El tribunal, presidido por Satué, volverá a instruir el caso desde el principio Así será el nuevo proceso canónico del 'caso Gaztelueta'

José Antonio Satué, obispo de Teruel y Albarracín
José Antonio Satué, obispo de Teruel y Albarracín

La investigación abarcará no sólo al exprofesor condenado, sino que revisará todo el proceso, y podría "depurar responsabilidades" tanto al centro como a la Obra, sin olvidar el papel de la diócesis, de los supuestos 'investigadores' y de la mismísima Doctrina de la Fe

Habrá que tomar declaración a víctima y abusador, revisar toda la documentación y 'recorrer' el camino llevado a cabo desde 2014 hasta la fecha. Con toda la información, el tribunal decidirá si abre un juicio canónico, que en principio debería llevarse a cabo en la diócesis de Bilbao, donde se produjeron los hechos

El Opus Dei ha tratado de desvincularse del proceso, que sin embargo le afecta, mientras el profesor condenado muestra su disposición a defenderse. Para la víctima, es una posibilidad real de que se haga justicia eclesiástica después de que haya culminado la fase penal con una condena en el Supremo. El objetivo no es otro que 'reponer el buen nombre' del superviviente

Con toda la información, el tribunal determinará si solicitar a la Santa Sede la apertura de un juicio canónico, archivará el proceso, o considerará que se puede tomar una decisión con la investigación realizada. Lo que parece evidente, y así ha podido constatar RD de distintos implicados, es que la intención del Papa es la misma que aparece al final del comunicado de Joseba Segura: "Depurar responsabilidades y sanar las heridas producidas"

"Se va a comenzar de cero, aunque se tendrá muy en cuenta qué se hizo, qué no se hizo y sobre todo, quiénes y cómo lo hicieron". Fuentes cercanas al tribunal dispuesto por el Papa Francisco para reabrir canónicamente el 'caso Gaztelueta' señalan a RD que el proceso tiene que "rehacerse por completo", pero que el objetivo, además de hacer justicia, es el de "depurar responsabilidades" por los errores cometidos en el pasado, y que no sólo se juzgará, llegado el caso, al pederasta condenado por la justicia civil, sino que "se revisarán todas las actuaciones de todos los implicados". También, del Opus Dei. También, llegado el caso, de Müller o Ladaria.

No hay 'bloqueos' ni 'vetos' a la investigación que, a partir de ahora, tendrá que arrancar a instancias del Papa, y dentro de la jurisdicción del Obispado de Bilbao. Una cuestión que no es accesoria, toda vez que fue en esa diócesis donde se produjeron los abusos, y donde se sitúa el colegio de la Obra. Por eso no han sido el obispo de Teruel, José Antonio Satué, ni la Conferencia Episcopal, ni la Santa Sede quienes han informado, oficialmente, de la decisión papal de "ordenar la instrucción de un proceso canónico", sino Joseba Segura, en su calidad de obispo de Bilbao.

El Papa y Joseba Segura
El Papa y Joseba Segura

De hecho, es Segura quien, en nombre del Papa, subraya que el proceso ha sido "encomendado a Mons. José Antonio Satué Huerto, obispo de Teruel y Albarracín. Como notario actuará el Rvdo. José Luis Perucha Rojo, Rector del Seminario de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara", mientras que "la Dra. Mirian Cortés Dieguez, Rectora del Universidad Pontificia de Salamanca, y el Rvdo. Federico Mantaras Ruiz-Berdejo, Vicario general de la Diócesis de Asidonia-Jerez, serán los asesores", con un papel aún sin definir pero que todo indica que tendrá que ver con el análisis de los distintos expedientes del caso, y de la actuación de todos los protagonistas.

"Con este proceso se pretende depurar responsabilidades y ayudar a sanar heridas producidas", concluye a nota de la diócesis, que deja a las claras los dos grandes objetivos, y tira por tierra la burda intención de la Obra en su último comunicado de desvincularse del proceso, dejando todo el protagonismo al profesor condenado. Por cierto, que según ha podido confirmar RD, a partir de ahora podremos asistir a dos versiones diferentes, la de la Obra y la de la defensa del profesor, que al parecer han decidido recorrer caminos distintos.

Ocariz  durante una eucaristía
Ocariz durante una eucaristía

"Depurar responsabilidades y sanar heridas producidas", lo que implica dos procesos. En primer lugar, determinar quién o quiénes deben rendir cuentas ante actuaciones ilícitas y contrarias al derecho (canónico). En segundo lugar, acabar con las "heridas" de, se entiende, la víctima, que a día de hoy sólo ha recibido una petición de perdón por parte de la diócesis, pero no del Colegio (que sigue considerando inocente a su ex profesor), ni del abusador (que reitera, en comunicado, su inocencia) ni, por supuesto, del Opus Dei. La carta del prelado Ocáriz a Juan Cuatrecasas, publicada en primicia por RD, así lo demuestra.

Pasos a seguir por la instrucción

¿Qué ocurrirá entonces? Lo primero de todo, según aseguran fuentes cercanas a RD, es instituir la comisión, y repartir el trabajo. Un trabajo que se hará en dos vías: de un lado, el análisis de la documentación, y del procedimiento (cómo se obtuvo y qué garantías hubo); del otro, las testificales. Parece claro que tanto la víctima como el abusador serán llamados a declarar -seguramente ante Satué, con la compañía de Perucha en su condición de notario-, en un procedimiento en el que, a diferencia del anterior, los abogados de las partes tendrán acceso a la documentación y a la asistencia a sus clientes.

Silverio Nieto, durante su comparecencia en el Congreso
Silverio Nieto, durante su comparecencia en el Congreso

Llegado el momento, los instructores podrían interrogar tanto a Silverio Nieto (encargado de una testifical a la víctima de la que su familia siempre ha renegado) como a los responsables del colegio Gaztelueta o a los jefes de la Obra en España. El desarrollo de los acontecimientos podría llevar a pedir la presencia del anterior obispo de Bilbao, Mario Iceta, y del actual, Joseba Segura, y, llegado el caso (aunque no es probable) a los técnicos de Doctrina de la Fe.

Con toda la información, el tribunal determinará si solicitar a la Santa Sede la apertura de un juicio canónico, archivará el proceso, o considerará que se puede tomar una decisión con la investigación realizada. Lo que parece evidente, y así ha podido constatar RD de distintos implicados, es que la intención del Papa es la misma que aparece al final del comunicado de Joseba Segura: "Depurar responsabilidades y sanar las heridas producidas".

Y para ello, es condición imprescindible un proceso de escucha, participación y empatía con la que (con sentencia firme del Tribunal Supremo en la mano) es una víctima de abusos. Y, también con quien (con sentencia firme del Tribunal Supremo en la mano) ha sido condenado por abusador de menores. Y de búsqueda de la verdad.

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