Así durante el ejercicio de 2019, el total de los recursos que ha obtenido la Iglesia en Ciudad Real han ascendido a algo más de 18,4 millones de euros, de los que 7.354.190,56 euros han sido aportados de “manera voluntaria” por los fieles, suponiendo un 40 por ciento de los recursos. Una cifra significativa para Oviedo ya que “muestracómo los miembros de las parroquias reconocen y valoran la labor de la Iglesia y su implicación, entre otros aspectos en el sostenimiento económico”.

Respecto a 2018, esta cifra es algo menor pero, según ha explicado Oviedo, ha sido compensada con menos gastos en 2019 y estima a su vez que los recursos para 2020 serán algo menor a los del último año debido a la falta de colectas en las parroquias a causa de la crisis sanitaria y el confinamiento.

En diócesis más pequeñas, como Barbastro-Monzón, más de la mitad de los ingresos, 4.067.379,35, proceden de los cristianos y de quien aprecia la labor de la Iglesia, principalmente a través de la Asignación Tributaria (1.376.236 euros) y para el funcionamiento de las parroquias (1.073.492 euros). Así mismo, la Diócesis obtuvo 2.569.203,15 euros de los bienes propios de la Iglesia (El Cruzado Aragonés, Museo Diocesano, Casa Sacerdotal, etc) y 964.003,94 euros de las administraciones públicas para programas finalistas, además de los fondos procedentes de entidades privados para programas solidarios. 

Y es que, sea donde fuere, la aportación de los fieles resulta vital para la supervivencia de la Iglesia. Especialmente, en estos tiempos del coronavirus.