De la verdad y mentira o falsedad (y Signos de los tiempos)

DE LA VERDAD Y MENTIRA O FALSEDAD

Sé verídico contigo mismo
(W.Shakespeare).


Formamos parte del sistema del universo, en el que nada es absoluto ni tampoco relativo, sino que todo es relacional y correlacional. En este sistema correlacional hay una ambivalencia radical entre lo verdadero y lo falso, lo necesario y lo contingente, ya que lo absoluto está implicado en lo relativo y viceversa, lo necesario en lo contingente y viceversa, configurando así una correlatividad o coimplicidad entre lo real y lo surreal, lo positivo y lo negativo, la vida y la muerte, la verdad y la mentira o falsedad, el ser y el no ser. En efecto, la verdad es lo que realmente es o aparece, pero el aparecer aparece también como una apariencia o mero aparecer engañoso.

El sistema del universo ofrece una razón y verdad no puras sino encarnadas, al modo como el propio Dios no es puro o abstracto sino encarnado en el mundo contingente y en el devenir temporal. El ser del universo, el ser universal, se encarna en el no-ser hasta acabar acabando, o sea, feneciendo, aunque no del todo. Por eso la verdad es la vida y lo vital o existencial, pero es una verdad corroída por la mentira de su putrefacción mortal y del morir dexistencial. La ambivalencia de la vida y la muerte recorre nuestra existencia y tiñe nuestra coexistencia. Por eso la verdad del amor está en que es una ilusión vital, pero su mentira o engaño está en ser también una ilusión mortal. A no ser que…

A no ser que asumamos ambivalentemente la verdad y la mentira de todo, incluido el amor, así pues tanto su aparición verdadera como su apariencia engañosa, tanto su ser como su no-ser, tanto su necesidad como su contingencia. La verdad de la realidad dice revelación o desocultamiento, la mentira o falsía de lo real dice ocultación o velamiento, porque ocultamos la realidad oscura o negativa en nombre de lo claro o preclaro. Pero se trataría de asumir la claridad de la verdad y la oscuridad de su mentira ambivalentemente, o sea, ambi-valientemente. Pues todo tiene su verdad y su mentira, su cara y cruz, su luz y sombras, proyectando así la dialéctica de su mutua complicidad o coimplicidad. Entre la verdad absoluta de Platón y la no-verdad relativista de los Sofistas, el propio Sócrates se sitúa en el medio, a la búsqueda de una verdad cómplice, dialógica o interhumana.

Cuando buscamos la pura luz de la verdad a menudo denegamos la oscuridad de su mentira. Por eso exaltamos la vivencia de la vida, dejando a la sombra la moriencia de la vida. Pero la verdad de la vida es que acaba en la vejez, la enfermedad y el morir malamente, así pues en el rotundo fracaso vital, perfectamente sobreseído por nuestra sociedad y su idealismo letal.No hay pues que casarse con ninguna verdad, para poder así relacionarse con la verdad y su mentira o engaño abiertamente. Me ha llamado la atención antropológica que Sara Carbonero, la ex de Iker Casillas, haya codefinido complejamente el amor como decepcionante y gratificante a un tiempo. Y, en efecto, el amor es una esfinge que no finge: pues trata de re-mediar bien que mal lo divino y lo diablesco, el bien y el conflicto, la vida y la muerte del ser de este mundo, y no tenemos otro. A no ser que…

A no ser que ese fracaso del morir, que es la mentira de nuestra verdad vital, sea revisitado y revisado en un campo-santo y su silencio eterno. Porque si el morir es la disolución de nuestra verdad mundana, la muerte es la solución perenne a nuestro error/errar en el mundo. En la vida proyectamos solo lo positivo, pero en la muerte asumimos lo negativo: aquí yace la verdad del mundo y su mentira, lo bello y lo siniestro, lo racional y lo irracional. Porque el ser de lo real no es solo verdadero, bueno y bello, como quería la filosofía clásica, sino mentiroso o engañoso, malo y feo. Tradicionalmente el ser se ha olvidado del no-ser, así como Dios se olvida del diablo: nos hacemos mutuamente luz de gas para aturdirnos ilusoriamente y no ver o negar la negatividad, lo cual lleva políticamente a un irrealismo. La clave está en la ambivalencia de los contrarios: el amor dulcifica el dolor, pero el dolor amarga el amor.

Tan nefasto como el miedo a la verdad, del que hablaba H.F.Amiel, es el miedo a la mentira o falsedad. Mas la verdad de Dios es su crucifixión humana, mientras que la verdad del hombre es su crucifixión mundana. La verdad final de la vida es la muerte, aunque la verdad final de la muerte es la paz perpetua. La verdad del amor es el desamor hiriente como ruido de fondo, y la verdad del desamor es el amor herido como bajo obstinado. La verdad de la verdad sería puro idealismo, y la verdad de la mentira sería impuro realismo. La verdad dice apertura y la mentira o falsedad cerrazón, pero somos apertura y cierre o defensa. Desvelar la verdad es desvelar la mentira del mundo: la verdad del mundo es que está desnudo, pero se reviste de oropeles. Finalmente, la verdad es que la vida se venga de la muerte en el tiempo abierto, pero la muerte se revenga de la vida en su trastiempo o eternidad cerrada. Nuestras casas y enseres revelan su sentido cercano y humano, pero el ser revela su sentido transhumano o extraño, y el mundo su sentido animalesco o inhumano.

SIGNOS DE LOS TIEMPOS

---Revelar la verdad es desvelar la mentira del mundo: el cual dice finitud, confinitud o confinamiento temporal en el espacio.

---La verdad de la realidad es ilusión: la verdad de la mentira es dilusión.

---La mentira de la verdad es su falsa apertura: pseudoverdad o fake news.

---No casarse con nadie ni con nada: para poder relacionarse con todos y con todo.

---La derecha cree tener la verdad, y la izquierda cree tener la razón: pero se trata de obtener la verdad encarnada y la razón sensible.

---Es inmoral ofrecer consejos y consejas que uno mismo no sabe ni quiere aplicarse.

---El peligro del idealismo es el irrealismo: el peligro del realismo es el inmediatismo.

---El amor y el dolor son sagrados y están atravesados por el temor y el temblor: temor o miedo y también ternura.

---El amor es un sufrimiento gozoso: el dolor es un sufrimiento doloso.

---La conciencia e inconsciencia del hombre, su buena y mala fe, su ignorancia más que supina (alpina).

---La eutanasia como conciencia emergente de nuestro final infeliz: frente al tradicional y clásico final feliz.

---Nadie entrevista a los cientos de suicidas anuales solamente en nuestro país: nadie les hace caso, son fracaso meramente oficiales.

---Hacer luz de gas al otro: gasificarlo mentalmente hasta aturdirlo.

---La luz de luna es propicia al amor: la luz de gas es propicia al engaño.

---El amor como sufrimiento gozoso: y el dolor como sufrimiento doloso.

---Cuando el dolor es esporádico esperamos que pase: cuando el dolor es
crónico esperamos que amaine.

---Tan importante como lo que somos es lo que no somos.

---Misereo super turbas: Siento compasión de la gente (Jesús de Nazaret).

---Oh Dios, méceme en tu seno de madre para resguardar mi gozo latente/latiente.

---Oh diablo, apiádate de mi gran dolor (C.Baudelaire).

---Escribir del amor es inscribir su afección con tinta roja.

---El film Whitness (Único testigo): Harrison Ford y su aventura amorosa en la comunidad americana anabaptista (amish-meronita).

---Sabemos aunque disimulamos cómo acaba todo y todos: en su propio acabóse (the end).

---Solo el amor sublima el sufrimiento: solo el sufrimiento amaga al amor con ofuscarlo.

---La religión solo ve lo ideal, la ciencia la lógica y la filosofía lo racional: la existencia se olvida de la dexistencia.

---Uno aprende finalmente también a sufrir: pero sin cogerle gusto.

---No puedo ni quiero ser un gurú, profeta o héroe: solo un hombre en el nombre del hombre.

---Para la Iglesia el pecado general es el sexo: y ha acabado siendo su pecado particular.

---Veo el anuncio de un niño canceroso vestido de Supermán: pero el propio actor Supermán acabó en silla de ruedas.

---Resulta que el presidente de la Generalitat catalana es un aragonés: un revés para el independentismo, al que le recuerda la Corona de Aragón.

---Mi respeto a toda ejemplaridad: pero hay un fariseísmo oficial de la ejemplaridad como ficción idealista.

---Todo el mundo predicando maravillas: todo el mundo practicando calderilla.

---Solo quieren que diga lo que ellos quisieran: solo quieren que diga lo que ellos dirían.

---Adrián Martín, el niño enfermo interpretando Lágrimas negras: dolor y amor.

---No trato de decir al lector sino al autor: dialogando con el lector críticamente (libérrimamente).

---En este mundo no merece la pena gastar demasiado cacumen por él: pero sí arrimar el hombre/hombro.

---Yo soy el medio vivo y medio muerto: mitad mundano mitad extramundano.

---El barroco romántico de Goya y su expresionismo: la carne acrisolada.

Volver arriba