Hoy, Fiesta de la Ascensión, un fragmento añadido al Evangelio de Marcos, dice que Jesús les dio a los discípulos este mensaje: “Id por todo el mundo y proclamad el Evangelio a TODA LA CREACION”.

En otro pasaje de la carta a los Romanos (8,18-23), escribe san Pablo que no solo nosotros, sino también la creación entera, espera participar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios, y ser liberada, como nosotros, de la esclavitud de la corrupción.

No hay nada vivo en este mundo que no termine con la muerte. El problema es cómo se termina, porque miles de personas y miles de animales son víctimas todos los días de una muerte injusta y prematura a causa del hambre, de la sed, de las guerras, de la violencia, de las injusticias, de enfermedades evitables, de la falta de médicos, de medicinas, de hospitales, de catástrofes naturales prevenibles como tener que construir la casa a la horilla de un río, o en la fada de un barranco o de un volcán, como lo vimos en Guatemala, por no tener medios para hacerlo en otro sitio más seguro.  Y los millones y millones de seres vivos que mueren en los incendios, y los miles de animales que son injustamente asesinados para divertirse los humanos a través de la caza, los toros, etc.  

La interesante revista HUMOYA de hoy recoge una información de la Asociación de Amigos de la Tierra (Amis de la Terre), de Francia, que la Multinacional petrolera francesa TOTAL proyecta efectuar  más de 130 perforaciones y más de 400 pozos, así como la construcción de un oleoducto de 1.445 kilómetros, que llevará a cabo en los alrededores del Parque Nacional del Lago Alberto y las Cataratas Murchison, afectando a Uganda y a Tanzania, y a amenazando los medios de vida de más de 100.000 personas y  generando una situación que obliga a las familias a abandonar sus hogares, incluso con amenazas, y sin una compensación justa. Todo ello en un enclave ecológicamente fundamental en el continente africano en el que podemos encontrar a más de la mitad de las especies de aves del continente y a casi el 40% de la población de mamíferos. El impacto medioambiental que esto podría llegar a tener sería enorme e irreversible.

¡Cuánto sucede en este mundo que no cuadra con el mensaje del Evangelio! ¡Cuánto falta aun por hacer para que este mundo sea justo, fraternal y solidario con todos los seres humanos y con toda la creación! ¿A qué estamos esperando para parecernos un poco más a Jesucristo?

El camino concreto de lo que es necesario hacer hoy nos lo señala bien claro el Hermano Papa Francisco en su Encíclica sobre el cuidado de la Creación: necesitamos releerla y sobre todo practicarla, porque seremos dignos de la vida del Cielo en la medida que hayamos colaborado a la construcción de la vida de la Tierra.

Feliz domingo a tod@s.-Faustino