EL DIOS DESERTOR

La vida nos deja un rastro de sangre
entre la tierra el fango y matorrales
un rastro que limpia la lluvia ácida
y los cataclismos del inframundo.

Dónde está el dios que puede evitarlos
el dios ausente desaparecido
de entre todos los vivos y los muertos
un dios desertor y un dios desertado.

El mismo dios el dios omnipotente
de paz y guerra del amor y el odio
el mismo dios de la salud y el virus
el mismo dios de ángeles y démones.

Qué se hizo del ángel de la tierra
y qué de los arquetipos platónicos
reconvertidos en tipos plutónicos.

Solo se yergue el Dios crucificado
en esta desmesura de lo negro
y en esta impostura de lo blanco.

Solo se queda el hombre y su conciencia
de un mundo atroz dolido atormentado
mientras los dioses bailan en su cuerda.

Este maximalismo de la vida
contrasta así con el minimalismo
de este morir que se abre con la muerte.

(Quizá este mundo no tiene trasmundo
pero tiene a favor un intramundo
donde se esconde el dios desconocido).

LA GRACIA

Por toda la fermosura
nunca yo me perderé
sino por un no sé qué
que se alcanza por ventura
(San Juan de la Cruz).

Tras toda hermosura san Juan de la Cruz
proyecta un no-sé-qué de trascendencia
que puede traducirse como gracia
como lo grácil y frágil que amamos
con agudo dolor del corazón.

Es un dolor del alma enamorada
por lo débil y lábil e indigente
por el pobre en nosotros y en el otro
por la vida que rema hacia la muerte.

Se trata de un no-sé-qué que trasciende
las fronteras del cuerpo hasta su médula
construida sobre un tic-tac silente
que atraviesa y traspasa el lenguaje.

Logos de amor el no-sé-qué estridente
vaciado de estridencia por amor
a lo débil lo frágil y lo lábil
cuya gracia es el ángel del Señor.

La aventura de amar como ventura
que nos cerca y acerca a ese buen dios
que acoge al pobre al malo y desgraciado
porque se compadece en su dolor.

La gracia es el confín de la hermosura
cuya apuesta es lo grácil y lo débil
pues solo amamos lo que padecemos
gratis graciosamente en con-pasión.

Gracia del dios es el amor del hombre:
los griegos aman la belleza nuda
el cristiano la belleza caída
rescatada por la gracia del dios.

EL SABIO SILENO

El sabio Sileno es el gran sátiro
asociado a Dioniso el dios del vino
ambos asiáticos y presocráticos
y ambos a dos silvestres y selváticos.

Sileno pudo ser hijo de Hermes
o quizá de Pan el dios del pánico
el Sileno es un artista lírico
que ríe y llora con su flauta rítmica.

El gran aporte sapiencial sileno
resulta duro y melodramático
puesto que aporta dos verdades crudas:

que sería mejor no haber nacido
o en segundo lugar estar ya muerto.
No haber nacido y no haber padecido
o haber ya traspasado este cruel mundo.

Sileno es nuestro héroe tragicómico
cómico afuera y trágico por dentro
un héroe radical antiheroico
que dice la verdad y luego calla
no sea que se la echen en cara.
(Pues la verdad es pánica si estalla
y esperamos no sea verdadera).

NIRVANA

(Nirvana: la nada trascendental).

Añoro vivir como antes de nacer
flotando en la pátina del aún-no-ser
indefinido cual una crisálida
que se cobija en el céfiro azul
vaciada y liberada de existir
(como larva que aún nada en la nada).

Anhelo vivir como tras de morir
flotando en la pátina del ya-no-ser
trascendiendo infinitesimalmente
las coordenadas tempoespaciales
en el refugio de un trasmundo en tul
(con los colores de la diosa Iris).

No añoro ni anhelo el absoluto
añoro y anhelo el infinito
la apertura radical sin fronteras.

Sin fronteras sin frentes y sin fuertes
sin guerras ni guerreros y sin héroes
en abierto horizonte indefinido.

Ser una pulsión cósmica y silente
de un amor interior aglutinante
de un cielo trasparente evanescente.

Nirvana es trascendencia de la nada
el seno amante de la diosa madre
antes de fecundarla el dios padre
(o tras ser fecundada por la muerte).

CONSIDERACIONES FINALES 2

---Alguien me interpela si creo en Dios: desde luego no en su Dios.

---No creo ni en un Dios ridículo ni en un Dios macabro: los dos dioses oficiales.

---Sentiré tanto el día que me vaya, mas nos volveremos a juntar: mejor dicho, nunca nos separaremos.

---La vida nos va dando argumentos: positivos y negativos.

---El amor es la gracia: mutuo don compartido.

---Dice S.Nadolny que escapó de la muerte por ser más lento que ella: yo ando escapando de ella por ser más raudo. (Para Daniel Innerarity)

---Somos grandes: dentro de nuestra pequeñez.

---Vivimos derrotados: pero al escribirlo nos sostenemos.

---Atrapar la sombra: para traslucir la oscuridad.

---Me conmueve la historia de amor y desamor de MªTeresa Campos y Edmundo Arrocet: soy tan viejo como ellos.

---Lo real es caduco: por eso caduca.

---Aún puedo gozar de la vida: pensando en ti.

---Estamos mal pero podría ser peor: en mi caso poco peor.

---Lo que se ama siempre se ama: cuando se ama (cuando es amor).

---El amor infantil es elevado o gótico, el amor juvenil es romántico y el amor maduro es clásico: el amor senectil oscila entre el románico y el mudéjar.

---Todo nacionalismo tiene mucho de imaginario: porque toda nación tiene algo de imagi-nación.

---Brilla un sol de domingo: y las olas del mar parecen aladas.

---Para sobrevivir se necesita una cierta autoafirmación: abierta.

---Todo queda subsumido por el árbol de la vida: y así trasfigurado.

---Me encanta ser el as de tu manga, tu musa en la tierra, tu grito en el cielo: tu hilo de Ariadna, tus cuatro elementos, tu agua, tu tierra, tu aire, tu fuego: sonrío, sonríe (Lou Barrera).

---Todo amor sobrevive a la ausencia: presente eterno.

---El surrealismo estéril de El amor y la poesía de P.Eluard: pero concuerdo en que el amor está en el mundo para olvido del mundo.

---El secreto de la vejez: la asunción del límite y la frontera.

---Alguien me habla de una vida plena: será en contraste con su vida plana.

---Oigo a un telepredicador afirmar que en el sufrimiento se manifiesta la grandeza del ser humano: yo pensaba que se manifestaba su pequeñez.

---En este mundo todo es incierto: ciertamente.

---Si me anunciaran mi muerte para mañana: me pondría a bailar.

---Llamo a un amigo Drácula: porque me mata y revive.

---El vampiro como daimon o duende: de la vida y de la muerte.

---Nací el mismo día que mi padre: he heredado su nombre y su dolor.

---Defiendo la españolía frente a la españolez.

---El auténtico amor no provoca mariposas en el estómago: sino apertura del pecho (inspiración).

---Amar es pensar: la otredad.

---En el centro del amor hay una trascendencia.

---Tuyo es mi yo: sin vos yo no soy nadie.

---Me preparo un tanto para tanto dolor y sufrimiento: prepararse para lo peor.

---La gracia del amor extático: bendita locura del amor con humor.

---El dolor solo es dolor y el sufrimiento solo es sufrimiento: hay que evitar su mutuo encuentro y refuerzo.

---La vida cura cuando mata.

---Para sanar al hombre experimentamos con ratones mortíferamente.

---Estamos pasando de las cosas de internet (la potencia comunicacional) al internet de las cosas (el poder fáustico del 5G y su parafernalia).

---Me topo con la palabreja “enamorirse”, que significaría enamorarse de la muerte o bien morir enamorado: yo la traduciría como “amors” (amor-y-muerte).

---El simbolismo y su trascendencia: surreal.

---La verdad es de todos y todas, y de nadie en particular: porque no es posesión de nadie.

---Antes leíamos: ahora ojeamos.

---Periódicos y revistas ponen sus artículos bajo registro: así nos aligeran el cerebelo.

---Recibo un cuadro con el juvenil rostro de la Magdalena perfumando los pies de Jesús: en medio una candela con la luz del alma encendida consume el cuerpo ardiente de la cera.

---He colgado un cartel en la puerta abierta de mi morada: “aquí se ama abiertamente”.

---Lo esencial es existencial: pero lo existencial resulta esencial.

---Si hay que dar gracias por la vida, entonces hay que dar gracias por la muerte.

---Cuando el sinsentido triunfa: solo queda amar lo sentido.

---Nadie tiene el amor que/como lo tengo yo.

---No necesito ni hablar contigo: te llevo escondido en el corazón.

---En el fracaso el hombre llega a su límite: y puede/debe transitarlo.

---El poeta nipón Basho y sus haikus entre la errancia vital y la encerrona mortal: “este camino nadie ya lo recorre salvo al crepúsculo”.

---El abismo final: engulle y acoge.

---Ahora solo quedan los despojos: ahora solo queda morir aún más (Unamuno, El otro).