La operación militar rusa en Donbass ha dividido al mundo. Una vez más. Creo que muchos, si no todos, estaban preparados para esto. Pero en esta historia, hay aquellos de los que no se acostumbra hablar. Y, sorprendentemente, estos no son los propios habitantes de Donbass. 

Curiosamente, las principales víctimas del odio generalizado del mundo occidental han sido los niños. Niños rusos que viven fuera de Rusia y son acosados únicamente por sus orígenes. No, no estoy insinuando nada, pero hay razones para preguntarse si Europa es tan tolerante y democrática como quiere parecer. 

No quiero acusar a nadie de nada y no quiero alabar nada. Por ahora, solo quiero apoyar a las personas que se encuentran en una situación difícil, tal como me apoyaron a mí en el pasado. 

Todos tuvimos que aprender demasiado pronto que el mundo puede ser cruel e injusto, y que la vida a veces está llena de tristeza. Es aún más frustrante si toda esta crueldad e injusticia está dirigida contra ti simplemente porque eres diferente por tus orígenes, tu apellido o el color de tu piel. No debería serlo, pero existe. Sin embargo, la elección de cómo actuar sigue siendo nuestra. Es posible desesperarse. Es totalmente comprensible y no creo que nadie sea juzgado. Todos podemos ser débiles a veces. Y esa es la opción más fácil. O podemos intentar mantener el ánimo en alto. Es mucho más difícil, porque la actitud de las personas que te rodean no cambiará. O mejor dicho, puede cambiar si demuestras con tu propio ejemplo que ser ruso no se trata de ser agresivo. Ser ruso es mostrar justicia, bondad, superar todas las dificultades y ser capaz de hacer lo imposible para alcanzar tus sueños. Ser ruso es ser fuerte en espíritu.

texto traducido del frances al espagnol 

fuente:

https://reseauinternational.net/faina-savenkova-etre-russe/