"Con un trabajo sin interferencias, se puede llegar a resultados veraces" Zollner valora la decisión de la Iglesia Española de encargar una auditoría externa para investigar abusos

Hans Zollner
Hans Zollner

El sacerdote jesuita alemán, uno de los mayores expertos en prevención de abusos en el Vaticano, ha valorado de forma positiva la decisión de la Iglesia española de encargar a un bufete de abogados una auditoría independiente

Ha dejado claro que erigir una comisión externa para poner luz a los casos de abusos en la institución es "fundamental" porque "ocultar o encubrir solo lleva a una pérdida de confianza y, en consecuencia, de credibilidad"

"Uno de los principales problemas" al enfrentar los casos de abusos sexuales suele ser "anteponer la institución a la víctima". "En el caso de los abusos que se dan en entidades o instituciones, es necesario ir más allá y analizar la dimensión institucional del abuso"

El Instituto de Antropología de la Pontificia Universidad Gregoriana cuenta con un diplomado de cinco meses en español e inglés y una Licenciatura en inglés para prevenir los abusos en todas las estructuras eclesiales del mundo

El sacerdote jesuita alemán Hans Zollner, uno de los mayores expertos en prevención de abusos en el Vaticano, ha valorado de forma positiva la decisión de la Iglesia española de encargar a un bufete de abogados una auditoría independiente sobre este tema al señalar que "un trabajo sin interferencias" e "independiente" es la manera de restablecer la "justicia" a las víctimas.

En este sentido, recuerda que la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha encargado a un bufete de abogados una auditoría independiente sobre los casos de abusos sexuales, al igual que lo hizo la Archidiócesis de Munich y Frisinga, cuyos resultados fueron presentados el pasado mes de enero.

"Siguiendo este modelo de escucha a las víctimas, con abogados y expertos verdaderamente independientes y con un trabajo sin interferencias, se puede llegar a resultados veraces y que contribuyan a la justicia de las víctimas", ha señalado en una entrevista con Europa Press.

El sacerdote, miembro de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores y director del 'Centre for Child Protection' de la Universidad Gregoriana (Roma), no ve que haya habido un retraso en la respuesta. "En países como Gran Bretaña, Australia, Estados Unidos o Alemania, la sociedad llegó a un punto en el que tuvo que enfrentarse a este problema y entonces la Iglesia también tuvo que afrontarlo. La Iglesia de España ha llegado ahora a este punto", ha manifestado.

De este modo, ha explicado que "las investigaciones se han iniciado en un país cuando la sociedad de ese país estaba preparada para abordar esta dolorosa y delicada cuestión, también en otros ámbitos como el del deporte, la moda, el turismo, etc".

No obstante, ha dejado claro, que erigir una comisión externa para poner luz a los casos de abusos en la institución es "fundamental" porque "ocultar o encubrir solo lleva a una pérdida de confianza y, en consecuencia, de credibilidad". "Sólo así se puede iniciar un camino que lleve a sanar las heridas de las víctimas que confiaron en la Iglesia y de sus familias", ha incidido.

Según su experiencia, "uno de los principales problemas" al enfrentar los casos de abusos sexuales suele ser "anteponer la institución a la víctima". "En el caso de los abusos que se dan en entidades o instituciones, es necesario ir más allá y analizar la dimensión institucional del abuso. Es decir, cuáles fueron las estructuras y tipo de organización que permitieron que se dieran abusos y fueran encubiertos", ha incidido.

De este manera, ha valorado que en los casos de "abusos y su encubrimiento se ve la vida de la Iglesia como desde un enfoque". "Se ven grandes cuestiones concentradas como la sexualidad, el dinero, el poder, el liderazgo, las relaciones, la relación con el Estado, con los expertos externos o con los medios de comunicación. Por eso, desde el Instituto de Antropología (IADC) de la Gregoriana no sólo trabajamos en torno al abuso sexual, sino también en torno a las estructuras, el abuso sistémico, la responsabilidad, la transparencia y mucho más", ha enfatizado.

El Papa ha establecido dos directivas en los últimos años para contrarrestar los abusos sexuales en la Iglesia universal: el motu proprio 'Como una madre amorosa' de 2016, con la que se estipula la posibilidad de destituir a una autoridad eclesiástica por negligencia en el tratamiento de acusaciones de abuso; y 'Vosotros sois la luz del mundo', en 2019, que impone por ejemplo el deber de denunciar ante las autoridades eclesiásticas los episodios de pederastia que se conozcan y también ante las civiles en el caso de que las leyes del lugar donde suceden los hechos así lo exijan.

Según Zollner, en los tres últimos años, desde la cumbre antipederastia organizada por el Papa en el Vaticano con obispos de todo el mundo en febrero de 2019, son muchos los que han entendido finalmente "que el tema de la prevención de los abusos sexuales no debe ser un asunto aparte, sino que debe ser parte integral de la misión de la Iglesia".

La voz de las víctimas

No obstante, reconoce que esta "conversión de los corazones" que se traduce después "en acciones concretas" tiene dos velocidades en las distintas diócesis geográficas. "He podido ver el cambio de actitud en algunas conferencias episcopales de países que he visitado y que han pasado de decir que los abusos no existían en sus territorios a darse cuenta de que eso no era cierto y comprometerse a luchar contra esta plaga. Esta concienciación se ha ido haciendo mayor tanto entre las autoridades eclesiásticas como entre los fieles. Pero aún existen muchas resistencias y mucho camino por recorrer", asegura.

Zollner ha detallado que la reunión en el Vaticano con obispos para afrontar los abusos en todo el mundo en 2019 se centró en tres puntos: responsabilidad, accountability (rendición de cuentas) ytransparencia. "La transparencia se considera una consecuencia de las otras dos. Esto significa que, por una parte, se reconoce y se enfrenta la verdad de los hechos y, por otra, también se muestra que se está haciendo algo en respuesta, que hay medidas, procedimientos y acciones que se ponen en marcha para hacerle frente, dar justicia a las víctimas y establecer penas para el agresor y los que encubrieron el abuso", ha resaltado.

Del mismo modo, ha señalado que "hay que ser conscientes de que esto no se puede 'resolver' solo desde dentro de la Iglesia, sino que tratar el problema de los abusos exige compartir con otros, incluir a expertos, realizar auditorías independientes, etc".

"Hoy esto último ya se hace en algunas partes del mundo, pero también lo necesitamos para establecer estrategias de formación de personal competente, para la comunicación, etc. De este modo, la Iglesia se abre y no permanece en una mentalidad de fortaleza", ha añadido.

Petición comisión externa abusos

Por ejemplo, la Conferencia Episcopal de Malta presenta un informe cada año con el número de casos de abusos y el número de personas que han sido apartadas. A su juicio, este es un modelo "muy positivo y factible".

"No se hace sólo en Malta, sino que en Estados Unidos y otros países ya se está haciendo desde hace tiempo. El resultado es que la gente sabe que en la Iglesia se está trabajando de manera sostenible en este cambio y como resultado tienen confianza en el proceso y ya no es noticia", ha declarado.

En este sentido, reconoce que la formación es "clave" en este proceso. "Todos los obispos conocen las cosas fundamentales, y muchos han pasado también por talleres formativos en aquellas partes del mundo donde hay recursos y personal experto. Pero no es algo que se hace una vez y se tacha de la lista. Hay que ofrecer una formación que sea permanente y sostenible en el tiempo, y no solo a los obispos, sino a todos los niveles de la Iglesia: desde seminarios y noviciados a casas de formación, parroquias, escuelas, centros de pastoral, etc", afirma.

Bajo esta premisa, el Instituto de Antropología de la Pontificia Universidad Gregoriana cuenta con un diplomado de cinco meses en español e inglés y una Licenciatura en inglés para prevenir los abusos en todas las estructuras eclesiales del mundo. Los estudiantes son sacerdotes, religiosos o laicos que han sido enviados por sus obispos, sus superiores o las instituciones para las que trabajan.

"Reciben una formación multidisciplinar, desde la teología hasta la sociología, pasando por la psicología y el derecho canónico, para comprender mejor su futuro trabajo, porque serán los responsables de la prevención de los abusos a menores en las Iglesias locales", señala Zollner

Primero, Religión Digital
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