el dinamismo evangelizador”.

A continuación, el prelado italiano pasó a explicar lo que a su juicio entiende Francisco por reforma. En principio, aseguró que el Papa “no se siente un reformador”, pero en su programa, la Evangelii Gaudium, activa mecanismos reformadores como la sinodalidad.

Para el Papa, la sinodalidad “es ocuparse de iniciar procesos y acciones que generen nuevos dinamismos, implicándose junto a otras personas y grupos”. Por eso, según Semeraro, en la mente de Francisco “la reforma no se refiere sólo a la Curia romana, sino a toda la Iglesia”.

Y otra clave de la reforma en Francisco es “su inspiración ignaciana” y, por eso, se basa en el discernimiento, como “instrumento de lucha espiritual”.

La segunda ponencia corrió a cargo del profesor de la Universidad Gregoriana de Roma, Dario Vitali, que disertó sobre 'La sinodalidad en la magisterio de los papas Pablo VI y Francisco (1965-2019)'.

El profesor italiano de ascendencia española comenzó señalando que “sínodo es una palabra de moda en la Iglesia y, por eso, sometida a usos y abusos”, pero aún así aseguró que “la sinodalidad es lo que Jesús espera de la Iglesia del segundo milenio”.

Osoro y Semeraro
Osoro y Semeraro

En una ponencia brillante y atrevida, el profesor de la Gregoriana aseguró que el Papa Wojtyla “dejó el Sínodo sin capacidad para influir en la vida de la Iglesia”, mientras el Papa Francisco quiere convertir el Sínodo en una instancia intermedia de “colegialidad afectiva, que, en algunas circunstancias, puede volverse efectiva”. Porque “el Papa no está por encima de la Iglesia, sino dentro de ella”.

Según Vitali, “los críticos del Papa dicen que todo son palabras, pero que no hizo nada sinodal”, sin embargo, Francisco “sigue con su estribillo”, porque concibe el Sínodo como “un proceso y no sólo como un acontecimiento”.

En esa dinámica, aseguró el teólogo italiano que “el proceso sinodal es el que protege a la Iglesia de la absolutización del principio jerárquico” y, por eso, “el ejercicio de la sinodalidad tiene que ser real, pleno y efectivo”. Y de ahí que afirmase que “el proceso sinodal como proceso pide que el Sínodo sea un órgano colegial y no sólo consultivo”.

A su juicio, “la sinodalidad es una exigencia” y, además, “no representa peligro alguno para el Primado, porque se impone un ejercicio del Primado en forma sinodal”, dado que “la Iglesia es tan sinodal como jerárquica”. Y quizás por eso, aseguró que la Constitución apostólica 'Episcopalis communio' sobre la estructura del Sínodo de los Obispos, aprobada por el Papa Francisco, “es un documento débil, a pesar de que da pequeños pasos en el camino de la sinodalidad”

Cerró la sesión de conferencias inaugurales, el profesor de la Universidad Comillas, Santiago Madrigal, con la ponencia '¿Una nueva fase en la recepción del Concilio?' Y el ponente aseguró, en una primera aproximación a la respuesta, que “sólo si estamos a la altura del desafío misionero del presente, estaremos a la altura de afrontar una nueva fase de recepción del Concilio”.

Para el jesuita, profesor de Comillas, los dos ejes del Papa Francisco son “la conversión misionera de la Iglesia y la sinodalidad”, escapando de los debates, porque lo que al Papa le interesa son las reformas. Por eso, Francisco, descongela el Concilio e impulsa la eclesiología de la comunión, la teología del laicado o el ecumenismo.

El seminario continuará hasta el día 30 de abril, con diversas ponencias, un conversatorio público y un comunicado.

El cardenal Osoro y monseñor Biord
El cardenal Osoro y monseñor Biord

Volver arriba