La Guardia Civil llevaba semanas sobre la pista de la pareja 'Operación Botafumeiro': así se detuvo al cura de Don Benito acusado de tráfico de estupefacientes

Registro en la casa del cura de Don Benito
Registro en la casa del cura de Don Benito Guardia Civil

Tal y como sospechan los investigadores, los dos implicados distribuían la droga a consumidores de la comarca y también la enviaba a distintos puntos de la geografía española

Los agentes encontraron al menos dos kilogramos de mefedrona, así como otro tipo de estimulantes, con capacidad para producir unas 8.400 dosis. También se hallaron blisters de Viagra,  3.370 euros en metálico y básculas de precisión, así como teléfonos móviles y un ordenador que está siendo analizado

Las primeras investigaciones apuntan a que los dos investigados contactaban con los clientes a través de una conocida app de citas y la casa se habría convertido en el centro de operaciones de la supuesta trama de tráfico de drogas

El pasado lunes, al término de la misa de la mañana en la parroquia de San Sebastián de Don Benito, Alfonso R. M. fue detenido por la Guardia Civil, junto a su pareja, en el marco de la operación 'Botafumeiro', que desde hace varias semanas investiga tráfico de sustancias potenciadoras del deseo sexual. Tal y como sospechan los investigadores, los dos implicados distribuían la droga a consumidores de la comarca y también la enviaba a distintos puntos de la geografía española. De hecho, la Guardia Civil interceptó dos paquetes de esta droga, dispuestos a ser enviados. 

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Durante el registro de la casa que ambos compartirían en Don Benito (el párroco no residía en la casa parroquial, sino en un piso alquilado), los agentes encontraron al menos dos kilogramos de mefedrona, un tipo de droga que produce efectos similares a las anfetaminas, y que suele utilizarse en lugares de ocio nocturno, así como otro tipo de estimulantes, con capacidad para producir unas 8.400 dosis. También se hallaron blisters de Viagra,  3.370 euros en metálico y básculas de precisión, así como teléfonos móviles y un ordenador que está siendo analizado.

El sacerdote, tras tomar declaración
El sacerdote, tras tomar declaración captura de pantalla

Tras una primera declaración, el sacerdote ha sido puesto en libertad con cargos (tenencia de estupefacientes y tráfico de drogas), la retirada del pasaporte, y la obligación de presentarse ante el juzgado los días 1 y 15 de cada mes. Su pareja, en cambio, ha sido enviado a prisión sin fianza. La Guardia Civil no descarta que haya más implicados en una investigación que se inició hace varias semanas tras recibir una denuncia de un supuesto cliente.

Según la nota emitida por el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, la decisión del juez se produce tras la autorización por parte del Juzgado de "la entrada y registro en la vivienda de la localidad de Don Benito en la que habita de forma oficial" el clérigo. La casa se había convertido en el centro de operaciones de esta trama.

Las primeras investigaciones apuntan a que los dos investigados contactaban con los clientes a través de una conocida app de citas y la casa se habría convertido en el centro de operaciones de la supuesta trama de tráfico de drogas. La detención se produjo después de que la Guardia Civil conociera de la recepción de un paquete de mefedrona procedente de Alemania.

En su declaración, el párroco ha asegurado que él no sabía nada, que el único responsable es el otro detenido, mientras que su abogado recalcó a preguntas de los medios que "no hay ninguna prueba que le incrimine" y que "no tenía conocimiento de nada".

¿Quién es este sacerdote? Alfonso R. M., es natural de Miajadas y se formó en el seminario de Plasencia. Hace cinco años fue trasladado a Don Benito procedente de la zona de Béjar. Los vecinos se encuentran conmocionados con el suceso, y aclaran que el cura "revitalizó la parroquia". Sobre su pareja, parece ser que era algo conocido, o supuesto, por toda la feligresía.

Sin embargo, tal y como apunta Cruz Morcillo en ABC, el vecindario de la parroquia sospechaba de que el cura estaba llevando a cabo actividades ilegales, dado el continuo trasiego de personas a cualquier hora que acudían a la vivienda supuestamente en busca de sustancias.

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