La Mala fe fuente de grandes injusticias

De lo que sabemos, Jesus tuvo un lenguaje de verdad tanto con sus discípulos como con su pueblo. Sus palabras radicaban en la voluntad de su Padre y nadie otro podía someterlo a su voluntad, como lo vimos en las tres tentaciones en las cuales, Satan, el padre de la mentira, trato sometérselo con las promesas de darle el control del mundo con tal que se ponga de rodilla ante él. Conocemos la respuesta de Jesus que rechazo todas esas promesas para seguir fiel a la voluntad de su Padre. Su enseñanza se hizo a base de esa voluntad de su Padre, amarnos los unos a los otros. Hablo siempre con verdad al pueblo, a los humildes, a los fariseos y grandes sacerdotes.

Jesus hablando al pueblo

Mas que nunca, nos encontramos con discursos, compromisos, declaraciones de personalidades  de alto nivel, de periodistas, de organismos de vigilancia de los derechos humanos etc., los cuales, en muchos casos, toman de la realidad lo que mas les conviene en función de sus intereses o de los intereses de los que les mandan, callando la parte que mas les interpela.

Lo particular en la “mala fe” es que se puede envolver lo esencial de un problema de fondo en consideraciones de gran humanidad, haciéndose cerca de los sufrimientos de sus pueblos, lamentando las grandes injusticias de los que están detrás de esos sufrimientos, declarando sus dirigentes de corruptos y sus presidentes de dictadores. 

La "mala fe"se revela al momento en que esas personas de gran “humanidad, declaran quienes son los verdaderos responsables de ese sufrimiento de sus pueblos. Aquí, los ejemplos no hacen falta para ilustrar esa “mala fe”. Se puede hablar de democracia, de libertad como lo hacen ciertos gobiernos de gran importancia, sin creer en nada en esos valores. Ajustan sus discursos a sus circunstancias y a sus intereses, como el caso, entre otros, de E.U..

El problema se pone mas grave cuando se trata de la Iglesia y de sus dirigentes. En el caso de Venezuela, el episcopado, el General de los jesuitas, el Estado del Vaticano, tienen un mismo discurso sobre lo que sucede en Venezuela. En cada uno de esos discursos se habla mucho del sufrimiento del pueblo y de la gran responsabilidad de su gobierno, particularmente de su presidente usurpador, que no responden a las necesidades de su pueblo. 

Algo que se puede entender, también, tomando en cuenta ciertas circunstancias particulares, como las sanciones, el intervencionismo de É.U. en los asuntos internos de Venezuela, del bloqueo de mas 30 mil millones de dólares que el gobierno no puede utilizar para responder a las necesidades del pueblo etc. 

Al no denunciar esas acciones intervencionistas de É.U. , sostenidas por una parte de las oligarquías venezolanas, los autores revelan así su mala fe. Siendo de “buena fe”, hablarían también de ese intervencionismo que se realiza en contra de los derechos de los pueblos, así que del respeto de la ley  internacional de las N.U.. Hablarían también del terrorismo que se mueve en el país. Ninguno de las tres instituciones, pone de relieve ese intervencionismo y el carácter criminal de las sanciones. Tampoco hablan del terrorismo promovido por la extrema derecha y sostenido por E.U.. No es que lo ignoran, sino que no les conviene ponerlo de relieve.

De lo que podemos ver, la “mala fe” lleva algo que va por el lado de la manipulación, del engaño, de la mentira, de la injusticia con objetivos no claramente expresados.

Jesús se hizo duro para denunciar parecidos comportamientos: 

¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejasteis lo que es lo más grave de la ley, es á saber, el juicio y la misericordia y la fe: esto era menester hacer, y no dejar lo otro. Mt.23, 23

La intervención del Secretario del Vaticano en las N.U. , el 22 de septiembre 2020, no menciona de una forma o otra la importancia, por los miembros de la Asamblea general, de apegarse a la Carta magna de las N.U., respetando los derechos de las personas y de los pueblos. Una oportunidad para denunciar las diversas formas de intervencionismo de ciertos gobiernos que se entremeten, ilegalmente, en los asuntos internos de otros  países como lo vemos en América latina y en otras partes del mundo.  Su silencio sobre ese tema le viene seguramente de su dependencia a las voluntades del imperio, el campeón mundial del intervencionismo y de las sanciones.

Es triste decirlo así, pero la Iglesia, poder político, es aliada del Imperio E.U. y no tiene la libertad evangélica de hablar con vedad, con toda la verdad. El punto de vista expresado por muchos y, de una manera particular por Xabier Pikaza, de la salida de la Iglesia del Vaticanoy de sus instituciones, se impone cada día mas. La Iglesia, comunidad de fe en Jesus y sus evangelios, necesita recuperar su libertad para responder fielmente a la Voluntad del Padre. Unica vía para recuperar su credibilidad ante los pueblos y creyentes.

Oscar Fortin

 23 septiembre 2020

 Intervención del presidente Maduro en las N.U.

https://www.telesurtv.net/news/venezuela-maduro-nos-preparamos-vencer-bloqueo-eeuu-batalla-paz-20200923-0043.html

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