El rector de Comillas y el ex presidente del Senado, Juan José Laborda, debaten en la Fundación Pablo VI Julio Martínez, sj.: "Necesitamos seguridades y no discursos de soflamas en los que se buscan enemigos, que es lo que saben hacer los populistas de un signo y otro"

“Faltan líderes globales. Si China ocupa el lugar de Estados Unidos, yo me exilio a Venus”. Juan José Laborda puso el toque de ironía en un interesantísimo debate entre dos primeros espadas del pensamiento español, el expresidente del Senado, y el rector de Comillas, Julio L. Martínez, sj., convocados por el Foro 'El mundo post COVID-19' de la Fundación Pablo VI.

No anduvo a la zaga el profesor jesuita, en un debate moderado por María Solano, quien comenzó fuerte: ¿Estamos viviendo un deterioro de derechos? “La pandemia está dejándonos visible algunas cosas que ya estaban funcionando mal, y que se agravan”, contestó Martínez. Y, entre ellas, “la posibilidad real de que se corrompan nuestras democracias que ya antes de la pandemia daban síntomas de cansancio”.

Derechos y libertades, en riesgo

“Aprovechados por los populismos, tanto de derecha como de izquierda, los derechos y las libertades no son los que más van a lucir. El coronavirus nos puede estar llevando a perder más la privacidad, la intimidad”, advirtió el rector de Comillas, quien demandó que “los derechos y libertades no se pueden poner en entredicho”. Ejemplos como el de China, donde se plantea rastrear a la gente, o poner cámaras en las casas suponen, en su opinión, “un paso peligroso hacia una sociedad del control y de la vigilancia”. “Y no pensemos que eso pasa en Hungría, no, que nos puede pasar a nosotros”, recalcó, denunciando la “censura informativa” o la falta de transparencia que, en su opinión, se está generando.

Para Laborda, resulta lamentable que los actuales líderes mundiales “no tienen una visión cosmopolita de los problemas”. “Hoy no tenemos un Churchill, un Roosevelt o un Willy Brandt, o Tatcher o Felipe González. Nos falta liderazgo mundial”. Y, también, unos medios de comunicación que no dependan tanto de los intereses económicos, en un mundo en el que “estamos interconectados, pero el hombre y la mujer están más aislados que nunca”.

Hoy no tenemos un Churchill, un Roosevelt o un Willy Brandt, o Tatcher o Felipe González. Nos falta liderazgo mundial

Cuestionados por la posible 'desglobalización', Julio L. Martínez, subrayó la paradoja de que “un virus se convierte en amenaza mundial, debilita la fuerza global y refuerza los estados nacionales”. “Es bueno reforzar el Estado nacional, pero hay que tener muchísimo cuidado, porque las grandes cuestiones que afectan al mundo, todas, superan las fronteras nacionales, también el virus”.

Por el bien común universal

Así, invitó a que los tres niveles (nacional, regional y global), “se alíen invocando al bien común universal, que nos haga más cercanos, más hermanos”.

“¿Quién gobierna la globalización?”, se preguntó el expresidente del Senado. “Necesitamos que el derecho gobierne ese terreno, no sólo lo económico”. Lamentablemente, “los estados han reaccionado como estuviéramos en el siglo XIX, decretando el cierre de fronteras y el Estado de alarma. ¿Pero quién pone fronteras al virus?”.

“Mientras se sigan dando respuestas antiguas del Estado-nación, no haremos más que hacer crecer el populismo. El populismo solo se para con una visión internacionalista o cosmopolita”, insistió.

“Mientras se sigan dando respuestas antiguas del Estado-nación, no haremos más que hacer crecer el populismo. El populismo solo se para con una visión internacionalista o cosmopolita”, insistió.

Por su lado, el rector de Comillas añadió que “los populistas han quedado descolocados” ante la pandemia, especialmente “los que no están gobernando”. “Lo que necesitamos la gente son respuestas solventes y eficaces, a través de los mecanismos que tenemos para responder. Necesitamos seguridades y no discursos de soflamas en los que se buscan enemigos, que es lo que saben hacer bien los populistas, de una parte del espectro y del otro”.

A río revuelto...

En su opinión, “los populistas están descolocados, pero no tengo claro que ante la evolución de los acontecimientos, y la previsible crisis económica, no puedan sacar partido de la situación”. Y es que, “ante la falta de autoridades mundiales, los populistas que tocan poder pueden tener condiciones óptimas para sacar sus teorías adelante. A río revuelto ganancia de pescadores”.

Frente a esto, la solución está, en opinión del rector de Comillas, en “la política del bien común que no cava trincheras ni enemigos, sino que busca afrontar los asuntos desde el diálogo y el acuerdo, es la única que nos puede dejar tranquilos”. Para Laborda, es preciso recuperar “la idea de consenso”, porque “nos encontramos con una élites obligadas a estar permanentemente en batalla”. Para el ex presidente del Senado, “los populismos actuales son como los nacionalistas de los años 30, solo que ahora no pueden declarar la Guerra, pero sí poner en peligro sus fundamentos”. “Volver a anteriores etapas sería la mejor manera de pegarnos un tiro en el pie. Nos convertiríamos en un gran museo que visitarían los chinos, seríamos un continente de siervos”.

¿Cuál es el horizonte de futuro? ¿Hay esperanza? Para el rector de Comillas, sí, pero con otro estilo de hacer política, como el del alcalde de Madrid, “una persona que baja al terreno, que se acerca a la gente, y que está bien articulado intelectualmente”... y es que estudió en ICADE, recordó con una sonrisa Julio L. Martínez, sj. Laborda también habló de Daniel de la Rosa, alcalde de Burgos. En todo caso, líderes que estén cerca del pueblo, y que lo acompañen, sin caer en “intereses espúreos”.

Volver a anteriores etapas sería la mejor manera de pegarnos un tiro en el pie. Nos convertiríamos en un gran museo que visitarían los chinos, seríamos un continente de siervos”