Pendemos de un hilo (y Vivencias y convivencias 70)

Meditación del virus

Nuestra existencia pende de un hilo, del hilo de la vida tejido por las Parcas o hadas del destino, que lo acaban segando. Una mota en el ojo no nos deja ver, una partícula extraña en la boca no nos deja comer y una piedrecita en el zapato nos impide caminar. Un simple virus como el coronavirus deshila el hilo o hilado de nuestra urdimbre vital, y retuerce su trama existencial hasta convertirla en trauma o drama. Nuestra coexistencia es una hilatura regida por las hilanderas de nuestra buena y mala suerte o fortuna, que son también las que asignan su lote o lotería a mujeres y hombres.

La vida humana es una hilatura que se compone, descompone y recompone entre todos los humanos, como si de un tapiz conjunto y barroco se tratara. Soñamos cada uno o cada grupo el propio sueño heroico y dominador, hasta que despertamos arrojados al suelo por un simple virus. Pero la propia vida del hombre sobre la tierra es “virulencia”, y está infectada víricamente por el virus de una virilidad desaforada. Caemos, nos levantamos y volvemos a luchar entre nosotros, en lugar de ayudarnos mutuamente a cohilar el destino interhumano; hasta que finalmente sucumbimos estultamente.

Nietzsche pensaba que la vida humana era como una enfermedad tóxica, y el hombre como un animal enfermo, una enfermedad por orgullo y desmesura de la que acabará muriendo paradójicamente el propio Nietzsche. Pues, en efecto, el problema del hombre es su hombría descomunal o chulería, su arrogancia fatídica y soberbia, su orgullo radical y tontoide, incapaz de apiadarse de sí mismo y del otro/otra. Una arrogancia que lleva a una autodivinización entre ridícula y macabra. El hombre es un virus para el hombre y una turbulencia para la mujer.

Impostamos la vida con truculencia identificándonos con ella frente a la muerte, considerada como un mero accidente insustancial, hasta que se acaba vengando y desustanciando nuestra vida. Afirmamos la vida como propia o apropiada y defenestramos la transvida y su solución disolutoria como si no fuera con nosotros. Ignorando que nuestra vida es volátil y menesterosa, y la muerte segura y sólida. Obviando que la vida es un relámpago en medio de la noche mortal. Intentando superar masculina y musculosamente todo obstáculo e inconveniencia, en lugar de “supurarlo” femeninamente. Olvidando que la vulnerabilidad asumida nos hace fuertes, tal y como comparece en el amor y la fortaleza de su debilidad. Perdiendo el hilo de la comunicación internacional, hasta que tenemos que recuperarlo deprisa y corriendo por la crisis advenida sin previo aviso.

Hay una vieja película americana de R.Brooks, Muerde la bala, en la que se narra nuestra loca carrera de seguir adelante a pesar y a través de todas las dificultades. Ahora bien, ello puede hacerse viriloidemente por autoafirmación o bien femeninamente por asunción e interafirmación mutua. Curiosamente en dicho film, el héroe se lo toma heroicamente, mientras que la heroína se lo toma antiheroicamente, quizás porque el varón suele ser más consuntivo y demoledor, y la fémina más asuntiva o implicativa.

El virus del coronavirus que padecemos es un tóxico o veneno que nos podría herir y regenerar como sociedad. De momento se constata nuestra fragilidad e interdependencia mundial, así como el miedo supersticioso a la muerte, la cual por cierto parece amenazarnos más bien a los viejos como una especie de adelanto. El covid-19 nos ha devuelto de momento el hilo de la comunicación internacional, que habíamos abandonado recelosa y belicosamente. Y nos ha puesto ante el espejo de la gran Parca que tarde o temprano nos acabará aparcando al borde del camino, pues que la muerte no es un mero accidente sino la sustancia final de nuesaforitra vida. Por eso acaba relativizando desde su gruta oscura el grotesco poder desorbitado que otorgamos a nuestro existir, olvidando que se trata de un ex-sistir, así pues de una insistencia inconsistente.

VIVENCIAS Y CONVIVENCIAS 70

---El amor es una gracia de los dioses en pacto con la madre natura.

---El amor como sentido de la vida y de la muerte: apertura radical a el/lo otro.

---El amor es música, la música es amor: un amor puro, alegre, libre quiero.

---El alma: amor platónico y música pitagórica (aferencia de sentido).

---No hay mayor mentira que la verdad mal entendida (W. James): y no hay mayor error que la verdad manipulada.

---La filosofía socrática como diálogo de eros y logos: sabiduría de la vida como vivencia y convivencia.

---El alma es el sentido simbólico del cuerpo: el cuerpo es la materialización del alma.

---Sólo quiero que la enfermedad me deje amar: afectivamente.

---Los iguales no se atraen, los opuestos resultan problemáticos: la amistad ideal es de parecidos complementarios.

---El amor nos ayuda radicalmente a vivir y a morir: pero no muere con la muerte del sujeto, porque es un fuego que se propaga al otro.

---Esto es morir quien lo probó lo sabe: esto es morir y sin embargo amarte.

---Según T.Mann, el amor al mar es el amor a la muerte: translimitada.

---Según san Pablo, Cristo no conoció pecado, pero se hizo pecado por nosotros (2 Corintios 5,21): perdición o derelicción.

---Las afinidades electivas: las afinidades afectivas.

---No hay que hacer el primo, ni tampoco excesivamente el hermano: quizás el primo hermano.

---Acompaño a señoras con cáncer: con turbante y conturbadas.

---No es tan fiero el león como lo pintan: lo es mucho más, pero sigue pintado.

---En el tango Oblivion, se trataría de contener el olvido: hacerlo borroso inolvidable.

---Me muero pero el amor perdura, es lo único que perdura de lo mío: es lo tuyo que me diste un día, es lo único que no he perdido nunca.

---El amor como cruce de ser y no-ser: ser en devenir o flotación, relación y apertura.

---En la lengua maya “yo soy tú” (teene´teech) significa: yo soy tu hermano.

---La verdad puede ser maniquea: el sentido nunca es maniqueo.

---Según Platón, la amistad es divina: sagrada en cuanto religación.

---Solo sé que no sé nada: nada de tanta insustancialidad.

---Muere de cáncer V.Verdú, que al enfermar tenía miedo a morir y deseo de vivir: por mi parte, temo la vida enferma pero asumo bien la muerte.

---Soy infeliz físicamente por la enfermedad: mas feliz psíquicamente por la amistad.

---Toda la vida he querido amar o amigar: al final lo estoy consiguiendo paradójicamente.

---Hacer poesía es urgar atardeceres: hacer filosofía es buscar amaneceres.

---Según Schiller, la gracia es belleza en movimiento: la naturaleza liberada por el hombre lúdicamente.

---Un experto elogia la creatividad, otro el talento y el último el ingenio: todos calvos.

---La salud es la base, el dinero es el medio, el amor es la altura.

---La herida de Jacob por el ángel es la bendición de la trascendencia: la muerte incoada.

---Como decía Nietzsche, vivir es sufrir: sobrevivir es encontrar su sentido.

---La filosofía descifra las imágenes de nuestra caverna: como sombras o símbolos del ser.

---En el Antiguo Testamento la serpiente simbólica de bronce salva de las serpientes reales, porque es su alzamiento, sublimación o trasfiguración: el simbolismo resulta así soteriológico o salvador de la realidad literal o mortífera.

---Como la fruta, todo asunto que como Cataluña se toca demasiado acaba tocado: untuoso o pringado.

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