Día de la Acción Católica y Jubileo de los Movimientos y Asociaciones Eva Fernández, presidenta de la ACG: "León XIV nos ha pedido que trabajemos por la unión y la comunión"

Eva Fernández
Eva Fernández RRSS

“Estamos viviendo un momento precioso en la Iglesia”, asevera, “con la convocatoria de este Sínodo, pero no solo a nivel intraeclesial, sino de presencia en la sociedad, de poner en el centro nuestra misión, que es la evangelización"

“Es un momento muy bonito para renovar o para descubrir el valor de esa presencia pública con ese doble sentido, de sentirnos enviados desde la parroquia o desde la comunidad para también, al mismo tiempo, traer los anhelos, las esperanzas, las preocupaciones del mundo a nuestra Iglesia para que estemos atentos a esos signos de los tiempos”

"He visto a León XIV cercano, lo he podido saludar y tenía una sonrisa en la que traslucía paz y serenidad. Me daba la sensación de interés y preocupación por cada uno de nosotros", señala a Religión Digital Eva Fernández Mateo, la presidenta de la Acción Católica General (ACG), que este fin de semana participa en el Jubileo de los Movimientos, Asociaciones y Nuevas Comunidades, y que el pasado viernes estuvo en la audiencia con el Papa.

"Nos ha dirigido unas palabras en donde nos agradecía nuestra labor como movimientos y asociaciones a nivel internacional, y nos estimulaba a seguir fomentando la formación, la vida de fe. Y nos insistía mucho en que pongamos siempre en el centro de nuestras asociaciones a Jesucristo y que eso sea lo que nos mueva a seguir trabajando". 

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"Y nos hacía dos peticiones: el procurar la unión y la comunión en toda la Iglesia y el fomentar nuestra misión. Y ha insistido en estos dos ruegos: la comunión con el Santo Padre y también el trabajar juntos, entre nosotros, y el estar cercanos a las parroquias e Iglesias locales", señala Fernandez.

La audiencia papal era el colofón -antes de las celebraciones del fin de semana y de la Conferencia Internacional Pax et Bonum, en la que ella fue una de las encargadas de dar la bienvenida a los participantes como Coordinadora del Secretariado del FIAC- a dos días de "convivencia y encuentro fraterno para poder profundizar en cómo podemos seguir trasmitiendo y comunicando esperanza en el mundo", convocada por el Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida, coincidiendo con el Jubileo.

Eva Fernández en el Sínodo de la Sinodalidad
Eva Fernández en el Sínodo de la Sinodalidad

Eva Fernández Mateo llegó a la Acción Católica de una forma natural, con esos vasos comunicantes que se nutrieron en la parroquia del Santiago de Compostela natal, se ramificaron en la delegación diocesana de juventud para desembocar en un compromiso coherente de fe y vida en el buque insignia del laicado español, la ‘nueva’ Acción Católica General, de la que es presidenta desde 2018.

Desde muy pronto sintió su predisposición al servicio a los otros que aleteaba en ella y el párroco le ayudó a ponerle nombre. Se trata de la vocación laical, “de todo lo que hacemos en nuestra vida sin tener que ser monja o cura, ¿no?”, señala en conversación con Religión Digital. “Que podíamos ser fieles al Señor, vivir con coherencia nuestra fe e impregnar nuestro mundo con los valores del Evangelio”.

“Y desde bien jovencita tenía muy claro –y lo tengo– que eso hay que hacerlo en el día a día, y en mi trabajo, con mis amigos, con mi familia… donde yo pueda mostrar el amor, la misericordia de Dios y al mismo tiempo también poder transformar el mundo o mi pequeña realidad con lo que nuestra fe nos transmite”, recuerda en este Día de la Ación Católica.

Un paso adelante

Pero llegó un día en que desde ese compromiso se le pedía algo más. Un paso adelante. Se le pedía ponerse al frente. Pidió tiempo. Para escuchar y discernir. También con su marido. Y lo vio claro. “Fue como descubrir que el Señor decía, ‘bueno, pues aparca un poquito lo que es ahora tu profesión de enfermera y cuida de otra manera, ¿no? Cuida a que podamos vivir nuestra vocación como laicos en medio del mundo. Anima a otras muchas personas a que esto lo podemos vivir”.

Eva Fernández (primera por la derecha)
Eva Fernández (primera por la derecha) Cedida

Y ese paso adelante lo dio, además, en un momento muy ilusionante para la Iglesia en general y para el laicado, en particular. “Estamos en un momento privilegiado en la Iglesia, porque en este tiempo que yo llevo como presidenta de la ACG hemos vivido el Congreso de Laicos, que nos ha puesto realmente a valorar nuestra vocación laical y nos ha hecho unirnos”, señala Eva Fernández.

Pero este congreso celebrado en 2020 era sólo el comienzo de lo que esta gallega iba a empezar a vivir como ‘momentos fuertes’ de aquel compromiso que se fue gestando como catequista y acompañante de grupos juveniles parroquiales. Al año siguiente, Francisco convocaba el Sínodo sobre la Sinodalidad, que ella ha podido vivir en primera persona como miembro de la delegación española.

Eva Fernández con la delegación española en el Sínodo
Eva Fernández con la delegación española en el Sínodo

“Estamos viviendo un momento precioso en la Iglesia”, asevera, “con la convocatoria de este Sínodo, pero no solo a nivel intraeclesial, sino de presencia en la sociedad, de poner en el centro nuestra misión, que es la evangelización, de querer que todo el mundo se encuentre con Jesucristo y podamos realmente hacer realidad el Reino de Dios, el poner nuestra misión en el centro como laicos y poder realmente vivir la corresponsabilidad…”.

Presencia pública renovada

En este sentido, considera la presidente de la ACG que este es también “un momento para renovar la conciencia de la importancia de la presencia pública del laicado, pero también donde es necesario reafirmar que nuestra vocación es realmente la de sentirnos enviados, acompañados a estar presentes en medio del mundo, que en muchas casos será, como nos dicen los obispos del País Vasco y de Navarra en su reciente carta pastoral, como ese contraste paciente que será una presencia pública de un testimonio sencillo, de que otra manera de vivir es posible, y ahí tenemos todo un reto, que a lo mejor no tenemos que estar pensando en grandes cosas, sino cómo en nuestro día a día podemos hacer grandes cosas y al mismo tiempo despertar grandes preguntas en las personas que nos rodean, como hacían los primeros cristianos”.

“Es un momento muy bonito para renovar o para descubrir el valor de esa presencia pública con ese doble sentido, de sentirnos enviados desde la parroquia o desde la comunidad para también, al mismo tiempo, traer los anhelos, las esperanzas, las preocupaciones del mundo a nuestra Iglesia para que estemos atentos a esos signos de los tiempos”.

Eva Fernández, en un acto con el cardenal Omella para hablar del Sínodo
Eva Fernández, en un acto con el cardenal Omella para hablar del Sínodo Flama

Por eso, Eva Fernández está convencida de que “los laicos nos lo podemos empezar a creer”, que este sí parece su momento, tantas veces anunciado y reclamado. “Lo vemos también por todo lo que está haciendo el Papa, por ejemplo con este Sínodo. Yo lo percibía estando allí, todo lo que escuchaba y aprendía en sus sesiones, y veía efectivo y lo que estoy viendo en otros obispos que estaban allí, de cómo lo están haciendo e implementando en sus diócesis o en sus ámbitos…”.

“Creo que sí, que nos lo podemos empezar a creer y realmente va a ser así”, repite como para asentar ese pálpito. “Una de las propuestas concretas del Sínodo, en la parte de la evaluación y de la rendición de cuentas, nos dice que como mínimo tenemos que ir mirando cómo paso a paso se van produciendo esos nombramientos [laicales], y yo creo que sí, que habrá sus reticencias, no lo vamos a negar, pero creo que sí, que se avanzará”. Pasión en la entrega no le falta a Eva Fernández.

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