• Desde Ardipithecus (primer antecesor directamente humano –separado de la línea del chimpancé) todo se ha ido esclareciendo cada vez mejor:
– De un australopitecino surge el género Paranthropus (ambos extinguidos en su totalidad), en tanto otro, probablemente Australopithecus afarensis (o una variedades muy similar, pues están apareciendo varias) da lugar al primer Homo (próximo a Homo habilis) hace unos 2,5 MA.
• Son muchos los australopitecinos, de diversas especies, que se suceden o coexisten durante 3 MA (desde hace 4 hasta hace 1)
– Más tarde aparecen Homo rudolphensis, Homo ergaster-erectus (1,8 millones de años), Homo antecessor (0,9 MA, último precursor común sapiens-neandertal), del que derivan (hace unos 0,5 MA) dos ramales:
• Homo heidelbergensis, precursor de H. neanderthalensis, y (por el mismo tiempo) Homo rodhesiensis, precursor de Homo sapiens.
2. Pruebas bioquímicas: ADN mitocontrial, ADN del cromosoma Y, ADN autosómico.
i) ADN mitocondrial.
Cada óvulo posee unas 100.000 mitocondrias. ¿Cómo una mutación en una sola de ellas puede extenderse a toda la población? Por el proceso llamado segregación replicativa: las células que se dividen dejan en herencia cada vez más mutantes, hasta que las mitocondrias no mutantes desaparecen.
Como la tasa de mutaciones de las mitocondrias es bien conocida y muy constante, en comparación con la del genoma nuclear, y además no sufre de recombinación, tenemos una buena herramienta para evaluar los antecesores de una mitocondria concreta o de un grupo de ellas... siempre que ese humano sea una mujer, porque lo que se rastrea son las mitocondrias que sólo aporta el óvulo.
Se trata, pues, de un reloj molecular óptimo que se ha usado para descubrir cuándo vivió la mujer de la que proceden todas las poblaciones actuales de Homo sapiens (la “Eva” sapiens).
• La conclusión coincide con la Paleontología: los paleontólogos suponen que la transición de hombres arcaicos a modernos en África ocurrió hace entre 150.000 y 220.000 años (estudio de 2000, de Svante Pääbo; otro de 1991 daba un margen de entre 150.000 y 180.000 años). Hubo una primera migración hacia Asia y luego hacia Europa.
– Un estudio de 2009 hace a la “Eva neandertal” más reciente que la “Eva sapiens”: 110.000 años.
ii) Cromosoma Y.
• Cavalli-Sforza y varios antropólogos moleculares han estudiado el cromosoma Y de nuestra especie. Los hombres poseen un cromosoma X y otro Y, mucho más corto.
– La diferencia de tamaño tiene sus consecuencias: menos de un 1% del cromosoma Y se recombina con su pareja (el X). El resto permanece inalterado, a excepción de los polimorfismos. Se puede decir que no recombina.
– Se conocen muchos polimorfismos y secuencias repetitivas, “satélites”. Así, la pareja AC se repite un Nº de veces en una mutación. Esto se aprovecha para rastrear los descendientes de una mutación concreta. Por ello, el cromosoma Y es muy útil para conocer la evolución de las poblaciones humanas y demostrar que las actuales estirpes de H. sapiens son producto de una sola migración africana.
• Conclusión. Los estudios dan edades de entre 50.000 y 150.000 años para el primer ancestro masculino, también africano, compartido por todos los grupos actuales de H. sapiens (su búsqueda fue denominada, impropiamente, la búsqueda de Adán). Pero los últimos dan una edad mucho más temprana, de unos 60.000 años. H. sapiens llevaría existiendo unos 100.000 + 50.000 años.
Combinando estos datos con los aportados por otras disciplinas, como la antropología y la paleontología, hay consenso general en que el hombre actual surgió en África hace unos 150.000 a 200.000 años.
iii) ADN autosómico.
• Se trata del tercer tipo de ADN estudiado, el ADN autosómico o nuclear (22 pares de heterocromosomas) se hereda en un 50% de cada progenitor.
• Un sofisticado estudio, emprendido por K. Kidd, de la Universidad de Medicina de Yale, emplea una base de datos con más de 175 marcadores de 60 poblaciones. Esta base de datos, accesible por internet, muestra los métodos y la conclusión a que llega utilizando los polimorfismos del ADN autosómico:
• El hombre debió originarse en África entre hace 150.000 y 100.000 años. Hace unos 100.000 años colonizó el sudoeste de Asia, y llegó, finalmente, al Pacífico hace unos 40.000 años.