Entrevista exclusiva al cardenal arzobispo de Madrid, tras su encuentro con el Papa Carlos Osoro: "Nunca he tenido tantos ataques como desde que soy obispo en Madrid"

Carlos Osoro, durante la entrevista
Carlos Osoro, durante la entrevista

Sobre Cremades: "Esa respuesta jurídica es necesaria, pero luego está la respuesta que cada diócesis tenemos que dar cuando se nos presentan estas personas, que no solamente debe ser una respuesta jurídica, sino entrañable, con el corazón y con la cabeza" 

"Muchas veces no hemos ido con la rapidez suficiente para dar respuestas adecuadas [a las víctimas]"

"Vamos a informar y colaborar en lo que podamos. Me explico: en las diócesis, al menos en las que yo he estado, hay dos tipos de archivos. Hay un archivo general y un archivo secreto, que solo abre y conoce el obispo, en el que se recogen actos protegidos por el secreto de oficio o pontificio –a veces incluso por petición de la víctima– y que no se pueden entregar"

"He visto al Papa Francisco fenomenal, y con ganas de trabajar y de ofrecer a la Iglesia caminos para una nueva evangelización. Me parece que tiene un espíritu muy joven"

"Presenté la renuncia hace casi dos años, y estoy disponible. Él me ha dicho que espere. Toda mi vida he estado disponible al servicio a la Iglesia, y lo estaré mientras pueda y tenga salud. Y hasta ahora la tengo. También tengo ganas de trabajar"

Caso fundaciones: "Todo está judicializado y, desde la diócesis y las propias fundaciones civiles, se colabora con la justicia"

"Nunca he tenido tantos ataques como en Madrid, desde que soy obispo. El motivo no sé cuál es. Intento ser fiel al Evangelio, intento ser justo. ¿Qué voy a hacer? Tengo que seguir trabajando". El cardenal de Madrid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Carlos Osoro, concede a RD su primera entrevista tras encontrarse, junto a Omella y Argüello, con el papa Francisco.

Una entrevista en la que el purpurado admite cómo "muchas veces no hemos ido con la rapidez suficiente para dar respuestas adecuadas a la situación que estaban viviendo las víctimas", y reivindica que los supervivientes de los abusos "son protagonistas, son fundamentales" en cualquier solución que quiera darse ante el drama de la pederastia clerical, frente a propuestas que únicamente pretenden "dar una respuesta jurídica".

Claridad, responsabilidad y soluciones

"Debería haber una claridad muy grande, y mucha responsabilidad, porque estamos hablando de cuestiones que afectan profundamente a las personas: al acusado, al que denuncia y a las personas que tienen alrededor. Y debe haber resolución: no vale pararse, hay que tomar soluciones concretas, y ayudas concretas para las víctimas" pide Osoro al bufete Cremades&Calvo Sotelo, encargado por la propia Iglesia de hacer una auditoría de los abusos, y que no cuenta con el respaldo de las principales asociaciones de víctimas.

Durante la entrevista, Osoro también habla de la salud del Papa, a quien ha visto "fenomenal, y con ganas de trabajar". "No estamos, ni mucho menos, al final del pontificado", sostiene el vicepresidente del Episcopado, considerado como uno de los 'hombres' de Bergoglio en España y que, por ello, es pasto de las críticas de los sectores ultraconservadores. Hablamos con él de todos los temas, en la jornada del Amor Fraterno.

Acaba de venir de Roma. ¿Qué les ha dicho el Papa? 

 Más que decirnos, le hemos informado de las actividades de la Conferencia Episcopal (CEE) durante todo este tiempo. Hemos conversado sobre algunas cuestiones importantes, como la evangelización, cómo estamos haciendo verdad las orientaciones de las que el Papa nos habla ante una época histórica en la que necesitamos una nueva acción pastoral. Y después también hablamos de vocaciones, seminarios, vocación sacerdotal, migraciones… 

Carlos Osoro, durante la entrevista
Carlos Osoro, durante la entrevista

-El cardenal Omella llevó a Roma, como prometió, las reivindicaciones de las víctimas. ¿Cómo ve el Papa la cuestión de los abusos en España? 

Se le explicó lo que estamos haciendo. Como son cuestiones nuestras nos dio vía libre para que actuemos en libertad. 

-¿Lo estamos haciendo bien como Iglesia en España con las víctimas? 

Estamos respondiendo a circunstancias reales que han vivido personas. En Madrid, haber abierto el Proyecto Repara, hace años ha sido algo importante. Aparte de atender a la gente, hay que hacer propuestas para que en la sociedad se erradique esta enfermedad. 

-¿Entiende que las víctimas no se hayan sentido acompañadas? 

Claro, porque muchas veces no hemos ido con la rapidez suficiente para dar respuestas adecuadas a la situación que estaban viviendo. 

[Siento] un profundo dolor porque se dé esto en miembros de la Iglesia. Y por otra parte me siento impulsado a dar una respuesta a quienes han sufrido y a quienes han cometido esos abusos, siendo duros y justos, aunque esto muchas veces no sea comprendido, especialmente desde dentro

-Las respuestas que ahora se están planteando, especialmente la auditoría encargada a Cremades, ¿no son tal vez demasiado jurídicas? ¿No es un riesgo? 

Esa respuesta jurídica es necesaria, pero luego está la respuesta que cada diócesis tenemos que dar cuando se nos presentan estas personas, que no solamente debe ser una respuesta jurídica, sino entrañable, con el corazón y con la cabeza. 

-¿Qué siente cuando se ha encontrado con una persona que ha sufrido abusos sexuales? 

Un profundo dolor porque se dé esto en miembros de la Iglesia. Y por otra parte me siento impulsado a dar una respuesta a quienes han sufrido y a quienes han cometido esos abusos, siendo duros y justos, aunque esto muchas veces no sea comprendido, especialmente desde dentro. 

El cardenal de Madrid, Carlos Osoro
El cardenal de Madrid, Carlos Osoro

-Si le piden abrir los archivos de la diócesis de Madrid, ¿lo hará? 

Vamos a informar y colaborar en lo que podamos. Me explico: en las diócesis, al menos en las que yo he estado, hay dos tipos de archivos. Hay un archivo general y un archivo secreto, que solo abre y conoce el obispo, en el que se recogen actos protegidos por el secreto de oficio o pontificio –a veces incluso por petición de la víctima– y que no se pueden entregar. Desde Madrid, como ya he dicho otras veces, colaboraremos con la información que ya se ha ido recopilando, como viene haciendo Repara y de la que se han ido dando cifras.

-Si le llama el Defensor del Pueblo para participar en la comisión, para tener una conversación y hablar de cómo la Iglesia en estos casos… 

Si es una conversación, por supuesto. Formar parte de una comisión, no sé; no sé si un obispo tiene que estar ahí, pero hablar, por supuesto que sí.  

-¿Qué opina de la auditoría encargada al bufete Cremades? 

Es una opción que ha hecho la Conferencia Episcopal. 

'Foto de familia' del equipo de Cremades
'Foto de familia' del equipo de Cremades

-¿Cree que va a funcionar? ¿Cómo debería funcionar? 

Debería haber una claridad muy grande, y mucha responsabilidad, porque estamos hablando de cuestiones que afectan profundamente a las personas: al acusado, al que denuncia y a las personas que tienen alrededor. Y debe haber resolución: no vale pararse, hay que tomar soluciones concretas, y ayudas concretas para las víctimas. 

-¿Tienen que participar las víctimas en estas comisiones? ¿No deberían ser protagonistas activas? 

Son las que vienen a denunciar, son protagonistas, son fundamentales, porque si no solo hablamos de datos fríos… 

-Sí, pero en ocasiones hemos visto a algunos obispos que entregan por sms el resultado de la sentencia a las víctimas, a las que no se les entrega el expediente judicial, como es preceptivo por las normas vaticanas … 

 Aquí, en Madrid, se trata de persona a persona, y las soluciones se les dan a ellas. En Repara tenemos un cuidado exquisito. No sé si nos confundiremos algún día… 

Osoro, con el Papa Francisco
Osoro, con el Papa Francisco

-¿Qué tal ha visto al Papa Francisco? 

Yo le he visto fenomenal, y con ganas de trabajar y de ofrecer a la Iglesia caminos para una nueva evangelización. Me parece que tiene un espíritu muy joven 

-¿No estamos ante un final de pontificado, entonces? 

No, no, qué va, ni mucho menos, al contrario. 

-¿Qué tal está de la rodilla? 

Está mejor, mucho mejor.  

-¿Cómo van a afrontar la reforma de la Curia en Madrid? 

Estoy estudiando la reforma, con un canonista, para ver en qué medida todo puede aplicarse aquí, aunque es verdad que en la reforma que yo hice se recogen cosas que el Papa pone. 

El cardenal de Madrid, Carlos Osoro
El cardenal de Madrid, Carlos Osoro

-También estuvo con Francisco en febrero. ¿Cómo ve el Papa a Madrid? ¿Hay Osoro para rato? 

Presenté la renuncia hace casi dos años, y estoy disponible. Él me ha dicho que espere. Toda mi vida he estado disponible al servicio a la Iglesia, y lo estaré mientras pueda y tenga salud. Y hasta ahora la tengo. También tengo ganas de trabajar. 

-Se está viendo con los encuentros sinodales, con políticos, personas sin hogar, con distintas realidades...

Escuchar a las personas, lo que quieren de la Iglesia, el camino que tiene que tomar la Iglesia, es importante. Y no se trata solo escuchar a los de dentro, que te pueden dar la razón, sino también a los que están afuera, que dicen cosas siempre interesantes. Estos encuentros, por una parte, son muy ricos; por otra parte, ha habido mucha claridad en las respuestas, tanto de los creyentes como de los no creyentes, que tenían una visión de Iglesia clara. El debate a mí me está ayudando mucho, porque ha habido muchas perspectivas, con políticos, intelectuales, artistas, sindicalistas… que forman el entramado social. Hay que escuchar a los de dentro y los de fuera, que también gritan. La Iglesia forma parte de la vida y de la sociedad, y tiene que saber pasear por esta historia. Para poder anunciar el Evangelio tiene que escuchar los gritos de la gente, sus necesidades, sus alientos, sus esperanzas. 

-El Papa concedió a la diócesis el Año Santo de San Isidro que, al menos en sus primeros pasos, está siendo un ejemplo de colaboración con todas las administraciones…

No fue nada difícil. Desde que soy obispo nunca he tenido grandes dificultades con las administraciones de signos políticos muy diferentes. Están todos dispuestos a trabajar y hacer posible que este año sea un año de renovación. Isidro es un hombre de la calle, un padre de familia, un esposo. Podemos hablar de san Isidro y hacerlo de la familia, de la educación de los hijos, de lo que significa la esponsalidad, del trabajo, de Laudato si. San Isidro no escribió nada, pero hizo Laudato si, construyó fraternidad en aquel Madrid pequeñito, donde todo el mundo acudía a él. San Isidro es un ejemplo de generosidad, entrega, servicio. Él era pocero, buscaba agua. Y esa agua que él daba no solo era física, sino la que la gente necesitaba para saciar la sed. Hoy vivimos un momento especial: la invasión de Ucrania, la división, la ruptura… No se comprende cómo, en pleno siglo XXI, pueda existir esta guerra, que nos matemos unos a otros.  

Osoro, Almeida, Ayuso y González firman el protocolo
Osoro, Almeida, Ayuso y González firman el protocolo

-Parece como si no hubiéramos aprendido nada de la guerra, o de la pandemia… 

Y por eso necesitamos hombres de este estilo, creadores de paz, de fraternidad, de búsqueda de bien común para todos, constructores de paz… los necesitamos. 

-El Papa Francisco es un ejemplo de eso: pero también de alguien que, sobre todo desde dentro, sufre constantes ataques. Usted, a quien se le considera uno de los hombres del Papa en España, también ha sufrido ataques…  

Es verdad. Nunca he tenido tantos ataques como en Madrid, desde que soy obispo. El motivo no sé cuál es. Intento ser fiel al Evangelio, intento ser justo. ¿Qué voy a hacer? Tengo que seguir trabajando 

-¿Le pesa haber sido comparado con el Papa? 

Al contrario, a mí me da máxima ilusión. Ojalá me comparen mucho más 

Carlos Osoro e Ignacio Sánchez Galán
Carlos Osoro e Ignacio Sánchez Galán

-La Iglesia en España, ¿se puede sentir perseguida? 

Yo creo que no. Esta es mi mayor preocupación como obispo. ¿Cómo alcanzamos la libertad? Siendo lo que tenemos que ser. Una Iglesia que quiere anunciar el Evangelio, que no se encierra en sí misma, que quiere estar presente en los lugares donde viven todos, y no solo donde te dan la razón. Cuando uno va con la verdad de Cristo, no debe tener miedo a nada. Hay momentos en los que no te haces entender, pero incluso cuando te dan algún palo, aunque te duela en ese momento, te debe servir para no dormirte en los laureles. 

-¿Qué novedades tenemos del futuro del Valle de los Caídos?  

No sé absolutamente nada, y no deben de saber nada los frailes, porque me lo hubiesen dicho. No creo que haya nada nuevo. 

-¿Habrá algún problema respecto a la resignificación del Valle? 

Es que habrá que saber qué se va a hacer. Yo no sé nada de nada desde las conversaciones que tuvimos hace unos años [por la exhumación de Franco] y, repito, los frailes tampoco. 

-Usted ha negociado con el Gobierno la apertura de corredores humanitarios para refugiados… 

El ministro [Escrivá] lo acogió muy bien, y quedó en estudiarlo. Es muy necesario, y más aún en este momento. 

-¿Cómo está el tema de las fundaciones? 

Todo está judicializado y, desde la diócesis y las propias fundaciones civiles, se colabora con la justicia. 

Duelo a garrotazos, de Francisco de Goya
Duelo a garrotazos, de Francisco de Goya

-¿Le preocupa la polarización política actual, con discursos cada vez más agresivos? 

A mí me preocupa la fraternidad. No una fraternidad tonta, sino la que me ayuda a escuchar permanentemente a los demás, a los que tienen opiniones distintas. Porque cuando se escucha, hay posibilidad de construir todos juntos. En España, me preocupa construir la fraternidad, es una de las tareas de mi ministerio como obispo, es fundamental. Y tirarse los trastos no ayuda a construir un pueblo. El pueblo se construye con el diálogo, la amistad, las opiniones diversas… Eso es lo que más me tomo en serio como arzobispo de Madrid. 

Mi sueño es el sueño del Papa Francisco. Una Iglesia que vive la fraternidad y que la contagia a este mundo que está tan roto. Sueño con una Iglesia que sabe afrontar la nueva etapa de la historia que estamos viviendo, con unas comunidades cristianas que tienen que cambiar

-Además de arzobispo de Madrid, es el ordinario de los católicos de rito oriental. ¿Cómo están viviendo el drama en Ucrania?  

La estoy viviendo con honda tristeza. Soy obispo de todas las comunidades católicas de rito oriental, como el greco-católico ucraniano o el rumano… En el momento que estalló la guerra me fui a ver a una de las comunidades que hay aquí. He reunido a todos los sacerdotes que trabajan con comunidades ucranianas en España, y estamos en permanente contacto. Los ucranianos que están en España tienen a toda su familia allí. Estamos haciendo todo lo que podemos, incluso a nivel económico. 

-¿Cómo es la Iglesia que sueña Carlos Osoro? 

Mi sueño es el sueño del Papa Francisco. Una Iglesia que vive la fraternidad y que la contagia a este mundo que está tan roto. Sueño con una Iglesia que sabe afrontar la nueva etapa de la historia que estamos viviendo, con unas comunidades cristianas que tienen que cambiar. No solo se trata de tener sacerdotes, sino de cómo afrontamos la evangelización, especialmente entre los jóvenes, los más distanciados. Una Iglesia que se asoma a las realidades que tiene el mundo; la falta de trabajo, las migraciones, los más pobres, ahí tenemos el estudio de Foessa. Sueño con una Iglesia que habla de sinodalidad, que quiere que hagamos camino juntos: laicos, vida consagrada, sacerdotes… Afrontemos juntos la evangelización, que no depende del cura, sino de toda la comunidad cristiana. 

Jueves Santo
Jueves Santo

-Esta entrevista se publica en Jueves Santo, uno de los días fundamentales para la fe cristiana, el Día del Amor Fraterno, y del prendimiento de Jesús. ¿Qué mensaje querría dar a los lectores de RD? 

A mí me impresiona el lavatorio de los pies. En el mundo antiguo no había zapatos, lo más sucio eran los pies. Todos los humanos tenemos esa suciedad. Para poder caminar de una forma nueva hay que hacer lo que hizo Jesús. Dejarse lavar los pies por Dios no es solo un gesto de humildad de Dios, sino una necesidad que tenemos. La primera vez que dije misa en la cárcel, cuando iba a hacer el lavatorio, les decía a los presos: «Aquí no estáis por casualidad, algo habréis hecho. Pero qué bonito es que hoy Jesús se arrodille ante vosotros y os lave los pies. Porque Jesús no mira lo que uno ha hecho, sino lo que podemos hacer». Porque se puede caminar de una forma distinta. En Jueves Santo, el lavatorio de los pies tiene una fuerza especial. Es un Jesús que te limpia, pero para que salgas sin miedo por los caminos, repartiendo la paz, el amor del señor, repartiendo y construyendo la fraternidad, entregando lo mejor de ti mismo para los demás. Este es el gran lavatorio que necesitamos. 

Jesús no mira lo que uno ha hecho, sino lo que podemos hacer». Porque se puede caminar de una forma distinta. En Jueves Santo, el lavatorio de los pies tiene una fuerza especial. Es un Jesús que te limpia, pero para que salgas sin miedo por los caminos, repartiendo la paz, el amor del señor, repartiendo y construyendo la fraternidad, entregando lo mejor de ti mismo para los demás

-¿Somos más cristianos de cruz o de sepulcro vacío? 

Bueno: es bueno que seamos cristianos de cruz, porque significa que cargamos con todas las cruces entre los hombres. Pero también tenemos que ser cristianos de sepulcro vacío, porque hemos resucitado, tenemos una vida nueva, y ojalá seamos capaces de entregar esa vida.  

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