En la Basílica dedicada al santo valenciano, por los 600 años de su muerte Cardenal Cañizares: San Vicente Ferrer "es un estímulo para la concordia" en una nueva Europa

El cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia, celebra una misa por el 600 aniversario de la muerte de San Vicente Ferrer
El cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia, celebra una misa por el 600 aniversario de la muerte de San Vicente Ferrer

"En un mundo tan violento, descalificador con los demás, tan excluyente y tan negado a la vida... es un estímulo para no callarnos, la Iglesia no puede callar", insiste el arzobispo de Valencia

El cardenal arzobispo de Valencia aseguró ayer que San Vicente Ferrer es “un estímulo y acicate”, para la concordia, “un mensajero infatigable de la Paz” tan necesaria “en una Europa de raíces cristianas”.

El Cardenal presidió ayer una misa solemne con motivo del 600 aniversario de la muerte del santo dominico,  “apóstol gigantesco de la cristiandad europea que contribuyó decisivamente a su reconstrucción a través del evangelio de la caridad, la alegría y la paz”, indicó.

En este sentido señaló que “en estos momentos convulsos de desconcierto que vivimos”, los cristianos “sentimos la urgencia y necesidad de una nueva evangelización en nuestras tierras, de reconstrucción humana y cristiana”, tarea para la que San Vicente “constituye un punto de referencia”.

Durante su homilía, el Arzobispo destacó que “en un mundo tan violento, descalificador con los demás, tan excluyente y tan negado a la vida”, San Vicente Ferrer “es un estímulo para no callarnos, la Iglesia no puede callar”.

"Tiempo de buscar respuestas juntos a problemas comunes"

Igualmente, el cardenal Cañizares recordó que “es tiempo de buscar respuestas juntos a los problemas comunes” por lo que es necesaria “la unidad de todos los cristianos para que el mundo crea y se convierta a Dios”.

El arzobispo de Valencia animó a “manifestar el amor a los más pobres, a los inmigrantes y refugiados, a los perseguidos en sus países de origen, a los desahuciados y sin techo”, siguiendo el ejemplo de San Vicente Ferrer.

La misa solemne en honor al patrón de la Comunitat Valenciana estuvo concelebrada por el obispo auxiliar de Valencia, monseñor Esteban Escudero y el vicario episcopal para la Vida Consagrada, el dominico Martín Gelabert, entre otros sacerdotes. La eucaristía fue organizada por la Junta Central Vicentina en la Basílica de San Vicente Ferrer, regida por los padres dominicos.

Tras la eucaristía, Cofradías y asociaciones vicentinas desfilaron con sus estandartes, por calles del centro histórico valenciano, acompañadas por 69 antorchas, correspondientes a cada año de vida de San Vicente Ferrer.

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