Blázquez admite el encubrimiento en la Iglesia española: “Se conocían cosas, pero no se hablaba de ellas” Los obispos no investigarán los casos históricos de pederastia en España

El cardenal Blázquez, junto a Luis Argüello y el jefe de prensa de la CEE, Josetxo Vera
El cardenal Blázquez, junto a Luis Argüello y el jefe de prensa de la CEE, Josetxo Vera

La Iglesia española no tomará la iniciativa, y esperará las normas concretas que vengan de Roma

Sobre la exhumación de Franco, Blázquez repite que “la Iglesia nunca se ha opuesto a que los restos de Franco sean exhumados, pero tampoco lo ha apoyado. No somos parte en esta cuestión”

La Iglesia española no investigará los abusos sexuales a menores que se han producido en nuestro país, ni encargará a ningún organismo que lo haga. “La Conferencia Episcopal no tiene autoridad sobre las diócesis para hacer este tipo de estudio. Que cada diócesis haga lo que estime oportuno”, fue la lacónica respuesta del presidente de la CEE, Ricardo Blázquez, al ser preguntado por cuáles serían las medidas concretas de la Iglesia española frente a la pederastia

Los obispos españoles harán lo que les diga Roma, cuando se lo diga Roma. No habrá investigaciones, ni se abrirán los archivos, ni se entregarán al Ministerio de Justicia los expedientes de casos existentes en nuestro país. “Las diócesis y la CEE estamos dispuestos a colaborar, pero nuestra colaboración directamente es con los tribunales, que son los encargados en un Estado de derecho”, respondió Blázquez, después de una larga disertación en la que se mostró “emocionado” al escuchar los testimonios de víctimas en la cumbre del Vaticano.

El presidente de la Conferencia Episcopal

El cardenal tampoco se negó a recibir a los representantes de la Asociación Infancia Robada, la primera creada en nuestro país para unir a los supervivientes de abusos, pero pidió que fueran ellos los que lo solicitaran. “Yo no tengo ningún inconveniente”, apuntó. Lo que ocurre es que su presidente, Juan Cuatrecasas, ya había solicitado dicha entrevista antes del encuentro de Roma, obteniendo el silencio por respuesta.

Durante su intervención, Blázquez admitió que, durante años, se vivió el encubrimiento en la Iglesia, también en la española. “Se conocían cosas, pero no se hablaba de ellos”, apuntó, recalcando el “inequívoco 'Sí' a las víctimas, con lo que lleva consigo de su defensa, acompañamiento, de su escucha. También de prevención de cara al futuro. Un 'Sí' a sus familias, y a la colaboración con las autoridades del Estado”.

Sin embargo, a la hora de las decisiones prácticas, todo quedó en el mandato de Roma. “Vamos a recibir normas y no sólo orientaciones. Las normas si se quebrantan, se piden cuentas. Normas a los pastores, las mismas en toda la Iglesia, según las cuales los obispos vamos a ser examinados”, añadió el cardenal, que no supo definir ninguna medida concreta, por más que se le preguntó.

“Hay cuestiones jurídicas, operativas, que hay que afrontar decisivamente”, admitió el prelado, aunque no supo definir cuáles serían. “No se trata de ser peatones de las nubes, tenemos que entrar en el fondo de la cuestión. Es un terreno sagrado”, profundizó el presidente de la CEE, que lamentablemente se quedó, de nuevo, en el terreno de las ideas. “Pronto vendrán las normas concretas”, profetizó. “Vamos a seguir las normas que desde Roma nos indiquen”, fue la machacona respuesta a cada intento de la prensa.

Blázquez tambén se escabulló, como pudo, de otros temas polémicos, como los abusos a religiosas, de los que dijo “no tengo constancia”, o sobre la exhumación de Franco. Sí recordó que dos jueces han paralizado la misma en las últimas horas, y que “la Iglesia nunca se ha opuesto a que los restos de Franco sean exhumados, pero tampoco lo ha apoyado. No somos parte en esta cuestión”, zanjó.

Blázquez, con Argüello

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