El prefecto de la Causa de los Santos reprocha a sus 'compañeros' que no entiendan que ‘Ecclesia Semper reformanda’ Cardenal Semeraro sobre los cardenales de los dubia: “El Papa está dolido, pero sereno”

Cardenal Semeraro
Cardenal Semeraro

“Las respuestas a los ‘dubia’ han sido más que suficientes. Porque explican muy bien que hay que entender que el dogma también tiene que avanzar, que la fe también tiene que progresar”

"¿Por qué, entonces, estos cinco compañeros nuestros no se molestan de que la Iglesia no apruebe la pena de muerte ni la guerra justa?  La actitud de estos cardenales apuesta por una idea del dogma como si fuese algo material, que no se puede tocar"

“En estos momentos, la palabra reforma (dar una forma nueva) significa darle a la Iglesia un rostro cada vez más parecido al que Cristo quiso. La Iglesia siempre necesita reformarse, tal y como dice el célebre aforismo: ‘Ecclesia semper reformanda’. Y esto no debe escandalizar a nadie”

“Los santos no son figuras excepcionales. No son los nobles o las personas de sangre azul de la santidad. La santidad es una llamada para todos"

“El Papa está dolido, pero sereno”. El prefecto de la Causa de los Santos, Marcello Semeraro reconoce que los cinco cardenales de los ‘dubia’ están haciendo sufrir al Papa, que aborda la situación, sin embargo, desde “la serenidad ante las dificultades” y desde “una profunda espiritualidad que le ayuda a entender que, incluso en el debate, se clarifican las cosas”. Sin embargo, el cardenal, aprovechó su estancia en Madrid para reprochar a sus “compañeros” que no entiendan que ‘Ecclesia Semper reformanda’ y que “el dogma también tiene que avanzar, que la fe también tiene que progresar”.

 ¿Se van a cansar algún día los cardenales de los ‘dubia’ de hostigar al Papa?

 Dubia es una palabra latina que no significa exactamente lo que se entiende por ella en el lenguaje habitual. Dubium, en latín, significa petición de profundización o de aclaración. En este sentido, ha habido cinco cardenales que plantearon al Papa sus perplejidades. A mi juicio, las respuestas que se dieron y que se publicaron en los medios y en Vatican News han sido más que suficientes. Porque explica muy bien que hay que entender que el dogma también tiene que avanzar, que la fe también tiene que progresar.

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Los cinco cardenales de las nuevas 'dubia' contra el Papa
Los cinco cardenales de las nuevas 'dubia' contra el Papa RD

 ¿Pero cree usted que esos cardenales hacen esa petición con buena voluntad?

 Espero que sí, pero no puedo ver en su interior.

 ¿Por qué, entonces, son siempre los mismos?

 Esto nos remite a la anterior pregunta, a saber si lo hacen con buena voluntad o no. Digamos que hay otros muchos cardenales y personajes eminentes en la Iglesia que, sin embargo, no plantean esas perplejidades. Por eso, yo les plantearía sólo una pregunta: En el pasado, no sólo los Estados sino también la Iglesia aprobaba la pena de muerte.

 Y la esclavitud, por ejemplo

 Efectivamente. Y en el pasado, la Iglesia, al igual que los Estados, aprobaba la guerra. Y se hablaba de la teoría de la guerra justa. La evolución de la situación, la cultura y la sensibilidad actual dicen que hay que condenar la guerra siempre. Esto significa, entonces, que la conciencia de la fe de la Iglesia crece, asi como crece la madurez de las personas. Además, les corresponde a los pastores de la Iglesia el discernimiento. ¿Por qué, entonces, estos cinco compañeros nuestros no se molestan de que la Iglesia no apruebe la pena de muerte ni la guerra justa?  La actitud de estos cardenales apuesta por una idea del dogma como si fuese algo material, que no se puede tocar.

 ¿La doctrina evoluciona?

 La fe de la Iglesia es como una vida que crece. San Jerónimo, que es doctor de la Iglesia, dice que la comprensión de la Sagrada Escritura crece con la fe del que la está interrogando. Esto sigue siendo verdad.

Semeraro
Semeraro

 Entonces, monseñor, ¿el Sínodo está pensando en esa clave de reformar la Iglesia?

 La palabra reforma es una palabra que tiene un significado negativo, si procede de una determinada utilización en la controversia protestante, con Lutero. Por eso, la palabra reforma está cargada de significado. En estos momentos, la palabra reforma (dar una forma nueva) significa darle a la Iglesia un rostro cada vez más parecido al que Cristo quiso. La Iglesia siempre necesita reformarse, tal y como dice el célebre aforismo: ‘Ecclesia semper reformanda’. Y esto no debe escandalizar a nadie. Así como en la vida hay renovación y cada uno de nosotros va viviendo nuevas situaciones, nuevas amistades y nuevas relaciones, asi también la Iglesia vive situaciones nuevas y no le pide al mundo que se adapte a ella, sino que es ella quien se pone a su servicio, siempre disponible para atender las necesidades de los demás.

 ¿Al Papa le duelen los ‘ataques’ de algunos de sus cardenales?

 Conozco al Papa desde hace muchos años, cuando no era Papa, y siempre admiré en él su capacidad de conservar la serenidad ante las dificultades. Además, el Papa se apoya en una profunda espiritualidad que le ayuda a entender que, incluso en el debate, se clarifican las cosas.

 ¿Pero está dolido por estos ataques?

 Dolido sí, pero sereno.

Semeraro y Camino
Semeraro y Camino

 ¿Por qué hay más santos clásicos que santos de la puerta de al lado?

 Santos de la puerta de al lado es una imagen con la que Francisco se refiere a lo que otro Papa, Juan Pablo II, llamaba la medida colmada de la vida cristiana. Esta imagen, utilizada por el Papa, proclama algo central en la enseñanza del Vaticano II. En efecto, el capítulo 5 de la Constitución sobre la Iglesia habla de la vocación (llamada) universal (de todos) a la santidad.

 ¿Todos podemos ser santos?

 Efectivamente, los santos no son figuras excepcionales. No son los nobles o las personas de sangre azul de la santidad. La santidad es una llamada para todos. De hecho, San Francisco de Sales, en la introducción a su obra ‘La vida devota’, asegura que la santidad es un misterio que se realiza incluso en los cuarteles, en las tiendas de los comerciantes o en cualquier casa. Es decir, la llamada a la santidad no es sólo para monjas, frailes y sacerdotes o para estas grandes figuras. No. Por eso, una de las más bellas tareas del dicasterio hoy es descubrir a estas figuras humildes que, al final, demuestran su heroísmo.

Por ejemplo, el Papa, hace dos o tres semanas, en una catequesis de los miércoles habló de José Gregorio Hernández, un médico de Venezuela, que dedicó toda su vida s su profesión, pero ayudando a los pobres. De hecho, murió en un accidente de carretera, cuando iba a ayudar a los pobres. Para la Iglesia, es un venerable y se está examinando ya la causa para la beatificación.

Semeraro
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