Ha reconocido sus "virtudes heroicas", lo que les encamina a la beatificación El papa abre el camino de los altares a Francisco Barrecheguren y a su hija Conchita

Conchita Barrecheguren y su padre y educador, Francisco
Conchita Barrecheguren y su padre y educador, Francisco www.barrecheguren.com

Francisco firmó ayer martes, en la audiencia que concedió al prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, Angelo Beciu, varios decretos de causas de beatificación

Para que un venerable sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión y para que sea canonizado, hecho santo, se precisa un segundo milagro obrado "por intercesión" después de ser proclamado beato

Francisco Barrecheguren Montagut, tras perder a su mujer y a su hija, se hizo sacerdote redentorista a los 68 años

El papa Francisco ha aprobado simultáneamente el decreto que reconoce las "virtudes heroicas", primer paso para la beatificación, del leridano Francisco Barrecheguren (1881-1957) y su hija Concepción, nacida en Granada (1905-1928).

Francisco firmó ayer martes, en la audiencia que concedió al prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, Angelo Beciu, varios decretos de causas de beatificación, entre ellos el de los dos españoles, ha informado este miércoles el Vaticano.

El camino hacia la santidad tiene varias etapas: la primera es ser declarado venerable siervo de Dios, la segunda beato y la tercera santo. Venerable Siervo de Dios es el título que se da a una persona muerta a la que se reconoce "haber vivido las virtudes de manera heroica".

Para que un venerable sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión y para que sea canonizado, hecho santo, se precisa un segundo milagro obrado "por intercesión" después de ser proclamado beato.

Barrecheguren Montagut, tras perder a su mujer y a su hija, se hizo sacerdote a los 68 años de la Congregación del Santísimo Redentor; nació en Lleida el 21 de agosto de 1881 y murió en Granada el 7 de octubre de 1957.

Barrecheguren Montagut, tras perder a su mujer y a su hija, se hizo sacerdote a los 68 años

Al quedar huérfano de padre (vasco) y madre (catalana) muy pequeño y sin familia en Lleida, sus tíos lo llevaron a Granada, donde vivirá toda su vida. En 1945, después de haber donado parte de sus bienes a la Congregación de los "Esclavos de la Eucaristía", el Siervo de Dios creó el Mecenazgo de las Escuelas "Conchita Barrecheguren", una asociación destinada a la enseñanza de niños pobres.

Posteriormente, a la edad de 65 años, ingresó en la Congregación del Santísimo Redentor, y el 25 de julio de 1949 fue ordenado sacerdote y vivió sus últimos años a disposición principalmente de los enfermos y los ancianos, según la biografía proporcionada por el Vaticano.

Su hija Concepción Barrecheguren García nació en Granada el 27 de noviembre de 1905 y murió allí el 13 de mayo de 1927. Desde la infancia, tuvo una salud precaria debido a una enterocolitis muy aguda y por ello sus padres decidieron no dejarla asistir a ninguna escuela de la ciudad, convirtiéndose en sus educadores.

A muy temprana edad sintió la llamada a la vida religiosa, deseando convertirse en carmelita, pero no pudo debido a la enfermedad y murió en Granada el 13 de mayo de 1927, a la edad de 22 años. Un año antes, como ha publicado Alfa y Omega, había escrito en su diario espiritual, mientras sufría la tuberculosis: "¿Qué es una larga vida, comparada con la eternidad?".

Papa Francisco
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