¿Parolin negociador del Papa en Venezuela?
Desde mas de 20 anos, Washington y la Iglesia institucional se dedican a destruir el proyecto de un socialismo, calificado por su fundador, Hugo Chavez,: de humanista, cristiano y anti-imperialista.
Se trata de una alternativa al capitalismo salvaje, condenado en las encyclicas sociales de la Iglesia.
El golpe de Estado, fracasado, de abril 2002, confirma esa gran alianza que se mantiene hasta hoy.
La dependencia del Vaticano y del episcopado venezolano les impide ver lo realizado por este socialismo en lo social que responden ampliamente a la doctrina social de la Iglesia. Vean esta politica en la mirada de Mater et Magistra y Pacem in terris de Juan XXIII.
Si Washington tiene problema con el gobierno de Venezuela que haga como todos los otros gobiernos que se respetan: encontrarse directamente con el gobierno de Venezuela. No es asunto del papa solucionar los problemas de Washington con Venezuela. Por supuesto que puede ayudar, pero dentro de los parametros de la doctrina social de la Iglesia y del respeto del Derecho internacional.
Lo que le corresponde al Papa es que la doctrina social de la Iglesia sea tomada en cuenta y que las relaciones del gobierno con el episcopado sean de respeto y coopéracion en todo lo social.
El golpe de Estado, fracasado, de abril 2002, confirma esa gran alianza que se mantiene hasta hoy.
La dependencia del Vaticano y del episcopado venezolano les impide ver lo realizado por este socialismo en lo social que responden ampliamente a la doctrina social de la Iglesia. Vean esta politica en la mirada de Mater et Magistra y Pacem in terris de Juan XXIII.
Si Washington tiene problema con el gobierno de Venezuela que haga como todos los otros gobiernos que se respetan: encontrarse directamente con el gobierno de Venezuela. No es asunto del papa solucionar los problemas de Washington con Venezuela. Por supuesto que puede ayudar, pero dentro de los parametros de la doctrina social de la Iglesia y del respeto del Derecho internacional.
Lo que le corresponde al Papa es que la doctrina social de la Iglesia sea tomada en cuenta y que las relaciones del gobierno con el episcopado sean de respeto y coopéracion en todo lo social.
Si Washington tiene problema con el gobierno de Venezuela que haga como todos los otros gobiernos que se respetan: encontrarse directamente con el gobierno de Venezuela. No es asunto del papa solucionar los problemas de Washington con Venezuela. Por supuesto que puede ayudar, pero dentro de los parametros de la doctrina social de la Iglesia y del respeto del Derecho internacional.
Lo que le corresponde al Papa es que la doctrina social de la Iglesia sea tomada en cuenta y que las relaciones del gobierno con el episcopado sean de respeto y coopéracion en todo lo social.
| Oscar Fortin
“La designación del purpurado italiano, ex Nuncio (embajador) en Venezuela entre 2009 y 2013, fue una decisión personal del Papa para mostrar su voluntad para continuar con el reclamo de diálogo en el país, en un escenario en el que "es probable" que Parolin se reúna con el presidente Nicolás Maduro durante el viaje, plantearon en el Vaticano. »
Las intenciones del papa son de las mejores pero el problema que tiene el Vaticano es su compromiso de actuar en conjunto con Washington en lo que corresponde, entre otros, al conflicto en Venezuela. Sabemos que, en marzo 2014, el papa Francisco firmó un acuerdo de cooperacion en A.L. con Obama, presidente, en aquel tiempo, de los EE.UU. .
https://www.religiondigital.org/humanismo_de_jesus/Pactos-secretos-Vaticano-Unidos_7_2079162075.html
No veo que el gobierno legitimo de Venezuela se deje engañar por un dialogo, cuyo objetivo es facilitar el regreso de Washington, como imperio, en Venezuela. La complicidad del Vaticano con Washington es suficiente para confirmar lo anterior. Basta mencionar, el no reconocimiento de la elección de Nicolás Maduro como presidente y el reconocimiento de un diputado, autoproclamado presidente por Donald Trump…
Si el Vaticano quiere negociar con el Vaticano que sea en los campos que mas le corresponden, entre otros, la doctrina social de la Iglesia versus las políticas sociales y económicas de la Revolución bolivariana así que las relaciones del Episcopado venezolano con el gobierno legitimo de Nicolás Maduro.
Si Washington quiere negociar con el Presidente Maduro, puede hacerlo en cualquier momento. Varias veces, el presidente Nicolas Maduro abrió la puerta a un dialogo respetuozo. Son problemas de estados que tienen que ser solucionados entre ellos. En la situación actual, los lazos que unen el Vaticano con Washington son, mas que nunca, fuertes. El nuevo presidente en la persona de Joe Biden complace al papa Francisco y desde los primeros días de ser elegido, el papa se declaró dispuesto a cooperar con él. No hay nada de malo en eso con tal que no se confunda intereses del “Pueblo de Dios” con intereses del ‘imperio”.
A mi parecer, lo mejor que puede hacer el Vaticano es alinearse con el derecho internacional y las Naciones Unidas. El derecho internacional condena todas las formas de intervencionismos que no corresponden a las normas de la Carta magna, rumpiendo con los derechos de las personas y delos pueblos. El Papa sabe que las sanciones de E.U. contra el pueblo de Venezuela son criminales y van en contra de este derecho international. En eso, si, el Vaticano tiene que denunciar tales intervenciones. Va igual por los grupos terroristas dedicados a sembrar violencia y desorden en el país, como fue el caso recién de los grupos de Columbia en Apure.
Es urgente y necesario que el Vaticano y sus distintas dependencias se independicen del Imperio. Jesús ha sido condenado y crucificado por Pilato, un gobernador que no veía nada de malo en Jesús. Vio la posibilidad de su liberacion, sometiendo su destino entre las manos del pueblo.
" Pilato sabe que en la cárcel está un hombre llamado Barrabás, que es un ladrón, un enemigo del gobierno y un asesino. Así que pregunta: “¿A quién quieren que les ponga en libertad: a Barrabás, o a Jesús, al que llaman Cristo?”. El pueblo, influenciado por los sacerdotes principales, pide que se libere a Barrabás y no a Jesús. Pero Pilato pregunta de nuevo: “¿A cuál de los dos quieren que les ponga en libertad?”. Y la gente responde: “¡A Barrabás!” (Mateo 27:17, 21).
El Vaticano, los episcopados y toda la institucionalidad de la Iglesia tienen que liberarse de los potentes que les manipulan con privilegios, regalos, dineros etc.. Que no sean de esos grandes sacerdotes que manden al pueblo venezolano a gritar: libere a Juan Guaido, el autoproclamado presidente de Washington, y maten a Maduro, el legitimo presidente de Venezuela.
Fuera bueno que el Vaticano y su Secretario général se preocupen del rol jugado por Columbia en los planes de mandar a terroristas para ocupar espacio del territorio venezolano.
Con todo mi respeto
Oscar Fortín
Jueves santo, 1ier de abril 2021
