Por la vía de los hechos, el cardenal Omella va cambiando el rostro del episcopado español José María Gil, arzobispo coadjutor de Granada y Ernesto Brotons, obispo de Plasencia

Monseñor Gil Tamayo
Monseñor Gil Tamayo

Se nota la mano del cardenal Omella tras los dos últimos nombramientos episcopales

Gil Tamayo, profundo conocedor de la 'Casa de la Iglesia' y de sus fontaneros, ha sido un apoyo decisivo y sincero para el presidente de los obispos, sobre todo desde el Comité Ejecutivo. Y ahora recibe el premio a su fidelidad

El nuevo obispo de Plasencia es un hombre de garantías intelectuales, como director del Centro Regional de Estudios teológicos de Aragón (CRETA), y que conecta con el espíritu y la letra del pontificado de Francisco

Se nota la mano del cardenal Omella tras los dos últimos nombramientos episcopales. Y es que una de las encomiendas que el Papa le hizo es la de elegir a clérigos de la Iglesia en salida para hacerlos obispos y remodelar así, por la vía de los hechos y a medio plazo, el rostro del episcopado español, que todavía huele demasiado a 'vieja guardia'.

Con José María Gil Tamayo es difícil llevarse mal. Tiene buen carácter y no busca especialmente medrar en el escalafón. Quizás por eso, su ascenso en el episcopado ha sido meteórico, tras pasar por el difícil puesto de secretario y portavoz del episcopado. Profundo conocedor de la 'Casa de la Iglesia' y de sus fontaneros, ha sido un apoyo decisivo y sincero para el presidente de los obispos, sobre todo desde el Comité Ejecutivo. Y ahora recibe el premio a su fidelidad.

Ernesto Brotons es de Zaragoza, el feudo del cardenal Omella. El nuevo obispo de Plasencia es un hombre de garantías intelectuales, como director del Centro Regional de Estudios teológicos de Aragón (CRETA), y que conecta con el espíritu y la letra del pontificado de Francisco.

Ernesto Brotons

Tanto es así, que los rigoristas han intentado 'quemarlo' ya en otras ocasiones que sonó su nombre para la mitra. Y, además, es amigo del actual presidente del episcopado y representa el prototipo de obispo que anda buscando para poner el reloj del episcopado a la hora del de Francisco. Sin falsas nostalgias, sin sentirse perseguidos por el mundo y mirando a éste con ojos de misericordia.

Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME

Volver arriba